Al filo de la urna; al filo del horno
Espa?a vive las horas previas a una hist¨®rica jornada electoral con esa g¨¦lida hoguera de las dualidades que tanto marcan a sus paisajes desde hace siglos
Espa?a vive las horas previas a una hist¨®rica jornada electoral con esa g¨¦lida hoguera de las dualidades que tanto marcan a sus paisajes desde hace siglos. En el pesado horno del calentamiento clim¨¢tico, las campa?as pol¨ªticas han rayado en temperaturas ins¨®litas no solo de dimes y diretes, diatribas inesperadas o consignas infundadas, sino de desatados equ¨ªvocos y espesas nieblas de desinformaci¨®n e indecisi¨®n. Al filo de las urnas se pronostica un marcado subid¨®n d...
Espa?a vive las horas previas a una hist¨®rica jornada electoral con esa g¨¦lida hoguera de las dualidades que tanto marcan a sus paisajes desde hace siglos. En el pesado horno del calentamiento clim¨¢tico, las campa?as pol¨ªticas han rayado en temperaturas ins¨®litas no solo de dimes y diretes, diatribas inesperadas o consignas infundadas, sino de desatados equ¨ªvocos y espesas nieblas de desinformaci¨®n e indecisi¨®n. Al filo de las urnas se pronostica un marcado subid¨®n de temperatura a lo largo de la jornada electoral dominical y al filo del horno se espera un sopor¨ªfero resquemor de espera.
Aqu¨ª cerca, se escucha ya de lejos la voz de Tony Bennett desde un ¨®leo que traz¨® con su voz para retratar a la fila de taxis amarillos bajo otro clima y all¨¢ lejos, llega de M¨¦xico el contraste vergonzoso del reprobable e improvisado desmadre electoral que nada tiene qu¨¦ ver con la civilidad, cordura o concordia que transpira la democracia incluso bajo una quiz¨¢ trasnochada monarqu¨ªa que se moderniza por parlamentaria. All¨¢ lejos parecen rozarnos los ruidos y gritos de tantas zonas de guerra y conflicto, mientras aqu¨ª cerca vemos de lejos cualquier asonada a la paz o tranquilidad que han esgrimido no pocos fan¨¢ticos encendidos que parecen anhelar el retorno de sus peores pret¨¦ritos y hacia delante, en el futuro que no existe a¨²n sonr¨ªen las caritas de millones de ni?os y ni?as que nada tienen que ver con la estulticia y necedad de tantos adultos disfuncionales.
Arden las aceras de noche con los calores que se acumulan como guarnici¨®n de rayos solares y de pronto se despeina todo con brisas inesperadas, que ayer mismo parec¨ªan lenguas de otros fuegos. Urden las urnas por hoy vac¨ªas que han de llenarse con millones de papeletas como alas al vuelo y en boca callada se calculan los salarios e impuestos, los gastos y sacrificios, las viandas y vi¨¢ticos, la vivienda y los valores de millones de votantes y no-votantes que enfilar¨¢n sus voluntades en domingo bajo un sol de justicia; filas interminables de almas y voluntades ejerciendo el elongado laberinto de la libertad y dem¨¢s palabras que parec¨ªan mancilladas, ahora en posibilidad de redefinici¨®n y nuevas etimolog¨ªas.
Hago votos para que todos los votantes expresen libremente su deseo y prop¨®sito, que los resultados avalen el mejor proyecto posible, probable y pensante para todas las Espa?as que caben dentro de su constituci¨®n diversa, pero sobre todo voto sin boleta contra toda forma de censura, contra todo atentado a la cultura y sus culturas, contra tufos de brazo en alto, extendido con la cara al Sol y contra tanta nefanda baba retr¨®grada, corrupta y autoritaria que ha querido recalentar el ¨¢nimo abriendo grietas, cicatrices o viejas heridas con una perniciosa transpiraci¨®n diab¨®lica muy parecida a la piel inflamable de las hogueras. Tanto horno u hornilla no debe derretir ni muchos menos derrotar el cubo transparente y di¨¢fano de las urnas.
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