Dejar de ser mujeres invisibles
La falta de datos y perspectiva de g谷nero en las soluciones acaba por ofrecer acciones parciales e ineficaces, perpetuando la brecha en ingreso, horas de trabajo y calidad de vida
※Una buena intenci車n no necesariamente se traduce en una buena pol赤tica p迆blica§ es una idea que me ha sembrado el libro de Caroline Criado P谷rez, Mujeres Invisibles. Hay al menos dos grandes razones para ello. El primero es que las mujeres somos invisibles a los ojos del mundo porque la data que se genera ignora las necesidades femeninas como si fueran un problema de nicho, no un problema universal. No hay suficientes registros ni interpretaci車n adecuada sobre qu谷 ocurre con las mujeres en pr芍cticamente ning迆n aspecto de la vida, desde la medicina y la seguridad automovil赤stica, hasta la econ...
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※Una buena intenci車n no necesariamente se traduce en una buena pol赤tica p迆blica§ es una idea que me ha sembrado el libro de Caroline Criado P谷rez, Mujeres Invisibles. Hay al menos dos grandes razones para ello. El primero es que las mujeres somos invisibles a los ojos del mundo porque la data que se genera ignora las necesidades femeninas como si fueran un problema de nicho, no un problema universal. No hay suficientes registros ni interpretaci車n adecuada sobre qu谷 ocurre con las mujeres en pr芍cticamente ning迆n aspecto de la vida, desde la medicina y la seguridad automovil赤stica, hasta la econom赤a y la vida cotidiana de los hogares.
En segundo lugar, una buena intenci車n para emparejar la cancha puede obtener resultados diametralmente opuestos cuando no se toma en cuenta la perspectiva femenina en el diagn車stico, no se diga en la soluci車n. Por ejemplo, el libro refiere que cuando se busca igualdad en los ba?os p迆blicos, se asigna un espacio del mismo tama?o a los servicios de hombres y mujeres. Sin embargo, en la pr芍ctica, los mingitorios ocupan menos espacio y se pueden colocar m芍s en la misma superficie, y dada la velocidad de su uso acaban por ofrecer soluciones 迆tiles para los hombres pero no para las mujeres, que siempre acabamos haciendo fila porque usar un cub赤culo toma tiempo, porque vamos acompa?adas de ni?as o de personas de la tercera edad, porque la mayor赤a menstruamos.
Esta combinaci車n de factores 〞la falta de datos y de perspectiva de g谷nero en las soluciones〞 acaba por ofrecer acciones parciales e ineficaces, perpetuando las brechas de g谷nero en el ingreso, en las horas de trabajo, y sobre todo, en la calidad de vida de las personas.
Por eso es 迆til encontrar data que ayude a dimensionar que el problema no est芍 aislado, ni es solo tuyo o m赤o. La data permite contar mi historia, la tuya, la de todas las que busquen remitirse a evidencia y al contexto. Para que podamos reconocer que somos muchas las que ganamos menos a pesar de las excepciones. Para hablar de que mi madre trabaja 50 horas a la semana en labores no remuneradas y solo 10 o 12 a cambio de una retribuci車n econ車mica. Que el hogar no es un lugar de ocio sino de trabajo para nosotras, incluso antes de la pandemia y homeoffice.
La data sirve para hablar de que las mujeres futbolistas y las que venden comida a la salida del metro ganan menos que los hombres que hacen lo mismo 〞25% menos entre empleos informales〞, o que en una empresa de software dos de cada tres puestos de trabajo con seguridad social son de hombres porque los empleos formales son para ellos.
?Sab赤as que en M谷xico por cada hombre que vive en pobreza laboral hay 1.2 mujeres en la misma circunstancia, y que en hogares con m芍s mujeres la probabilidad de que todos sus integrantes vivan en peores condiciones es mayor?
?Sab赤as que la percepci車n de inseguridad determina nuestras decisiones cotidianas 〞por d車nde caminamos, si ponemos un negocio o aceptamos un empleo〞, y que por m芍s incre赤ble (o evidente) que parezca, las mujeres en M谷xico nos sentimos 40% m芍s inseguras en la calle que los hombres? ?O que si las mujeres tuvi谷ramos la misma tasa de participaci車n que los hombres en el mercado laboral remunerado, el ingreso por habitante ser赤a 22% m芍s alto?
Es incre赤ble y molesto ver las diferencias que hasta ese momento ignor芍bamos. Pero tambi谷n nos permite ser protagonistas de un cambio que con o sin m赤, o sin ti, ya ocurre. Somos m芍s de la mitad de la poblaci車n, y tenemos la posibilidad de reflejar nuestra propia experiencia en las estad赤sticas, para dejar de ser invisibles.
*Sof赤a Ram赤rez Aguilar es economista y dirige M谷xico ?c車mo vamos?.