Las mujeres y el presidente, ?qu谷 sigue?
La confrontaci車n con el movimiento feminista probablemente baje de tono, pero queda una herida que no habr芍 de cicatrizar el resto del sexenio porque cada 8-M volver芍 a abrirse
Cuesta trabajo creer que alguien con el instinto pol赤tico que caracteriza al presidente Andr谷s Manuel L車pez Obrador haya terminado envuelto en un encontronazo con el movimiento feminista en el que nada tiene que ganar y bastante que perder. Inexplicable digo, porque en realidad se meti車 al embrollo por su propia iniciativa. Y peor a迆n, todo indica que entre m芍s esfuerzos hace para salir de 谷l, m芍s descontento genera entre las muchas mujeres agraviadas.
Este desencuentro era evitable en el papel, porque ni L車pez Obrador ni sus banderas...
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Cuesta trabajo creer que alguien con el instinto pol赤tico que caracteriza al presidente Andr谷s Manuel L車pez Obrador haya terminado envuelto en un encontronazo con el movimiento feminista en el que nada tiene que ganar y bastante que perder. Inexplicable digo, porque en realidad se meti車 al embrollo por su propia iniciativa. Y peor a迆n, todo indica que entre m芍s esfuerzos hace para salir de 谷l, m芍s descontento genera entre las muchas mujeres agraviadas.
Este desencuentro era evitable en el papel, porque ni L車pez Obrador ni sus banderas son expl赤citamente antifeministas. Y sin embargo, por alguna raz車n L車pez Obrador termin車 pagando la factura pol赤tica de la rabia de tantas mujeres que se sintieron desairadas. ※?Por qu谷 al Z車calo? ?Por qu谷 no protestan frente a la Estela de la Luz?§, se pregunt車 perplejo el presidente este mi谷rcoles, sin entender que fueron sus declaraciones desde?osas desde hace un a?o sobre la convocatoria a ※un d赤a sin mujeres§, su 谷nfasis en aludir a provocadores y violentos al referirse al movimiento y su insistencia en apoyar la candidatura de F谷lix Salgado Macedonio al Gobierno de Guerrero, un pol赤tico acusado de abusos y violaciones, lo que desencaden車 una irritaci車n que termin車 convirti谷ndolo en destinatario de sus agravios.
?Era evitable? En teor赤a s赤, insisto, pero bien mirado parecer赤a una consecuencia l車gica de una concepci車n que lo conduce a esta confrontaci車n, por una parte, y por otra de la indiscriminada exposici車n por parte de L車pez Obrador de todo lo que se le atraviesa por la cabeza durante las ma?aneras (※mi pecho no es bodega§). Este mi谷rcoles L車pez Obrador ofreci車 una clave para comprender las razones del desencuentro, un atisbo a los pilares del mundo interior en el que 谷l habita y produce tales confrontaciones.
En respuesta a una pregunta sobre la marcha de las mujeres, el presidente dijo: ※Durante el periodo neoliberal, para que no se centrara la atenci車n en el saqueo, en la corrupci車n, en la desigualdad econ車mica y social, los potentados, los due?os del mundo permitieron y ve赤an hasta con buenos ojos, alentaban movimientos justos, pero no centrales; o sea, puedes hablar del cambio clim芍tico, puedes hablar de la defensa de los derechos humanos, pero no quieras cambiar al r谷gimen§.
Abreviando, en el 芍nimo del mandatario las otras agendas (igualdad de las mujeres, derechos humanos, cambio clim芍tico) pueden ser leg赤timas, pero no son centrales. La 迆nica batalla que verdaderamente importa es el cambio de r谷gimen, es decir una sociedad donde no haya pobreza ni corrupci車n.
Por si hubiera alguna duda, a?adi車: ※Si se transforma una sociedad, si hay una transformaci車n pol赤tica, tiene que dejar de haber injusticias, para eso es la transformaci車n. Entonces, con una transformaci車n hay igualdad, hay libertad, hay justicia. Entonces, no buscaban la transformaci車n porque eso no les conven赤a, si acaso era un an芍lisis nada m芍s de la realidad, pero no transformar la realidad§. Es decir, en palabras de L車pez Obrador, reivindicar la igualdad de la mujer es un aspecto de la realidad, pero en el fondo eso no la transforma.
All赤 reside, en mi opini車n, la raz車n de fondo que lo lleva a mantener reservas sobre otras agendas que no sean la lucha contra la desigualdad econ車mica y social, y a la larga provoca desencuentros con las comunidades que bregan por banderas como los derechos humanos, el cambio clim芍tico o la igualdad de g谷nero.
Puedo entender el profundo compromiso social del presidente y su cruzada para hacer una diferencia frente al lacerante problema de la miseria. Muchos mexicanos, y no solo 谷l, tenemos un imperativo para mejorar la situaci車n de personas dejadas atr芍s. Pero hay evidencias hist車ricas de que la sola b迆squeda de la igualdad econ車mica, desprovista de otras aspiraciones igualmente centrales, no han dado resultado. La Uni車n Sovi谷tica o Cuba, en otras circunstancias, experimentaron un cambio de r谷gimen buscando una sociedad menos desigual, pero nunca resolvieron aspiraciones fundamentales como los derechos humanos, las libertades c赤vicas, la igualdad de g谷nero, por no hablar del absoluto desinter谷s con respecto al da?o al medio ambiente. No solo desairaron estas reivindicaciones sino incluso las sacrificaron cuando consideraron que estorbaban o distra赤an recursos o tiempo del mandato prioritario.
En temas como el Tren Maya y las cr赤ticas ambientalistas, el movimiento de los desaparecidos o la agenda de las mujeres, me parece que L車pez Obrador acusa una impaciencia similar. No es tanto una falta de empat赤a o de sensibilidad frente a los derechos humanos o el cambio clim芍tico, sino la sensaci車n de que, por importantes que sean, son distracciones ante la tarea impostergable de mejorar la vida de los pobres.
Habr赤a que insistirle al presidente que la lucha en favor de las v赤ctimas de injusticia sean de g谷nero, de raza o condici車n social es en el fondo la misma, obedecen por igual a un sistema descompuesto. Pero a diferencia de lo que 谷l cree, la desaparici車n de una de las causas no elimina a las otras. Sin respeto a los derechos humanos, sin equilibrio con la naturaleza o igualdad de g谷nero, un mejor reparto econ車mico no elimina las otras miserias como el abuso a los d谷biles, los desastres clim芍ticos, la victimizaci車n cotidiana de la mujer.
La confrontaci車n con el movimiento feminista probablemente baje de tono en la escena p迆blica, en la medida que otros temas de la agenda ocupen el espacio medi芍tico. A reserva, claro, del esc芍ndalo que representar赤a la confirmaci車n de la candidatura del repudiado Salgado Macedonio. Pero desgraciadamente queda una herida que no habr芍 de cicatrizar el resto del sexenio, entre otras cosas, porque cada a?o, puntualmente el 8 de marzo, volver芍 a abrirse.
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