?Austericidio o moralicidio?
El Gobierno y la oposici¨®n han respondido con oportunismo pol¨ªtico a la tragedia del metro y la solidaridad con el que sufre ha pasado a segundo plano
Con la dolorosa tragedia sufrida en el metro de la Ciudad de M¨¦xico la palabra austericidio se ha hecho viral en las redes sociales. Algunos pol¨ªticos de oposici¨®n comenzaron a usarla hace alg¨²n tiempo para denunciar los da?os que a su juicio ocasionan las medidas de austeridad del Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. A partir del desplome de la L¨ªnea 12 el pasado lunes, en el que murieron al menos 25 pasajeros, la palabra explot¨® en la con...
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Con la dolorosa tragedia sufrida en el metro de la Ciudad de M¨¦xico la palabra austericidio se ha hecho viral en las redes sociales. Algunos pol¨ªticos de oposici¨®n comenzaron a usarla hace alg¨²n tiempo para denunciar los da?os que a su juicio ocasionan las medidas de austeridad del Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. A partir del desplome de la L¨ªnea 12 el pasado lunes, en el que murieron al menos 25 pasajeros, la palabra explot¨® en la conversaci¨®n p¨²blica. El ep¨ªteto perfecto para asociar a la pol¨ªtica econ¨®mica con la que est¨¢n en desacuerdo con un crimen execrable: austericidio se asocia con palabras como genocidio, parricidio, infanticidio o magnicidio, entre otras.
Para desgracia de tan conveniente uso pol¨ªtico, al menos para la oposici¨®n, la palabra significa en realidad exactamente lo contrario de lo que suponen los que la esgrimen. Austericidio se define como matar la austeridad y no hace alusi¨®n, como se quiere hacer creer, a los da?os reales o supuestos que provoca la austeridad. Los que est¨¢n en contra de los recortes de presupuesto tendr¨ªan que propiciar el austericidio, es decir buscar matar la austeridad, si nos atenemos a su definici¨®n.
Se me dir¨¢ que tan solo es un uso cuestionable de la palabra, lo menos importante frente a la magnitud de la tragedia. Pero las palabras importan; importan mucho. Sobre todo cuando se intenta convertir una estrategia en contra del despilfarro y la corrupci¨®n en un crimen de lesa humanidad.
Por lo dem¨¢s, constituye un mito la idea de que el Gobierno de la 4T est¨¢ desmantelando al Estado o peor a¨²n, ahogando a la sociedad al reducir el gasto p¨²blico. En realidad, el gasto p¨²blico ha aumentado con el nuevo Gobierno, aunque los criterios de distribuci¨®n hayan cambiado dr¨¢sticamente. El presupuesto de la federaci¨®n en 2018, ¨²ltimo a?o de Enrique Pe?a Neto, fue de 5,3 billones de pesos; los tres siguientes, con L¨®pez Obrador el presupuesto ascendi¨® a 5,8 billones en 2019, 6,1 en 2020 y 6,3 en 2021. Descontada la inflaci¨®n, en 2020 aument¨® en t¨¦rminos reales 0.3% con respecto al a?o anterior, aunque para este a?o disminuy¨® en la misma proporci¨®n (-0,3) debido a la ca¨ªda del PIB de m¨¢s de 8% en el per¨ªodo anterior. En otras palabras, el peso del gasto p¨²blico con respecto al resto de la econom¨ªa creci¨® durante la crisis. Acusar de austericidio al Gobierno no solo es un desprop¨®sito gramatical sino una falsedad.
