X¨®chitl, campa?a sin persuasi¨®n
Para ganar unas elecciones se requiere mucho m¨¢s que una buena persona. Incluso si logra conectar porque dice groser¨ªas o le echa muchas ganas, como pr¨¢cticamente todos en M¨¦xico
Denise Maerker entrevist¨® esta semana en Radio F¨®rmula a la precandidata X¨®chitl G¨¢lvez. El contenido de la charla es revelador de cosas que no funcionan en la campa?a opositora.
De saque, la periodista puso un bal¨®n a gol a la exsenadora. Queda claro, le dijo, que en una palabra la oferta electoral de Claudia Sheinbaum es la continuidad. Qu¨¦ palabra define la campa?a de la oposici¨®n, quiso saber la conduc...
Denise Maerker entrevist¨® esta semana en Radio F¨®rmula a la precandidata X¨®chitl G¨¢lvez. El contenido de la charla es revelador de cosas que no funcionan en la campa?a opositora.
De saque, la periodista puso un bal¨®n a gol a la exsenadora. Queda claro, le dijo, que en una palabra la oferta electoral de Claudia Sheinbaum es la continuidad. Qu¨¦ palabra define la campa?a de la oposici¨®n, quiso saber la conductora. ¡°Futuro¡±, dijo r¨¢pido G¨¢lvez, con tono de quien responde en un programa televisivo de acierto y error. Pero, tras un breve titubeo, agreg¨®: ¡°ching¨®n¡±. En menos de un minuto ya no quedaba clara cu¨¢l es LA palabra que define a la retadora de L¨®pez Obrador y Sheinbaum.
Nos fuimos a los cortes comerciales y en estos ahora hay spots de X¨®chitl como una persona ¡°fuerte como t¨²¡±.
Futuro, ching¡, fuerte. No se trata solo de palabras, t¨¦rminos que juntos o separados pueden ser buen slogan. El problema es que en la semana tres de la precampa?a, y a medio a?o de su mejor momento, esta aspirante contin¨²a en zigzag y carente de la coherencia indispensable para persuadir votantes.
Encima, G¨¢lvez ejecuta demasiadas de sus intervenciones medi¨¢ticas a la defensiva, de una forma nada atractiva si lo que quiere es conquistar votos m¨¢s all¨¢ de las militancias partidistas de quienes la impulsan y de los xochitlovers.
Esta candidata emplea demasiado tiempo y recursos en pretextos. Es que cost¨® mucho trabajo poner de acuerdo a tres partidos... Nosotros no disponemos de los millones y millones que tienen los de enfrente... Explicaciones que pueden ser ciertas pero sobran en una contienda.
Las campa?as son un ejercicio de persuasi¨®n contra reloj. Casi todo vale a condici¨®n de ganar. Y lo que el gran p¨²blico suele premiar es no solo el m¨¦rito de alguien probo o digno del cargo, sino a quienes logran despertar ilusi¨®n, encantamiento, ¨¢nimo e incluso fervor.
X¨®chitl parece convencida de que ¡°cuando la conozcan¡± la gente caer¨¢ rendida a sus pies por su historia y su intenci¨®n. Han desperdiciado por ello cientos de spots estas semanas en donde recetan a la ciudadan¨ªa, otra vez, gelatinas y datos de su, notable pero sobada, victoria sobre la pobreza.
Y en entrevistas como la de Maerker reincide en la actitud quejica por la cancha dispareja dada la intervenci¨®n de Palacio y la obscena cargada oficialista y medi¨¢tica a favor de Sheinbaum. Otra vez: sin ser mentira eso, la gente busca a quien gane a pesar de todo, no a quien le diga lo obvio.
Igualmente, a G¨¢lvez nunca le aconsejaron que no se gana un partido atendiendo al grader¨ªo. En vez de concentrarse solo en su juego y estrategia, no deja pasar temas sin opinar. Esta semana se puso a aconsejar sobre los pleitos del tribunal electoral. ?Se sigue sintiendo senadora?
Futuro, ching¡, fuerte y dispersa. Quiere estar en todo y, obviamente, por ello brinca de una cosa a otra, meti¨¦ndose en cuanta pol¨¦mica surja, o provocando unas no necesariamente para bien; y evidencia que carece de un discurso preciso, contundente, atractivo y, por supuesto, ¨²nico.
Parece que estamos ante algo m¨¢s que falta de disciplina. Nadie le regatea que sea chambeadora, ni que no se tome con seriedad lo que est¨¢ en juego. Sin embargo, de una forma singular se resiste a mandar se?ales que la hagan lucir menos espont¨¢nea (que a veces linda en improvisaci¨®n) y m¨¢s formal.
X¨®chitl G¨¢lvez cae bien, pero esto no es un concurso de simpat¨ªa. La frescura es parte de su personalidad, pero el poder supone ritos y lenguajes que socialmente aceptamos y, muy importante, cuando hay legitimidad en la forma en que se usan, incluso respetamos.
La personalidad de Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno no est¨¢ re?ida con la que hoy despliega como candidata de Morena, pero no es necesario hacer notar que desde hace meses proyecta una imagen de conciencia y ejercicio del poder. Se asume presidencial.
