Marcelo y los dos Manueles
La carrera de Marcelo Ebrard cuenta con algunos paralelismos con la de L¨®pez Obrador y el exsenador Camacho Sol¨ªs, como la de ser gobernador capitalino o canciller
En su libro de memorias El Camino de M¨¦xico (Aguilar, 2023), Marcelo Ebrard declara sin ambages que Manuel Camacho Sol¨ªs y Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador han marcado su biograf¨ªa. El primero, fallecido en 2015, fue su jefe y maestro. El segundo ha sido su l¨ªder y causa.
Adem¨¢s de andanzas pol¨ªticas, a veces enfrentados ¡ªdesde la Regencia del entonces Distrito Federal Camacho y ...
En su libro de memorias El Camino de M¨¦xico (Aguilar, 2023), Marcelo Ebrard declara sin ambages que Manuel Camacho Sol¨ªs y Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador han marcado su biograf¨ªa. El primero, fallecido en 2015, fue su jefe y maestro. El segundo ha sido su l¨ªder y causa.
Adem¨¢s de andanzas pol¨ªticas, a veces enfrentados ¡ªdesde la Regencia del entonces Distrito Federal Camacho y Ebrard negociaron con el opositor Andr¨¦s Manuel¡ª, a los Manueles y a Marcelo los une otra cosa: han tenido eso llamado aspiraciones presidenciales.
Las de Camacho Sol¨ªs se frustraron con la candidatura de Luis Donaldo Colosio en medio del enrarecido y tr¨¢gico ambiente pol¨ªtico de 1993 y 1994. L¨®pez Obrador consum¨® las suyas en 2018. Y Marcelo cedi¨® su lugar en 2012 al tabasque?o, mas de nueva cuenta en estos d¨ªas persigue ese sue?o.
El reclamo que este mi¨¦rcoles hizo Ebrard a su partido, que en realidad est¨¢ dirigido a la ¨²nica autoridad en ese movimiento (L¨®pez Obrador), de que hay cargada a favor de Claudia Sheinbaum pone de nuevo en la mesa la interrogante sobre lo que har¨¢ el excanciller si Morena no atiende sus reclamos.
La duda sobre si romper¨¢ o no romper¨¢ Marcelo con Morena si se elige a Claudia como candidata ha corro¨ªdo el proceso del oficialismo. El tema era una cosa para entretenerse en el caf¨¦ hasta que ayer Ebrard con su reclamo subi¨® la apuesta: ?c¨®mo salva cara si no le hacen caso? ?Se queda? ?Se va?
Esas interrogantes evocan la historia de la candidatura frustrada de Camacho Sol¨ªs, que seg¨²n su relato lleg¨® a pensar en lanzarse de manera independiente en 1993, y la del propio Marcelo en 2012, cuando se conform¨®. Hoy tensa la a?eja, y nada sencilla, relaci¨®n entre Ebrard y Andr¨¦s.
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Si Marcelo aprendi¨® de Manuel Camacho, conviene repasar algunas versiones de lo que ocurri¨® a ¨¦ste cuando el presidente Carlos Salinas mov¨ªa los hilos de su sucesi¨®n, hace 30 a?os.
Contra las reglas del sistema, el entonces regente del Distrito Federal no se sum¨® a la bufalada luego de que el 28 de noviembre de 1993 Luis Donaldo fuera destapado. No lo felicit¨® ni a insistencia de Carlos Salinas.
¡°Ese domingo Camacho estaba en su casa de Cuernavaca, donde sol¨ªa descansar; me llam¨® por tel¨¦fono en la ma?ana; yo me report¨¦ con ¨¦l una vez concretada la postulaci¨®n¡±, cuenta Salinas en ¡°M¨¦xico. Un paso dif¨ªcil a la modernidad¡± (Planeta & Janes 2000). ¡°Le ped¨ª que felicitara a Donaldo personalmente; me contest¨® que no lo har¨ªa sin antes hablar conmigo. Le respond¨ª que estaba dispuesto a que habl¨¢ramos pero que deb¨ªa felicitar al candidato. Nos despedimos¡±.
Camacho y Salinas hablar¨ªan m¨¢s tarde ese mismo d¨ªa, y seg¨²n el presidente fue testigo de esa comunicaci¨®n Ernesto Zedillo, quien estaba a punto de convertirse en el coordinador de campa?a de Colosio. ¡°Acept¨¦ que me visitara, pero le dije que las reglas no escritas de la competencia dentro del Partido y del sistema, se?alaban que quienes no alcanzaban la postulaci¨®n deb¨ªan sumarse al candidato¡±.
El desayuno ocurri¨® y en ¨¦l, siempre seg¨²n Salinas, se pact¨® la salida del regente y su nombramiento como canciller: ¡°le habl¨¦ con franqueza. Le hice ver que ¨¦l ya no ten¨ªa el ¨¢nimo para permanecer en un puesto tan delicado para el proceso electoral venidero como la jefatura del Departamento del Distrito Federal¡±.
