La ventana empa?ada

La Ciudad de M¨¦xico se solidariza con Par¨ªs y cumple su propia lluvia, al otro lado del mundo, a lo largo de cada minuto de la magna inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos en Par¨ªs; no pocas calles y pasos a desnivel intentaron clonarse con el cauce del r¨ªo Sena y uno de mis hijos propuso que la delegaci¨®n mexicana ¡ªsiempre tan llena de esperanza¡ª debi¨® navegar la ceremonia montados ...

La Ciudad de M¨¦xico se solidariza con Par¨ªs y cumple su propia lluvia, al otro lado del mundo, a lo largo de cada minuto de la magna inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos en Par¨ªs; no pocas calles y pasos a desnivel intentaron clonarse con el cauce del r¨ªo Sena y uno de mis hijos propuso que la delegaci¨®n mexicana ¡ªsiempre tan llena de esperanza¡ª debi¨® navegar la ceremonia montados en una t¨ªpica trajinera de Xochimilco, pero no le hicieron caso a su sue?o.

M¨¦xico apuntala su endeble Fraternit¨¦ fronteriza con los Estados Unidos de Norteam¨¦rica y participa sin participar en la entrega o captura del llamado Mayo Zambada, capo legendario del Cartel de Sinaloa y el presidente de M¨¦xico asegura desconocer si la detenci¨®n fue o no en territorio mexicano y subraya el tono de hacerse de la vista gorda para no ofender a los grupos fuertes del crimen organizado.

M¨¦xico clama tambi¨¦n la Egalit¨¦ al dejar que el mismo presidente de M¨¦xico declare sin la m¨ªnima verg¨¹enza que el proyecto enredado del Tren Maya en Yucat¨¢n es obra monumental que ¡°no la tienen ni los chinos¡± y M¨¦xico vive entonces la generalizada Libert¨¦ de fertilizar el boom de la mentira y la simulaci¨®n; del ai?se va al qu¨¦ no ves en el lamentable vac¨ªo de un aeropuerto sin vuelo o casi sin vuelos, un simp¨¢tico tour de la presidente electa codo con codo con el presidente saliente como si la mala palabra de sucesi¨®n ha cambiado descaradamente su etimolog¨ªa con la palabra continuidad y en la ventana empa?ada se deslizan gotitas de continua desidia en medio de desesperaciones y el vaho de la verborrea insensata es niebla sobre el cristal.

De todas las series que se hilan en pantallas de todo tama?o, el culebr¨®n de M¨¦xico parece no tener l¨ªmite al enmara?amiento de sus tramas que se entrelazan y bifurcan entre la realidad y el delirio; con personajes incre¨ªbles y di¨¢logos imperdonables, el culebr¨®n goza de un soundtrack tan diverso y polifac¨¦tico como el mostrado durante la gala llovida de Par¨ªs: a espejo de Lady Gaga, la vehemencia incontestable de un viejo Gag¨¢; a contrapelo de Zidane, Sinded¨ªn con espuelas, un charro mexicano que perdi¨® una falange floreando la reata; que si el caballo de Juana de Arco galopa sobre un r¨ªo, aqu¨ª tenemos al fr¨¢gil Bordo de Xochiaca donde flota eterna la cabeza de Ju¨¢rez (contador p¨²blico titulado casado con quien fuera su maestra de contabilidad y quince a?os mayor que ¨¦l¡­ casi casi como Macron) y para remate el detallazo de uniformar a la delegaci¨®n ol¨ªmpica de M¨¦xico con un llamativo uniforme que evoca el riesgo y habilidad, v¨®rtice, vuelo y vehemencia de los taxis de la Ciudad de M¨¦xico, blanco y rosa mexicano como vuelo de atleta en vilo, gimnasta autofinanciada, tiro con arco, pero con flechas de plumaje prehisp¨¢nico¡­ todo un desmadre hist¨®rico, geogr¨¢fico, ideol¨®gico, circunstancial y tropical¨ªsimo que no merece mejor adjetivo que OL?MPICO.

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