?Ser ind¨ªgena es una identidad? ??ts
Para la derecha, el movimiento ind¨ªgena no es m¨¢s que un movimiento identitario, cuando en realidad es una categor¨ªa pol¨ªtica
Personas tan distintas como Jos¨¦ Woldenberg, Sabina Berman, Fabrizio Mej¨ªa o la propia X¨®chitl G¨¢lvez, por mencionar algunas voces p¨²blicas en la discusi¨®n pol¨ªtica, tienen sin embargo algo en com¨²n: hablan de la categor¨ªa ind¨ªgena como si fuera una identidad, ¡°identidad ind¨ªgena¡±, nos repiten en dist...
Personas tan distintas como Jos¨¦ Woldenberg, Sabina Berman, Fabrizio Mej¨ªa o la propia X¨®chitl G¨¢lvez, por mencionar algunas voces p¨²blicas en la discusi¨®n pol¨ªtica, tienen sin embargo algo en com¨²n: hablan de la categor¨ªa ind¨ªgena como si fuera una identidad, ¡°identidad ind¨ªgena¡±, nos repiten en distintos espacios. Esto es bastante frecuente. Desde la derecha y desde la izquierda, en muchas ocasiones se desde?a las luchas de los pueblos ind¨ªgenas encasill¨¢ndolas con desprecio dentro de las llamadas ¡°pol¨ªticas de la identidad¡±. Para la derecha, el movimiento ind¨ªgena no es m¨¢s que un movimiento identitario que afecta la unidad nacional y la igualdad de los mexicanos ante la ley, para ciertos sectores de la izquierda, las luchas de los pueblos ind¨ªgenas no son m¨¢s que reclamos identitarios que juegan en contra de la verdadera lucha, la lucha de clases.
Sin embargo, la categor¨ªa ind¨ªgena no es una categor¨ªa identitaria sino una categor¨ªa pol¨ªtica. ?Por qu¨¦? Quienes discuten estos temas, pocas veces definen qu¨¦ es lo que entienden por ¡°identidad¡±, una palabra muy usada pero pocas veces descrita, es como si todas las personas di¨¦ramos por sentado a qu¨¦ nos referimos al utilizarla. As¨ª que pongo en la mesa aqu¨ª una definici¨®n para luego ejemplificarla, ¡°identidad¡± no es un rasgo, es un conjunto de rasgos que establecen contrastes. Esto quiere decir que no todos los rasgos de una persona forman parte de su identidad, por que no todos contrastan. Por ejemplo, es un hecho innegable que uno de los rasgos de mi persona es que nac¨ª en el planeta Tierra, dado que es un rasgo que no contrasta (al menos no hasta ahora) no forma parte de mi identidad, no ando reivindicando esa identidad ni construyo narrativas sobre mi ¡°identidad terr¨ªcola¡±. Esto seguramente cambiar¨ªa si seres vivos de otros planetas llegaran a visitarnos y tuvi¨¦ramos que contrastarnos con respecto de esta nueva poblaci¨®n. A lo largo de nuestra vida, la identidad, ese conjunto de rasgos que contrastan, va cambiando, unos rasgos entran, otros salen y muchas veces eso no depende de nosotros. La primera vez que visit¨¦ a migrantes zapotecas organizados en Los ?ngeles, en los filtros migratorios fui clasificada como latina; ese rasgo, haber nacido en un pa¨ªs de esta regi¨®n del mundo llamada Latinoam¨¦rica, aunque hecho innegable, no me era relevante para nada dentro de mi experiencia identitaria; en esa situaci¨®n, ese rasgo, de pronto y a pesar de mis resistencias, se volvi¨® relevante porque tuvo consecuencias claras en el modo en el que fui tratada. M¨¢s all¨¢ de mi voluntad, el sistema migratorio me clasific¨® de ese modo. Por otra parte, la identidad como conjunto de rasgos no est¨¢ dividida, soy mixe pero tambi¨¦n tengo un g¨¦nero atravesado por el patriarcado y soy tambi¨¦n del barrio San Pedro entre muchas otras caracter¨ªsticas; todo ese gran conjunto de rasgos que contrastan en situaciones distintas es mi identidad, no solo uno. A veces es pertinente, en ciertos torneos deportivos en mi comunidad, reivindicarme como parte del barrio San Pedro, a veces, el g¨¦nero se vuelve lo m¨¢s relevante, a veces ser mixe o ser de un pueblo ind¨ªgena se torna lo fundamental pero mi identidad se conforma de todos esos rasgos, soy todo eso. Ahora bien, la lucha de clases, la conciencia de clases, tambi¨¦n genera discursos y pr¨¢cticas identitarias, ser parte de un partido pol¨ªtico, decirse marxista, asumirse de izquierda o derecha genera identidad, discursos y pr¨¢cticas identitarias que establecen contrastes. As¨ª que quienes sostienen la lucha de clases como algo que nada tienen que ver con las pol¨ªticas de la identidad est¨¢n confundiendo fen¨®menos que no son excluyentes, pocas luchas generan tantos discursos identitarios como la lucha de clases.
