La gallina ciega
Albright se ha ido no sin antes volver a ver en blanco y negro el cumplimiento de sus peores temores y pesadillas, las que marcaron su infancia checa con el horror del Holocausto
Mrs. Madeleine Albright evocaba una par芍bola que cacareaba Benito Mussolini: si desplumas a una gallina 每pluma por pluma〞nadie se da cuenta, hasta que la dejas ave pelona. Mrs. Albright se ha ido de este mundo, no sin antes haber advertido no pocos s赤ntomas y dolores que nos aquejan o amenazan hoy mismo; usaba la referencia de Mussolini para advertir 每casi prof谷ticamente〞que el fascismo estaba de vuelta. Madeleine Albright naci車 en lo que era Checoslovaquia, creci車 en Inglaterra y se hizo norteamericana, pero la mejor manera de despedirla es agradecer la precauci車n con la que nos hered...
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Mrs. Madeleine Albright evocaba una par芍bola que cacareaba Benito Mussolini: si desplumas a una gallina 每pluma por pluma〞nadie se da cuenta, hasta que la dejas ave pelona. Mrs. Albright se ha ido de este mundo, no sin antes haber advertido no pocos s赤ntomas y dolores que nos aquejan o amenazan hoy mismo; usaba la referencia de Mussolini para advertir 每casi prof谷ticamente〞que el fascismo estaba de vuelta. Madeleine Albright naci車 en lo que era Checoslovaquia, creci車 en Inglaterra y se hizo norteamericana, pero la mejor manera de despedirla es agradecer la precauci車n con la que nos hered車 desde 2018 el libro Fascism, A Warning (Harper Collins, 2018).
En esas p芍ginas describe el renacimiento palpable del siniestro fascismo, pluma por pluma: el populista err芍tico que clama siempre por un pasado que siempre le fue mejor, el carism芍tico inconcebible que se?ala a todos los Otros como enemigos, adversarios y a no pocos fantasmas del exterior como culpables de toda crisis. All赤 est芍 la sintomatolog赤a del que critica a la prensa libre, se?alando columnistas y reporteros como si fuesen agentes o esp赤as y tambi谷n el sutil desplumadero 每plumita a plumita〞de quien se entrega a los militares porque s赤, se aleja de empresarios (no todos) y prefiere confeccionar corrales de oligarcas obedientes a soltar el libre juego de los mercados. Albright hablaba de Donald H. Trump y subrayaba el nefando paisaje que dejar赤a devastado esa suerte de pato naranja de peluqu赤n como lengua al vuelo, pero tambi谷n se refer赤a al monstruo de la KGB convertido en mesi芍nico y confuso aut車crata de la Federaci車n Rusa, so?ando revertirla a sus antiguas siglas y colonias.
Albright se ha ido no sin antes volver a ver en blanco y negro el cumplimiento de sus peores temores y pesadillas, las que marcaron su infancia checa con el horror del Holocausto que devor車 a m芍s de la mitad de su familia, el yugo de los nazis en diversas telara?as y luego, el marasmo sovi谷tico que usaba las mismas botas. Se ha ido en d赤as en que un fiurercito improvisado invade a un pa赤s vecino esgrimiendo descaradamente la mentirosa acusaci車n de que no es una guerra, sino un impulso de desnazificaci車n (???!). De eso tambi谷n hablaba Albright al diseccionar los humos de los fascistas renacidos: capaces de aparentar un cristianismo mesi芍nico con falsos golpes de pecho, recapaces de mentir tanto hasta convertir en verdad el vac赤o, y recontracapaces de babear pausadamente incre赤bles justificaciones verbales# as赤 sea un pato 角 la naranja, gallo a la rusa o un pinche ganso. As赤 sea bardear el Palacio como valla al movimiento feminista o afilar las bayonetas del Kremlin contra toda forma del arco赤ris# o bien el arriesgado desd谷n de bombardear lo que queda de Chern車bil o arrasar lo que queda de la selva que cobija cenotes en Yucat芍n.
A diario nos asedia la nubecilla de las plumas que una por una van desnudando a las aves agoreras de toda desgracia e, ir車nicamente, nos quedan las plumas de tinta honesta que se arriesgan a contradecir, preguntar e investigar los hechos y su trasfondo. A diario se multiplica la errante gallina ciega que no sabe c車mo justificar su asonada multitudinaria de dementes desquiciados en el Capitolio de D.C: o c車mo salir del empantanado desastre militar y asesino que rodea Mari迆pol u Odesa, sin que toquen un solo latido del coraz車n de Kiev# o la cacareada distracci車n de todos los d赤as con la que la mentira o simulaci車n inaugura cada ma?ana, los tropiezos y contradicciones a la vista, la g邦eva de tanto trasnochado, machista e ignorante que 每dolorosamente〞nos pone la piel de gallina.
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