?p. En torno al D¨ªa de Muertos
Cuando estas fiestas se convierten en mercanc¨ªas pasan por un proceso de homogeneizaci¨®n que genera expectativas de c¨®mo debe lucir una ofrenda, de cu¨¢les son los significados de cada elemento y cu¨¢l deber¨ªa ser la experiencia de los turistas
En mi contexto, el D¨ªa de Muertos es la fiesta familiar m¨¢s importante del a?o. As¨ª como en otras tradiciones se cocina una serie de platillos especiales para festividades importantes, en Mesoam¨¦rica se cocina para marcar estos d¨ªas como fechas extraordinarias que interrumpen el tiempo cotidiano. Las celebraciones de la Navidad en estas monta?as palidecen en comparaci¨®n con lo fundamental que estas fechas resultan para nuestras familias y comunidades, la Navidad nunca ha sido tan preparada y esperada como el D¨ªa de Muertos. Tal vez, desde el nombre en espa?ol pareciera que se trata de un solo ...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
En mi contexto, el D¨ªa de Muertos es la fiesta familiar m¨¢s importante del a?o. As¨ª como en otras tradiciones se cocina una serie de platillos especiales para festividades importantes, en Mesoam¨¦rica se cocina para marcar estos d¨ªas como fechas extraordinarias que interrumpen el tiempo cotidiano. Las celebraciones de la Navidad en estas monta?as palidecen en comparaci¨®n con lo fundamental que estas fechas resultan para nuestras familias y comunidades, la Navidad nunca ha sido tan preparada y esperada como el D¨ªa de Muertos. Tal vez, desde el nombre en espa?ol pareciera que se trata de un solo d¨ªa, el d¨ªa de muertos, pero lo cierto es que esta fiesta dura mucho m¨¢s tiempo.
Pasar estos d¨ªas fuera de casa es muy lamentable, porque el transporte colectivo que nos lleva de las ciudades cercanas a nuestras comunidades resulta a todas luces insuficiente y muchas veces colapsa. Hay una crispaci¨®n en el ambiente que marca la inminencia de un gran suceso, la seguridad de que algo impactante est¨¢ por suceder. Los anuncios comienzan con un viento suave, pero fr¨ªo y constante; mi abuela me explicaba, como le hab¨ªan explicado a ella de ni?a, que ese viento es el aliento de los muertos que, como ya se acercan, van enfriando el ambiente con su fr¨ªa respiraci¨®n que los precede y nos alcanza anticipadamente. Tenemos as¨ª un universo propio en el aliento de nuestros ancestros, si me permiten parafrasear a Vicente Huidobro.
Como toda festividad importante, el d¨ªa de muertos est¨¢ envuelto en un universo narrativo propio, hay historias que se repiten una y otra vez como la de un peculiar personaje que no cre¨ªa en estas festividades y que, para burlarse de ellas, en lugar de platillos y alimentos, dej¨® en el altar piedras como ofrenda, lo que despu¨¦s sucedi¨® nos alecciona desde la infancia sobre la importancia de preparar el mejor altar posible. Algunas semanas antes, las autoridades comunitarias anuncian el tequio para limpiar el pante¨®n y nos recuerdan por el altavoz del pueblo que es necesario desyerbar y arreglar los caminos de modo que todo est¨¦ limpio y preparado.
A estos d¨ªas precede un gran mercado, el domingo previo se realiza el tianguis m¨¢s concurrido y m¨¢s importante de todo el a?o. Hay que acudir muy temprano si se quiere adquirir los productos de mejor calidad y evitar las compras de p¨¢nico. Hace unos a?os no alcanc¨¦ a comprar pulque que en estas fechas se convierte en un preciado y muy perseguido bien, tuve que peregrinar por comunidades vecinas hasta encontrar aunque sea algunas j¨ªcaras tan necesarias para poner a fermentar con piloncillo con tiempo suficiente para colocar esta bebida en el altar.