Regresando al punto, ind¨ªgena es una categor¨ªa que agrup¨® a pueblos radicalmente distintos entre s¨ª, los pueblos considerados ind¨ªgenas en la actualidad son aquellos que han sufrido colonialismo y que, al conformarse los pa¨ªses, los estados-naci¨®n, quedaron encapsulados dentro de uno. Es una categor¨ªa pol¨ªtica, no es esencial, no hay una cosmovisi¨®n ind¨ªgena ni una cultura ind¨ªgena. Si, como dice el historiador Sebastian van Doesburg, fij¨¢ramos el inicio de la historia de un pueblo como el chinanteco con la domesticaci¨®n del ma¨ªz, tendr¨ªamos que ese pueblo lleva nueve mil a?os de existencia, de los cu¨¢les solo 500 a?os ha sido clasificado como pueblo indio y 200 a?os como pueblo ind¨ªgena; recordemos que la categor¨ªa ind¨ªgena se comienza a usar en su sentido actual durante el siglo XIX. Fue apenas hace 500 a?os que el pueblo kumiai y el pueblo mixe fuimos confinados en una misma caja conceptual. Aunado al hecho de que en la mayor¨ªa de las lenguas ind¨ªgenas no existe palabra equivalente a ¡°ind¨ªgena¡±, para muchas personas catalogadas como tal, ¡°ind¨ªgena¡± no se vive como una identidad. Mi abuela nunca se consider¨® ¡°ind¨ªgena¡± sino ayuujk j?'?y, siempre vivi¨® en Ayutla y en la Regi¨®n Mixe, ¡°ind¨ªgena¡± no era parte de su experiencia identitaria, esa categor¨ªa exist¨ªa en una lengua que ella nunca habl¨® pero a pesar de que no formaba parte de su experiencia identitaria, como categor¨ªa pol¨ªtica, ser clasificada como ind¨ªgena tuvo consecuencias sobre su vida pues los programas indigenistas racistas del Estado Mexicano afectaron su existencia y la de su comunidad.
Yo misma nunca experiment¨¦ ¡°ind¨ªgena¡± como una categor¨ªa identitaria hasta que llegu¨¦ a la ciudad, crec¨ª en una comunidad rodeada de otros pueblos mixes y zapotecos en donde mayoritariamente se hablaba mixe. La distinci¨®n importante era ser ayuujk j?'?y (mixe) o ser ak?ts (no-mixe), una persona ak?ts pod¨ªa ser un zapoteca o un hispanohablante monoling¨¹e de Buenos Aires, a ambos se les designa ak?ts por igual. Es muy probable que quienes lean esta columna sean ak?ts, es un hecho innegable que lo son, pero no por eso este rasgo forma parte de su identidad, puesto que se est¨¢n enterando de que son ak?ts en este mismo momento, est¨¢n conociendo ese contraste justo ahora, como cuando me hicieron saber que era ind¨ªgena en la cuidad o latina en Los ?ngeles a pesar de mi desacuerdo. La experiencia identitaria de una ni?a mazahua que vende artesan¨ªas en la Ciudad de M¨¦xico seguramente es distinta, a diferencia de m¨ª, ella no se descubri¨® ind¨ªgena tard¨ªamente, es posible que la violencia racista cotidiana se lo haya hecho saber desde muy temprana edad.
Cuando me enter¨¦ que era ind¨ªgena, me incomod¨¦ mucho con esa categor¨ªa como cuando descubrimos los rasgos con los que nos clasifica una opresi¨®n. Con unos amigos mixes, incluso creamos un # en redes sociales: soy mixe, no ind¨ªgena, dec¨ªamos; lamentablemente, despu¨¦s lo entend¨ª, no basta con dejar de nombrar la opresi¨®n para que deje de existir. No solo me sucedi¨® a m¨ª, muchos pueblos rechazan la categor¨ªa ind¨ªgena, prefieren llamarse pueblos originarios, otros m¨¢s la aceptan para nombrar una lucha, una condici¨®n de opresi¨®n a la que se le resiste, otros m¨¢s incluso reivindican la palabra ¡°indio¡± como quienes toman el arma con el que fueron atacados para defenderse. Lo cierto es que lo ¨²nico que tenemos en com¨²n los pueblos ind¨ªgenas del mundo es una situaci¨®n hist¨®rica de opresi¨®n y una lucha en resistencia a ella, no rasgos culturales ni identitario. Lamentablemente, en M¨¦xico, ind¨ªgena se trata como si fuera s¨®lo una categor¨ªa identitaria, cultural y racializada, se toman elementos de aqu¨ª y all¨¢ para representarnos como un monolito indiferenciado: un huipil, un poco de copal o una pluma en la cabeza, sin importar a que pueblo en espec¨ªfico pertenezcas. La categor¨ªa ind¨ªgena siempre se caricaturiza con elementos mesoamericanos dejando de lado pueblos del norte tan distintos en los que el pi?¨®n, y no el ma¨ªz, es el alimento m¨¢s relevante, por mencionar un ejemplo. Los elementos culturales de los pueblos ind¨ªgenas pueden ser radicalmente distintos entre s¨ª, la lengua persa en Ir¨¢n tiene m¨¢s rasgos hist¨®ricos y gramaticales en com¨²n con el castellano (ambas lenguas indoeuropeas) que el idioma paipai y el idioma mixe. Repito, lo que nos une a diversos pueblos dentro de la categor¨ªa ¡°ind¨ªgena¡± esa una situaci¨®n pol¨ªtica, no una identidad. Asumir que la categor¨ªa ind¨ªgena es solo una identidad le quita el peso de la lucha pol¨ªtica de los muy distintos pueblos que el estado categoriza como tal.
Oficialmente, es la palabra ¡°ind¨ªgena¡± la que se usa en la Constituci¨®n para designarnos; en ciertos casos, en la defensa de nuestra autonom¨ªa y de nuestros territorios los muy distintos pueblos nos adscribimos como tales. ?Por qu¨¦ en este contexto es tan importante el criterio de la auto-adscripci¨®n? Esto ser¨¢ tema de la siguiente columna.
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