Lo que s¨ª ha sucedido, y mucho, es un cambio en los criterios de asignaci¨®n de recursos. Y en eso s¨ª, es perfectamente leg¨ªtimo el cuestionamiento de la oposici¨®n porque en ¨²ltima instancia se trata de dineros p¨²blicos y su modo de distribuci¨®n entra?a una idea de naci¨®n con la que se puede estar en desacuerdo. Pero eso es otra cosa. La cobija no se ha achicado como se denuncia, simplemente las prioridades de lo que debe cobijar o descobijar han cambiado. Disminuy¨® el gasto en la alta burocracia, en la publicidad a los medios de comunicaci¨®n, en Presidencia y Estado Mayor, en subsidios a guarder¨ªas y un largu¨ªsimo etc¨¦tera. Aument¨® en transferencias directas a ancianos, mujeres y j¨®venes, escuelas p¨²blicas, seguridad p¨²blica y fuerzas armadas, empleo en zonas rurales, y otro etc¨¦tera igualmente largo. Parte de lo que se elimin¨® lo perdi¨® lo que llamamos la ¡°sociedad civil¡±, parte de lo que aument¨® lo gan¨® lo que los obradoristas llaman pueblo. En ambos casos se trata de personas, perjudicadas o beneficiadas, aunque por lo general estas ¨²ltimas sean de extracci¨®n social m¨¢s humilde (no siempre, desde luego).
Ciertamente hay cambios presupuestales que producen da?os. All¨ª est¨¢ el desabasto de medicinas para ejemplificarlo. Sin embargo, me parece que tiene m¨¢s que ver con el combate a la corrupci¨®n que con ahorrarse algunos pesos con cargo a los enfermos. M¨¢s que un tema de austeridad equivocada se trata de acciones p¨²blicas que fueron mal valoradas y peor planeadas y cuyos efectos desproporcionados e inesperados debieron haber conducido a un ajuste oportuno.
?Es la tragedia del metro resultado de recortes irresponsables en los presupuestos de mantenimiento? Hasta ahora la jefa de Gobierno de Ciudad de M¨¦xico, Claudia Sheinbaum, ha dicho que tales partidas no han disminuido. La investigaci¨®n tendr¨¢ que demostrarlo, como igualmente tendr¨¢ que indagar si el accidente entra?a actos de corrupci¨®n durante la construcci¨®n, de gesti¨®n irresponsable en los ¨²ltimos 10 a?os o, de plano, una mezcla de todas las anteriores.
Los juicios sumarios no han esperado a investigaci¨®n alguna, como era de suponerse en el contexto de la polarizaci¨®n pol¨ªtica que vivimos y trat¨¢ndose de un a?o electoral, am¨¦n de que involucra a los dos principales candidatos a suceder a AMLO (la propia Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, actual canciller y alcalde en funciones cuando se construy¨® la obra).
Todos han tratado de llevar agua a su molino. El dardo envenenado del supuesto austericidio es parte de la batalla para convertir la tragedia en una valoraci¨®n terminante e implacable del Gobierno de la 4T y sus criterios en relaci¨®n con el presupuesto. Pero lo mismo puede decirse de la contraparte. El Gobierno ha respondido con no menos oportunismo pol¨ªtico. El presidente estaba defendiendo a sus delfines, igualmente de manera sumaria, aun antes de mencionar la necesidad de una investigaci¨®n, como si la lealtad del mandatario fuese con sus funcionarios no con sus ciudadanos, algo lamentable en un caso como este que entra?a a los que menos tienen. No solo se trata de las v¨ªctimas directas y sus familiares; lo que sucedi¨® tendr¨¢ un permanente efecto en millones de personas que d¨ªa a d¨ªa se ven obligadas a tomar el metro entre empujones, problemas de ventilaci¨®n, largas esperas en los t¨²neles. Ahora tambi¨¦n tendr¨¢n que hacerlo bajo el estr¨¦s de saberse en peligro de muerte.
AMLO pas¨® m¨¢s tiempo denostando la cobertura alarmista que hicieron los medios y sus posibles intenciones que a solidarizarse con las v¨ªctimas, ya no digamos a explorar soluciones para evitar que se repita este tipo de tragedias, como habr¨ªa sido de esperar de parte del responsable ¨²ltimo de la administraci¨®n p¨²blica del pa¨ªs. Utiliz¨® el terrible accidente, igual que su contraparte, esencialmente para atacar a sus adversarios. Es tal la mutua animadversi¨®n de los dos polos que se disputan la arena p¨²blica, que en aras de su guerra han dejado atr¨¢s sus responsabilidades como actores pol¨ªticos. La solidaridad con el que sufre, la dignidad o la ¨¦tica han pasado a segundo plano. Me parece que lo que est¨¢ a la vista no es un austericidio sino un ¡°moralicidio¡± en la vida p¨²blica.
@jorgezepedap
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