Cierto es tambi¨¦n que campa?as hay de todo tipo y ya Argentina demostr¨® que alguien con gestos desquiciados puede ganar. Sin embargo, los n¨²meros de las encuestas son contundentes: pasan las semanas y ni con su simpat¨ªa, X¨®chitl recorta terreno; y en vez de corregir, critica las encuestas. Lo dicho.
El problema se agrava porque el PRI y el PAN lograron descarrilar al aspirante que amenazaba a su abanderada. El ponchar las aspiraciones de Samuel Garc¨ªa es sin duda un acierto pol¨ªtico de partidos que se han acostumbrado a ser vistos como disfuncionales o poco relevantes.
Movimiento Ciudadano est¨¢ en la lona y el cuadril¨¢tero, faj¨ªn de retador incluido, ha quedado en exclusiva y m¨ªnimo hasta finales de enero, para X¨®chitl G¨¢lvez.
Si una hora hubo para que demuestre que tiene una estrategia, que afin¨® m¨²sculos para dar golpes y cabeceo para evadir los que le caer¨¢n, piernas que le ayuden a resistir los lagu¨ªsimos rounds que le esperan y mente fr¨ªa para imponer los t¨¦rminos de la pelea, es esta. No habr¨¢ ma?ana.
Todos los errores cometidos hasta hoy ser¨¢n paja de peri¨®dicos viejos si logra darle la vuelta a la campa?a. Porque solo hay algo peor que un error como el de nombrar a tus hijos como parte formal de la campa?a, y ese es desperdiciar tiempo y espacios explicando tu decisi¨®n.
Lleg¨® el momento de demostrar que la curva de aprendizaje qued¨® atr¨¢s. Ya present¨® a su equipo de campa?a y a quienes le ayudar¨¢n a construir una plataforma de propuesta de gobierno. Las cr¨ªticas o encomios por ambas decisiones son algo dado, que la candidata parezca afectada por eso, no.
La forma campechana y hasta francota de ser de G¨¢lvez, la recurrencia a las palabrotas, puede ser un acierto, una no muy probada ruta al triunfo, una lectura de que el electorado ahora premia eso. Qui¨¦n sabe. En todo caso, parece que ha decidido ser en esta campa?a la de siempre.
Porque si va a cambiar de piel para presentarse como alguien que sabe comportarse con la formalidad convencional del poder, ya se tard¨®. Si no, m¨¢s vale que su apuesta por el desparpajo sea correcta. Porque al final solo ella, y nadie m¨¢s, ser¨¢ responsable del fracaso si est¨¢ errada en su c¨¢lculo.
Adem¨¢s, la propensi¨®n a decir la verdad no necesariamente abona en sus n¨²meros. En la mencionada entrevista, para cerrar con otro ejemplo de esta misma semana, reconoci¨® que su despegue como precandidata ha sido eminentemente partidista porque los ciudadanos no quieren ¡°mezclarse¡±.
Se agradece la franqueza, pero no se da cuenta de que en esa declaraci¨®n resta posibilidades a su campa?a, que hace ver como poco presentables a quienes, para bien o para mal, son los partidos que la aceptaron y promueven, quienes pondr¨¢n recursos y militancias a su disposici¨®n.
Los guiones son la mejor herramienta para quienes gustan de la improvisaci¨®n. Es la red que permite en todo tiempo saberse al amparo si hay un tropez¨®n. Y constituyen el recordatorio de lo que se quiere decir y c¨®mo se pretende comunicar.
La de X¨®chitl G¨¢lvez parece, a menos de seis meses de las elecciones, una campa?a donde no hay un guion para la persuasi¨®n. Se apuesta todo a la personalidad, original y valiosa, sin duda, de una persona que toda su vida ha vencido obst¨¢culos.
Pero para ganar unas elecciones se requiere mucho m¨¢s que una buena persona con buenas intenciones como candidata. Incluso si logra conectar porque dice groser¨ªas, como uno, o le echa muchas ganas, como pr¨¢cticamente todos en M¨¦xico.
Persuadir al electorado precisa de distintos esfuerzos. Ser¨ªa un caso de estudio que teniendo tan buena materia prima en t¨¦rminos de personalidad, esta candidatura naufragara porque nadie logr¨®, en pocas palabras, elaborar una promesa concreta y un m¨¦todo efectivo para comunicarla.
X¨®chitl no puede ser la oferta electoral. Alguien solamente ching¨®n, tampoco. ?Vendernos futuro? Quiz¨¢, pero es tan inasible eso del futuro. ?Fuerte como t¨²? Remite a la derrotada campa?a del Estado de M¨¦xico y, es pregunta, usan ese t¨¦rmino ¡ªfuerte ¡ª ?para no usar ching¨®n?
Todos aquellos que vean en Morena un riesgo tienen en X¨®chitl ¡ªy salvo un milagro de ¨²ltimo minuto del mago Dante¡ª a su candidata. Pero esos votos no alcanzan, de ninguna manera, para ganar en 2024. Y tampoco para bloquear la mayor¨ªa constitucional en el Congreso.
Para persuadir a los indecisos se requiere mucho m¨¢s que tener una buena historia. As¨ª sea chingona como la de X¨®chitl.
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