Una de las caracter¨ªsticas de estas fiestas es que cada regi¨®n imprime un sello distinto en la celebraci¨®n y en los platillos que se ofrendan, cada elemento del altar habla del contexto geogr¨¢fico y del ecosistema de las personas que las colocan. Las flores que se usan para adornar tambi¨¦n son diferentes en cada lugar y no todo se reduce al cempas¨²chil, la variedad de las flores amarillas no deja nunca de sorprenderme. En el altar es posible leer el territorio por los productos propios de cada lugar, el altar nos habla de la geograf¨ªa en la que est¨¢ colocada. La gran diversidad de panes de muerto nos dice tambi¨¦n de que esta festividad se encuentra muy lejos de las interpretaciones que el mercado y el turismo pretenden hacer de estas fiestas como un fen¨®meno m¨¢s o menos homog¨¦neo.
Los altares y las ofrendas del Istmo de Tehuantepec son bastante distintos a los altares serranos e incluso es posible hallar diferencias marcadas en los rituales entre comunidades muy cercanas. La comida que se prepara refleja tambi¨¦n muchas diferencias. Es dif¨ªcil incluso hablar de una sola tradici¨®n culinaria para estas fiestas. ?Qu¨¦ es la comida oaxaque?a? ?Existe la comida oaxaque?a? O para ser m¨¢s precisos, ?existe una sola comida oaxaque?a? Con ese nombre casi siempre se refieren a la comida de los Valles Centrales que incluye ingredientes originarios e ingredientes del viejo continente. Fuera de eso, lo que tenemos es contraste y diversidad, casi ninguna generalizaci¨®n se puede sostener. Cada comunidad elabora su tradici¨®n culinaria para estas fechas y la trasmite en cada cocina. Ser¨ªa necio suponer que los l¨ªmites arbitrarios de las entidades federativas pueden tambi¨¦n convertirse en l¨ªmites gastron¨®micos.
En contraste con esta diversidad, cada vez es m¨¢s palpable c¨®mo el mercado y algunos discursos nacionalistas moldean la idea de un D¨ªa de Muertos que es homog¨¦neo y por supuesto, ¡°muy mexicano¡±. La fijaci¨®n del d¨ªa de muertos como estereotipo parece haber hallado un punto culminante con la muy conocida pel¨ªcula Coco producida por Pixar y distribuida por Walt Disney Studios. M¨¢s all¨¢ de las cualidades est¨¦ticas y narrativas que pueda tener o no esta pel¨ªcula lo cierto es que ha ido creando una serie de expectativas sobre estas festividades y fijando un imaginario cada vez m¨¢s homog¨¦neo. En una entrevista sobre estas festividades que tanto gustan a turistas y antrop¨®logos, me hicieron una pregunta acerca de las fotograf¨ªas que se colocan en el altar y que permiten que los esp¨ªritus puedan visitarnos, la sorpresa del entrevistador fue grande cuando respond¨ª que los altares de mi comunidad tradicionalmente no se colocan fotograf¨ªas.
Los aspectos en los que el mercado y el nacionalismo mexicano se relacionan de manera m¨¢s c¨®moda con los pueblos ind¨ªgenas tienen que ver con las manifestaciones est¨¦ticas y culturales de nuestros pueblos porque estas manifestaciones pueden ser aprovechadas y apropiadas para su explotaci¨®n comercial y tur¨ªstica o para la construcci¨®n de un discurso identitario nacional. Cuando estas fiestas se convierten en mercanc¨ªas pasan por un proceso de homogeneizaci¨®n que genera expectativas de c¨®mo debe lucir una ofrenda, de cu¨¢les son los significados de cada elemento y cual deber¨ªa ser la experiencia de los turistas a los que se les venden paquetes para visitar determinados panteones y comunidades. Por fortuna, las celebraciones de mi comunidad han logrado escapar hasta ahora de lo que sucede en otros contextos y a¨²n podemos recibir invitados m¨¢s que turistas y compartir todo lo que en estos d¨ªas sucede. As¨ª que, desde estas monta?as, con algunas cazuelas hirviendo en el fog¨®n y muchos preparativos por terminar, les deseo felices fiestas.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs