El placer de la influencia de Jos¨¦ Agust¨ªn
Desde la publicaci¨®n de su novela ¡®De Perfil¡¯, se convirti¨® en un padre a veces velado, a veces abierto, un poco prohibido y muy placentero, de muchas generaciones de escritores y escritoras mexicanas
Esta tercera semana de enero del 2024 tiene mucho de fat¨ªdica porque deja un terrible hueco en M¨¦xico y en especial en la literatura: se ha ido Jos¨¦ Agust¨ªn. Autor prol¨ªfico de cuentos perfectos, vanguardistas; novelas le¨ªdas por todos y todas y ensayos que incluyen a los excluidos. Sus obras marcaron generaciones y generaciones de la manera m¨¢s profunda: haci¨¦ndolas leer y a¨²n m¨¢s, escribir. La muerte de Jos¨¦ Agust¨ªn ha reunido voces usualmente dist...
Esta tercera semana de enero del 2024 tiene mucho de fat¨ªdica porque deja un terrible hueco en M¨¦xico y en especial en la literatura: se ha ido Jos¨¦ Agust¨ªn. Autor prol¨ªfico de cuentos perfectos, vanguardistas; novelas le¨ªdas por todos y todas y ensayos que incluyen a los excluidos. Sus obras marcaron generaciones y generaciones de la manera m¨¢s profunda: haci¨¦ndolas leer y a¨²n m¨¢s, escribir. La muerte de Jos¨¦ Agust¨ªn ha reunido voces usualmente distantes, de diferentes estilos, clases sociales y generaciones que se manifestaron en redes y medios de comunicaci¨®n reconociendo un maestro de manera un¨¢nime. Plumas tan diversas como Juan Villoro, J.M. Serv¨ªn, Brenda Navarro, Alma Delia Murillo o Juli¨¢n Herbert, por tan solo citar algunos, se reconocen en el autor de Ciudades desiertas y le hacen homenaje.
Cuando un autor muere, hay un cierre definitivo de una obra que, a partir de ese momento, comenzar¨¢ a observarse con base en su trascendencia. El lugar que ocupar¨¢ o deje de tener en una literatura.
La permanencia de una obra, forme parte del canon o no, depende en esencia y casi siempre del Estado y las instituciones, pues son quienes o se olvidan o se apropian de un autor, haci¨¦ndolo parte de su identidad, y quienes incluyen obras en c¨¢tedras y eventos literarios.
Tambi¨¦n, la trascendencia la deciden los lectores y a¨²n m¨¢s los escritores. En este sentido Jos¨¦ Agust¨ªn fue parte del canon desde el primero momento, a los veintipocos a?os, cuando public¨® De perfil. Con el paso de los a?os, y m¨¢s ahora que ha muerto, la Academia y el Estado buscar¨¢n asimilarlo, pero Jos¨¦ Agust¨ªn es el placer de la influencia en la literatura mexicana desde hace m¨¢s de cincuenta a?os; levant¨® y quem¨® el tel¨®n que solo permit¨ªa la entrada a los escritores e intelectuales e hizo de la literatura un ejercicio cotidiano en el que todos cab¨ªan, los j¨®venes en especial. Porque toma el esp¨ªritu de la ¨¦poca de los a?os sesenta, el de Bob Dylan o los Kinks, en donde ser joven dej¨® de ser un rito de paso para ser adulto y se transform¨® en un lugar, en un esp¨ªritu para ver el mundo por primera vez.
La obra de Agust¨ªn es una ruptura contundente y definitiva en el panorama de la literatura mexicana. Quiz¨¢ suene exagerado decirlo, pero antes de La tumba o De perfil la literatura mexicana era pura Alta Literatura. El talento abundaba, quiz¨¢s demasiado, en la angustiante influencia de la literatura mexicana del siglo veinte con poetas secretos, eruditos y extremadamente finos como Villaurrutia, Gorostiza, Paz¡; el surrealismo profundo de Rulfo, la genialidad l¨²dica de Arreola y la exuberancia de Castellanos eran pura y dura alta literatura. Lo dice ?lvaro Enrigue en propias cultas palabras: ¡°Hab¨ªan escrito desde el interior de la estructura catedralicia del espa?ol aurosecular¡±.
