?ngel y los Se?ores del Jurado
Su est¨¦tica burlesca y provocadora convirti¨® a ?ngel Ortu?o en la referencia de una legi¨®n de j¨®venes poetas por toda Am¨¦rica Latina
Ser¨ªa una afrenta al legado del poeta ?ngel Ortu?o (1969-2021) rememorarlo de manera sentimental. Nadie menos dado a la cursiler¨ªa y al chantaje, expl¨ªcito o camuflado, de hacerse el triste o el sensible para hurtarle alguna lagrimita al lector y orde?arle un litro de empat¨ªa como si le sacara leche a la vaca sonriente de un tetrapak. Ni siquiera el hecho de ser su hermano menor y saberle, por tanto, suficientes an¨¦cdotas como para que llore hasta el c¨¢caro de la sala, me exime de atender ese principio. No. Para entenderse con el personaje de ?ngel y su obra hay que aceptar que los ingrediente...
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Ser¨ªa una afrenta al legado del poeta ?ngel Ortu?o (1969-2021) rememorarlo de manera sentimental. Nadie menos dado a la cursiler¨ªa y al chantaje, expl¨ªcito o camuflado, de hacerse el triste o el sensible para hurtarle alguna lagrimita al lector y orde?arle un litro de empat¨ªa como si le sacara leche a la vaca sonriente de un tetrapak. Ni siquiera el hecho de ser su hermano menor y saberle, por tanto, suficientes an¨¦cdotas como para que llore hasta el c¨¢caro de la sala, me exime de atender ese principio. No. Para entenderse con el personaje de ?ngel y su obra hay que aceptar que los ingredientes son muy diferentes al sentimentalismo y hay que hablar de humor negro, y a veces nihilista y absurdo: de la paradoja y la iron¨ªa; del rigor formal y la inteligencia erudita vuelta en contra de la solemnidad; de la risita insolente, en fin, que le hace torcer el gesto al pedante que acaba de soltar una frase de bronca y espera un aplauso por repetir lugares comunes que se pretenden trascendentales.
?ngel se form¨® como poeta con lecturas e influencias variopintas, que integr¨® a su cosmovisi¨®n con el mismo grado de importancia e independientemente de su ¡°peso cultural¡±, con una mezcla de seriedad y disfrute: desde los cl¨¢sicos grecolatinos y del Siglo de Oro al modernismo y la poes¨ªa de vanguardia (que fue su obsesi¨®n); desde las caricaturas del Pato Lucas a las historietas de Chanoc; desde los alaridos c¨ªnicos de Johnny Rotten al estruendo de Mot?rhead; desde la chabacaner¨ªa de los pasquines policiacos a la rid¨ªcula ampulosidad de los folletos comerciales (pensaba que buena parte de la prosa acad¨¦mica era indistinguible de la que habita los manuales de instrucciones para operar apropiadamente un exprimidor de jugos el¨¦ctrico); y desde los delirios del cine B al porno vintage.
Como pocos poetas en nuestro idioma, y a semejanza de Nicanor Parra o cierto Renato Leduc, ?ngel hizo girar su estilo en torno a un tipo muy personal de humor. El regusto de su poes¨ªa es el del escepticismo, la parodia, la desacralizaci¨®n de palabras, discursos, im¨¢genes y consensos. Desarticula la m¨ªstica y deshoja, a la vez, la margarita (Esta es palabra de Dios/Esta no/Esta s¨ª/Esta no); se carcajea del ¡°Yo l¨ªrico¡± y el confesionalismo (¡±Yo no tengo respuestas y me/ parezco a todo [¡] Por favor, al reverso/escribe que no muerdo ni soy/muy venenoso), y no hay militancia de ning¨²n tipo que le provoque otra cosa que una mueca risue?a (Para no entretener con idioteces a Su valiosa eternidad/Se?ores/del Jurado/en resumen no s¨¦ ni lo que dije y creo que s¨ª cre¨ªa pero me/dediqu¨¦/a otras cosas./Solo espero clemencia. /Muchas gracias).
Su est¨¦tica burlesca y provocadora lo convirti¨®, en los pasados decenios, en la referencia de una legi¨®n de j¨®venes poetas por toda Am¨¦rica Latina. A la vez, ¡°los Se?ores del Jurado¡±, de todos los jurados, se permitieron desde?arlo. ?ngel debe ser el ¨²nico poeta mexicano de su nivel y sus alcances que nunca gan¨® un premio ni obtuvo una beca (esta ¨²ltima norma se infringi¨® al final, porque hace unos meses fue elegido, por primera vez, para el Sistema Nacional de Creadores de arte). Su vasta y riqu¨ªsima obra est¨¢ desperdigada, salvo por un par de ediciones institucionales, en peque?os y heroicos sellos independientes y cartoneros y en decenas de portales y revistas en l¨ªnea. Su biblioteca personal, seleccionada a lo largo de casi cuarenta a?os de visitas de gambusino a librer¨ªas de segunda mano y de saldos, es un tesoro que deber¨ªa conservarse reunido y ponerse a disposici¨®n del p¨²blico, para que su car¨¢cter generoso y su inteligencia deslumbrante sigan nutriendo a sus muchos lectores.
Desde el viernes pasado, en que falleci¨®, las redes se llenaron de cientos de remembranzas, citas y condolencias de sus amigos, de sus alumnos, de todos aquellos que lo conocieron y leyeron. Muchos descubren, apenas, que perdimos a un poeta mayor. Bendito descubrimiento, sin embargo.
?ngel no cre¨ªa en ninguna forma de vida ultraterrena. Por eso se construy¨®, libro a libro, y en vida, un para¨ªso animado en el que se codea para siempre con Lemmy, Divine, S¨¦neca, Tura Satana, G¨®ngora, los poetas estridentistas y Wendy O¡¯Williams. Y se mofa, para siempre, de s¨ª mismo, de los obtusos Se?ores del Jurado y de todos nosotros. Mientras tecleo esto, ?ngel se est¨¢ riendo. Las muerte borra todo menos la sonrisa. Preg¨²ntenle a las calaveras.
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