Comes y te quedas
En pol¨ªtica exterior, M¨¦xico siempre juega con dos barajas. En eso tampoco se ha producido ninguna clase de transformaci¨®n
La pol¨ªtica exterior mexicana nunca ha sido f¨¢cil de leer e interpretar, ni por propios ni mucho menos por extra?os. En el terreno de los ideales, nuestras relaciones con el mundo se han regido, desde el siglo pasado, por la aplicaci¨®n de la Doctrina Estrada, que poco m¨¢s o menos quiere decir que no nos metemos en los asuntos de los dem¨¢s y as¨ª, impl¨ªcitamente, exigimos que los otros no se metan en los nuestros. Esta doctrina ha sido muy elogiada, a lo largo de los a?os, por nuestro medio pol¨ªtico y por algunos c¨ªrculos diplom¨¢ticos y acad¨¦micos en otras geograf¨ªas, ya que respalda la no inter...
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La pol¨ªtica exterior mexicana nunca ha sido f¨¢cil de leer e interpretar, ni por propios ni mucho menos por extra?os. En el terreno de los ideales, nuestras relaciones con el mundo se han regido, desde el siglo pasado, por la aplicaci¨®n de la Doctrina Estrada, que poco m¨¢s o menos quiere decir que no nos metemos en los asuntos de los dem¨¢s y as¨ª, impl¨ªcitamente, exigimos que los otros no se metan en los nuestros. Esta doctrina ha sido muy elogiada, a lo largo de los a?os, por nuestro medio pol¨ªtico y por algunos c¨ªrculos diplom¨¢ticos y acad¨¦micos en otras geograf¨ªas, ya que respalda la no intervenci¨®n y el derecho a la autodeterminaci¨®n de los pueblos, etc¨¦tera. Pero, en la pr¨¢ctica, la cosa ha sido bastante m¨¢s complicada de comprender, sostener y articular. Es decir, que aplicamos la Doctrina Estrada cuando nos conviene. Y cuando no, pues no¡
Porque hay que recordar que al Gobierno de M¨¦xico, de cuando en cuando, le da por salir de su caparaz¨®n de respeto y neutralidad, pretende dar un paso al frente en el ¡°concierto de las naciones¡± y se pone a opinar o actuar. A veces con toda la raz¨®n y la ¨¦tica de su lado; otras, sin motivos claros ni beneficios aparentes y, alguna ocasi¨®n, de plano metiendo la pata hasta el cogote. Los resultados de estos bandazos, para ser sinceros, han sido tan variopintos que, m¨¢s que refrendar la imagen de naci¨®n prudente y solidaria que nos gusta dar, han provocado que nadie sepa muy bien a qu¨¦ atenerse con nosotros.
Empecemos por lo bueno, que lo hay: M¨¦xico fue firme en su respaldo a la Rep¨²blica Espa?ola, en tiempos de L¨¢zaro C¨¢rdenas y ?vila Camacho, y recibi¨® a miles de exiliados e inmigrantes ib¨¦ricos. Otro tanto hizo, en los periodos de Echeverr¨ªa y L¨®pez Portillo, al recibir a argentinos, chilenos, uruguayos y peruanos que escapaban de la represi¨®n y persecuciones de las dictaduras militares sudamericanas.
A la vez, hemos dado volantazos notables. Echeverr¨ªa quiso jugar el papel de l¨ªder del Tercer Mundo y anduvo armando grupos con la Yugoslavia de Tito y jugando a apoyar a la izquierda latinoamericana¡ mientras colaboraba con la CIA y daba rienda suelta a la Guerra Sucia interior. Menos de 15 a?os despu¨¦s, Carlos Salinas de Gortari negoci¨® el primer Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte y se entreg¨® a una pol¨ªtica de alineaci¨®n con Estados Unidos¡ a la vez que manten¨ªa ¨®ptimas relaciones con la Cuba de Fidel Castro, con quien lo un¨ªa una amistad cercana. ?Ser¨¢ que somos puro candil de la calle? ?O que nuestros intereses reales pesan, al final, m¨¢s que cualquier doctrina lustrosa?
Vicente Fox quiso negociar un acuerdo migratorio con Estados Unidos que se llev¨® entre las patas la crisis del 11-S. Aunque sus intenciones de pisar fuerte a escala internacional no murieron ah¨ª. ?Se acordar¨¢ alguien de que Fox se ofreci¨® a que M¨¦xico mediara en el conflicto entre las dos Coreas? ?O de que, famosamente, le pidi¨® a Fidel Castro que se retirara de una cumbre de mandatarios en territorio nacional, con el famoso ¡°comes y te vas¡±?
Hoy, que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador se sac¨® de la chistera la propuesta de armar una Uni¨®n Americana y, de paso, cerr¨® filas con Gobiernos como el de Cuba, reprochando a Estados Unidos el embargo que mantiene sobre el r¨¦gimen caribe?o, cabe anotar otro volantazo m¨¢s en nuestra lista. Es obvio que el mandatario sabe que su proyecto de Uni¨®n no va a ser tomado en serio por nadie. Y sabe tambi¨¦n que sigue tensando su relaci¨®n con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a cuyo gobierno, sin embargo, le sigue haciendo el trabajo sucio en la frontera sur, impidiendo el paso de miles de migrantes.
Total que, como siempre, M¨¦xico juega con dos barajas. En eso tampoco se ha producido ninguna clase de transformaci¨®n.
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