El expresidente remata as¨ª ese cap¨ªtulo de sus memorias: ¡°En realidad, la actitud de Camacho no represent¨®, ni con mucho, una crisis interna en el PRI, que ya hab¨ªa consolidado su apoyo a Colosio. Manuel Camacho hab¨ªa dejado de ser un contendiente real para la candidatura presidencial desde varios meses atr¨¢s. La ¡®crisis¡¯ se redujo a una manifestaci¨®n personal de Camacho, que al final no represent¨® problemas mayores. La postulaci¨®n de Colosio tuvo lugar sin desprendimientos de militantes ni de organizaciones del PRI; se hab¨ªa logrado mantener la cohesi¨®n interna del partido¡±.
Salinas dedica otras l¨ªneas a explicar tanto el car¨¢cter de Camacho, sus logros en el Gobierno del Distrito Federal, pero tambi¨¦n c¨®mo nunca pudo hacerse del PRI. Esto dice con respecto a un desayuno que tuvieron previo al destape de Luis Donaldo: ¡°Su talento era evidente, aunque siempre adoptaba un tono de sabidur¨ªa pontificial. Hablaba con cierta soberbia, tanta como para insinuarse al puesto (la candidatura)¡±.
Y p¨¢rrafos m¨¢s adelante el expresidente se?ala que a pesar de su talento, Camacho ¡°no era capaz de conseguir la adhesi¨®n de la mayor¨ªa del PRI¡±, y que la ¡°proximidad personal¡± que ambos ten¨ªan no pod¨ªa haber bastado para que ¡°el PRI lo postulara¡±.
Carlos Salinas no eludir¨¢ que durante la campa?a Camacho se convirti¨® en un tema que, como es sabido, incomod¨® a Luis Donaldo. Un asunto tan delicado que cuando asesinan a Colosio tambi¨¦n muere la posibilidad de una presidencia para Manuel.
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Camacho dio parte de su versi¨®n sobre ese proceso a Jorge Casta?eda, que lo incluye en su libro La Herencia (Random House, edici¨®n digital 2015). El exregente considera que fue enga?ado por Salinas, que le mand¨® se?ales, le dio largas, y luego no le cumpli¨®.
¡°Decidi¨® [Camacho] buscar una confrontaci¨®n privada con Salinas, para exponer los argumentos a favor de su candidatura y contra la l¨ªnea pol¨ªtica que en su opini¨®n reflejar¨ªa la designaci¨®n de Colosio. Se propuso tambi¨¦n objetar ciertas declaraciones de Salinas y responder a algunas de las cr¨ªticas dirigidas en su contra¡±, escribe Casta?eda. ¡°Recuerda hoy c¨®mo ¡®antes de hablar ese lunes con Salinas, pens¨¦ seriamente en lanzar mi candidatura a la Presidencia el d¨ªa de mi comparecencia [en la asamblea de representantes del DF]. Decid¨ª que era correcto hablar antes con Salinas. Todo indica que lo que sigui¨® fue un enga?o para controlar la situaci¨®n¡¯¡±.
En sus memorias, Salinas refuta que hubiera tal enga?o y hasta destaca que no lanz¨® la candidatura independiente.
¡°De haber sido cierto el supuesto enga?o, cuando el Partido nomin¨® a Colosio el mismo Camacho debi¨® haber renunciado a la cartera que detentaba en mi gobierno para lanzar su candidatura independiente.
¡°No lo hizo. No renunci¨®. No present¨® su candidatura independiente. Lo que hizo fue aceptar el nombramiento de secretario de Relaciones Exteriores¡±.
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Hablando de aspiraciones a la silla del ¨¢guila, a?os despu¨¦s Camacho pasar¨ªa de protagonista a la esquina de manager de Ebrard, cuando este creci¨®, desde la jefatura del gobierno capitalino, al punto de convertirse en un presidenciable.
En 2011, la disyuntiva era qui¨¦n ente Marcelo o Andr¨¦s Manuel encabezar¨ªa a la izquierda en las presidenciales del a?o siguiente. Ebrard cre¨ªa que, con todo lo que su figura hab¨ªa ganado como alcalde del Distrito Federal, ¨¦l podr¨ªa vencer a L¨®pez Obrador en las encuestas para decidir abanderado.
Alejandro P¨¢ez, en Los Suspirantes 2012 (Planeta 2011), recoge estas expresiones de Ebrard en aquella disputa:
¡°En marzo de 2011, seg¨²n sus propios c¨¢lculos, Marcelo Ebrard Casaubon estaba arriba de L¨®pez Obrador en las preferencias electorales. ¡®Si se sacara ahorita una encuesta tengo mayor potencial que Andr¨¦s Manuel¡¯, dijo en una entrevista con CNN M¨¦xico. AMLO, sin embargo, neg¨® tal ventaja en una conferencia posterior¡±.
