El desd¨¦n del centro

En una misma ciudad, dependiendo a qui¨¦n le crea uno, en promedio cada d¨ªa de octubre hubo 54 o 36 resultados positivos de covid-19 y murieron tres o dos personas a causa del virus.

En realidad, son dos mediciones de un mismo hecho. Una, la del Gobierno estatal, que ha registrado m¨¢s de 1.600 contagios y 87 fallecimientos por coronavirus durante el mes de octubre y otra, la de la Secretar¨ªa de Salud federal, que apenas ha contado menos de 1.100 infecciones y 60 muertes.

La ciudad es Torre¨®n, en el Estado norte?o de Coahuila, y los que cuentan son los distintos niveles de Gobierno...

En una misma ciudad, dependiendo a qui¨¦n le crea uno, en promedio cada d¨ªa de octubre hubo 54 o 36 resultados positivos de covid-19 y murieron tres o dos personas a causa del virus.

En realidad, son dos mediciones de un mismo hecho. Una, la del Gobierno estatal, que ha registrado m¨¢s de 1.600 contagios y 87 fallecimientos por coronavirus durante el mes de octubre y otra, la de la Secretar¨ªa de Salud federal, que apenas ha contado menos de 1.100 infecciones y 60 muertes.

La ciudad es Torre¨®n, en el Estado norte?o de Coahuila, y los que cuentan son los distintos niveles de Gobierno, el estatal y el federal, cuyos funcionarios muy apenas se hablan entre ellos. Es tan solo un caso de estudio, un ejemplo que se replica en otras ciudades y estados del pa¨ªs.

Coahuila es uno de los Estados que forman parte de la llamada Alianza Federalista, un bloque de 10 gobernadores de partidos opuestos a Morena del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador que han cuestionado los recortes del presupuesto federal para 2021, mientras se privilegian grandes obras como la refiner¨ªa de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe ?ngeles o el Tren Maya, que para estos gobernadores resultan poco necesarias ante la crisis desatada por la pandemia.

Pero la creciente distancia entre las prioridades de Palacio Nacional y la de los Estados del pa¨ªs no es nada m¨¢s en el tema financiero, que ha ocupado los reflectores por el impacto negativo que los recortes presupuestales tendr¨¢n en la respuesta de autoridades locales a la pandemia. Tampoco se limita al reclamo de algunos gobernadores cuyos estados aportan m¨¢s recursos al erario federal de los que reciben de regreso en el presupuesto.

Hay otra dimensi¨®n del desd¨¦n centralista, que no es nuevo en M¨¦xico pero se ha agudizado en los dos a?os de Gobierno de L¨®pez Obrador: la forma en que el centro percibe la realidad de la pandemia de covid-19 en los Estados y los municipios.

Una reciente declaraci¨®n del subsecretario Hugo L¨®pez-Gatell resulta ilustrativa. El martes 27 de octubre declar¨® que varios Estados, incluyendo Coahuila y Durango, ¡°est¨¢n en riesgo¡± de un aumento en su curva epid¨¦mica.

Es una visi¨®n obsoleta. Coahuila y Durango no est¨¢n en riesgo de aumentar los contagios porque en ambos Estados los contagios ya han aumentado durante el ¨²ltimo mes. L¨®pez-Gatell demostr¨® el retraso que tiene el Gobierno federal en la medici¨®n del impacto de la pandemia a nivel local.

Un comparativo entre las cifras de las secretar¨ªas de Salud del Gobierno federal y del Estado de Coahuila as¨ª lo confirman: a lo largo del mes de octubre, autoridades estatales han registrado m¨¢s casos y defunciones que el Gobierno federal.

Ha sido el caso de Torre¨®n, donde por ejemplo el 27 de octubre el Gobierno estatal anunci¨® 127 casos y cinco fallecimientos, pero en la base de datos de la Secretar¨ªa de Salud federal todav¨ªa no aparec¨ªan ese d¨ªa.

El retraso ha impedido que en la Ciudad de M¨¦xico se tenga una medici¨®n m¨¢s precisa y hasta ahora no se ha explicado la raz¨®n por la cual el Gobierno federal no integra a su base de datos los reportes estatales.

La discrepancia es todav¨ªa mayor en los datos de pruebas aplicadas. En los cinco municipios de la regi¨®n lagunera de Coahuila (adem¨¢s de Torre¨®n, est¨¢n Matamoros, Viesca, Madero y San Pedro), el Gobierno estatal reporta la aplicaci¨®n de m¨¢s de 71.000 pruebas a lo largo de la pandemia, pero la suma de casos confirmados, resultados negativos y casos sospechosos en la base de datos del Gobierno federal arroja para Torre¨®n poco m¨¢s de 28.000, menos de la mitad.

La discrepancia puede deberse al hecho de que la Secretar¨ªa de Salud federal no est¨¢ contando m¨¢s de 39.000 pruebas aplicadas en laboratorios privados de la regi¨®n, que han permitido una mejor ubicaci¨®n de las zonas de contagio y un rastreo m¨¢s eficiente de los contactos de personas infectadas. De hecho las 28.000 pruebas registradas por Salud federal son el equivalente solo al n¨²mero de pruebas procesadas en los laboratorios estatales.

Estas diferencias han arrojado dos mediciones muy distintas de la pandemia. Una local, en la que las cifras de casos y fallecimientos son mucho mayores, y la otra en el gobierno federal en la que los casos y fallecimientos apenas est¨¢n por repuntar.

La distancia entre el centro del pa¨ªs y los Estados es cada vez mayor y no limitada s¨®lo al tema econ¨®mico. Los mismos Gobiernos estatales hoy confrontados con el presidente, comenzaron a tomar rutas distintas a la del Gobierno federal desde el inicio de la pandemia, decretando por ejemplo el uso de cubrebocas cuando L¨®pez-Gatell todav¨ªa insist¨ªa en que no eran necesarios.

El desd¨¦n del centro por los Estados, o al menos los estados no gobernados por Morena, es palpable tambi¨¦n en el tema sanitario. Si es cierto que un problema que no se mide no se puede solucionar, tambi¨¦n lo es que no se puede solucionar si se mide dos veces con resultados distintos.