La ruptura de Jos¨¦ Agust¨ªn es definitiva. ¡°Detr¨¢s de la gran piedra y del pasto, est¨¢ el mundo en que habito. Siempre vengo a esta parte del jard¨ªn por algo que no puedo explicar claramente, aunque lo comprendo¡±. Este inicio de De perfil quiz¨¢ sea el m¨¢s influyente de la literatura mexicana. Esa novela incluy¨® a quienes estaban excluidos de la literatura, a los j¨®venes, a los no intelectuales, a los autodidactas, a los diletantes¡ Su poder consisti¨® en escribir y pensar como los j¨®venes o la gente ¡°normal¡±. Dice Juan Villoro: ¡°Fuera de sus p¨¢ginas todo me parec¨ªa ficci¨®n. Desde la ventana del departamento ve¨ªa las azoteas, los p¨¢jaros que volaban de unas antenas de televisi¨®n a otras y me preguntaba qu¨¦ se estar¨ªa escribiendo en las casas de enfrente; de golpe percib¨ªa mi colonia como una colmena de escritores, resultaba inconcebible que alguien se dedicara a otra cosa, la realidad se hab¨ªa vuelto un enorme pretexto para escribir novelas¡±.
Con esta novela y la abundante obra que publicar¨ªa en ensayo, teatro, s¨¢tira pol¨ªtica, cuento y desde luego muchas novelas, Jos¨¦ Agust¨ªn se convirti¨® en un padre a veces velado, a veces abierto, un poco prohibido y muy placentero, de muchas generaciones de escritores y escritoras mexicanas. Dice J.M. Serv¨ªn: ¡°Se convirti¨® por derecho propio y sin propon¨¦rselo en un gur¨²¡±. Ahora se puede prescindir de la apolog¨ªa y de la cr¨ªtica porque su influencia es un hecho avasallante. Jos¨¦ Agust¨ªn influye en novelistas, cuentistas, poetas y cronistas por su lenguaje directo, indispensable e imprescindible, porque el efecto de su literatura es uno de los m¨¢s complicados en la prosa, pues escribe como se habla, su literatura no parece pasar por el filtro de la elaboraci¨®n; artificio tan pulido que parece brotar de la nada y estar escuchando a gente normal en la calle. Agust¨ªn se apropi¨® y construy¨® un lenguaje anti intelectual que lo mantuvo joven siempre. Preocup¨¢ndose m¨¢s bien por t¨¦cnicas narrativas, dice Herbert: ¡°Es verdad que una parte de la obra de Jos¨¦ Agust¨ªn le habla con frescura y sencillez a una ¨¦poca y a un sector de la juventud, pero a m¨ª lo que me conquist¨® primero es el otro polo de su prosa: lo joyceano y rabelesiano, lo experimental y conceptual¡±.
En 2010 el dramaturgo y ensayista Hugo Hiriart escribi¨® El arte de perdurar, un ensayo que reflexionaba sobre lo poco le¨ªdo que es Alfonso Reyes, cuando en vida fue un autor virtuoso y popular que incluso figur¨® en la lista de candidatos al Premio Nobel de literatura. Hiriart dice que Reyes tiene maestr¨ªa, pero no representatividad. Quien s¨ª la tiene, piensa, es Jorge Ibarg¨¹engoitia y de ah¨ª su popularidad. Lo cual en el 2010 era completamente leg¨ªtimo; pero a inicios de este 2024, con la partida de Jos¨¦ Agust¨ªn, adem¨¢s del pronunciamiento de la casi totalidad de las escritoras y escritores mexicanos, basta abrir las p¨¢ginas de Villoro, Serv¨ªn, Navarro, Murillo y muchas y muchos m¨¢s, para descubrir la profunda influencia de Agust¨ªn, que une lo que en M¨¦xico casi nunca y nadie compila, diferentes clases sociales, diferentes g¨¦neros son permeados y definidos por Jos¨¦ Agust¨ªn, quien lejos de ser una influencia angustiosa, un padre avasallante, es una figura que acompa?a durante la escritura con el principio del placer.