En su libro, Ebrard cuenta que cuando se realizaron las dos encuestas en 2011 ¡°el margen final por el que qued¨® la candidatura para Andr¨¦s Manuel fue de apenas 1,6% (32 votos sobre 2000 encuestados). Con una diferencia tan nimia, y con el acuerdo inicial de que ¡®el que gana gana¡¯, decid¨ª que, en vez de ballotage o una segunda vuelta, directamente aceptar¨ªa los resultados¡±.
Lo que en su libro no cuenta Ebrard es que seg¨²n otros testimonios fue Camacho el que le convenci¨® de que no pidiera una nueva ronda de encuestas, y menos que desconociera el triunfo de L¨®pez Obrador o lo enfrentara.
De hecho, a P¨¢ez le dice que Andr¨¦s Manuel y ¨¦l pactaron ese m¨¦todo desde el segundo semestre de 2007 (primer a?o de gobierno de Ebrard en el Distrito Federal), y que lo hicieron solos, sin nadie m¨¢s.
¡ª?Qui¨¦n les arregla la reuni¨®n?, le cuestion¨® el periodista.
¡ªNo, es directo. Yo siempre le hablo directo a ¨¦l. Es en casa de ¨¦l. No tenemos intermediarios¡
Camacho, dir¨ªan hoy, tiene otros datos.
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En una entrevista de 2010, Camacho le dice a la revista Estilo esto sobre ellos tres, los dos Manueles y Marcelo:
¡ªSe habla mucho de una eventual candidatura de Marcelo Ebrard como una fuerte opci¨®n de la izquierda y del PRD. ?Qu¨¦ opina de esta posibilidad?¡ª, cuestionan al exregente.
¡ªYo le tengo una gran estimaci¨®n a Marcelo Ebrard. Considero que es un pol¨ªtico formado y honesto. Es una persona que conozco perfectamente bien. Digamos que hay todas las razones para tener simpat¨ªa por Marcelo, pero al mismo tiempo reconozco la capacidad de L¨®pez Obrador: no hay otra persona que pueda convocar a la gente como ¨¦l, no hay otro. De cualquiera manera yo no apuesto a una persona sino apuesto a que pueda configurarse un proyecto pol¨ªtico que le d¨¦ salida al pa¨ªs y que tengamos, quienes estamos en ese espacio pol¨ªtico, la inteligencia, la madurez y la responsabilidad para no echar a perder de nuevo esta oportunidad.
¡ª?C¨®mo es la relaci¨®n actual entre Andr¨¦s Manuel y Marcelo?
¡ªHace dos a?os nos reunimos los tres. En ese momento a los dos les present¨¦ un documento estrat¨¦gico y el ¨²ltimo punto era la candidatura presidencial de 2012. Delante de los dos dije que lo ¨²nico que tenemos que hacer es evitar personalismos: el candidato de la izquierda debe ser aquel que est¨¦ en mejor posibilidad de ganar la elecci¨®n. En ese momento hubo asentimiento y creo que ambos estuvieron de acuerdo.
¡ªLa pregunta del mill¨®n, ?cree que esa relaci¨®n cordial de anta?o se pueda mantener en el calor de la competencia pol¨ªtica?
¡ªMis amigos de derecha siempre me dicen que convenza a Marcelo Ebrard de que rompa con L¨®pez Obrador. Cuando me dicen eso yo les digo que lo que quieren es que Marcelo se coma una manzana envenenada para que despu¨¦s no quede nadie sobre la mesa.
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A Manuel Camacho el c¨¢ncer le impidi¨® ver el triunfo de L¨®pez Obrador. Ver tambi¨¦n c¨®mo, en otro paralelismo de carreras, Ebrard que fue gobernante capitalino como ¨¦l, llegaba en 2018 a la Canciller¨ªa, donde ambos trabajaron brevemente en 1993 antes de que el pol¨ªtico fallecido en 2015 fuera negociador en Chiapas.
Un presidente que busca la unidad de su partido a toda costa, un proceso que se ¡°definir¨¢¡± por encuestas, un precandidato que teme ser v¨ªctima de un enga?o, un destape viviendo sus momentos de m¨¢s tensi¨®n.
?Qu¨¦ har¨¢n esta vez Andr¨¦s Manuel y Marcelo? ?Se repetir¨¢ 2011? Cuando Ebrard cedi¨® ante L¨®pez Obrador ¨¦ste dijo que qu¨¦ bueno que no hab¨ªa escuchado el canto de las sirenas. El otro Manuel ya no est¨¢ para aconsejar a su pupilo. ?Qu¨¦ dir¨ªa? ?Muerde la manzana?
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