Agatha Christie vs. Trump
La novela &Pasajero a Frankfurt* se lee como delirante hip車tesis que, en 1970, sirvi車 para que do?a Agatha intentara explicar los movimientos estudiantiles del &68 y las maquinaciones de un resurgimiento del nazismo
Para celebrar sus ochenta a?os de edad, Agatha Christie public車 en septiembre de 1970 una novela de intriga internacional y espionaje de fondo titulada Passenger to Frankfurt. Aunque no es de sus mejores libros, la do?a manten赤a un enigm芍tico pulso sobre su prosa y en d赤as pasados me ha imantado con una 求a veces求 nociva asociaci車n inevitable con las noticias del presente; quien lea hoy mismo Pasajero a Frankfurt podr赤a caer en la telara?a de imaginar que do?a Agatha sigue vigente en las pantallas del telediario y en las primeras planas de los diarios, pues la pulpa de la novela g...
Para celebrar sus ochenta a?os de edad, Agatha Christie public車 en septiembre de 1970 una novela de intriga internacional y espionaje de fondo titulada Passenger to Frankfurt. Aunque no es de sus mejores libros, la do?a manten赤a un enigm芍tico pulso sobre su prosa y en d赤as pasados me ha imantado con una 求a veces求 nociva asociaci車n inevitable con las noticias del presente; quien lea hoy mismo Pasajero a Frankfurt podr赤a caer en la telara?a de imaginar que do?a Agatha sigue vigente en las pantallas del telediario y en las primeras planas de los diarios, pues la pulpa de la novela gira en torno a la diab車lica posibilidad de que resucitara entre nosotros el Nacional Socialismo, que los Nazis de mon車culo y u?as largas no se extinguieron con su Reich y que el hijo de Hitler llamado Sigfrido viene marcado con una su芍stica en el tobillo y los tres 666 en la frente, bajo un copete amarillo de pelo vol芍til sobre una hedionda faz de color naranja.
Pasajero a Frankfurt se lee como delirante hip車tesis que en el momento de su publicaci車n en 1970 sirvi車 求equivocadamente求 para que do?a Agatha intentara explicar los movimientos estudiantiles del &68 como maquinaciones de un resurgimiento del nazismo. La octogenaria tambi谷n confund赤a a los skinheads con los hippies (como no pocas t赤as m赤as en Guanajuato) y aunque en la novela hay exabruptos exhalados contra los Beatles como meros gre?udos y otras gracias de viejita indignada, la novela boga o flota gracias a la prosa de una mujer que sab赤a tensar muy bien sus p芍rrafos y pintar de manera palpable a sus personajes: aparece una millonaria enloquecida, fan芍tica de las 車peras de Wagner que viene a ser como la falsa abuela del Sigfrido supuesto hijo de Adolf Hitler; aparece tambi谷n Sir Stafford Nye, diplom芍tico ingl谷s de tweed y elegante verbo que participa involuntaria y accidentadamente en una cruzada por la libertad con una secreta cofrad赤a de espionaje de altos vuelos y con el prop車sito de combatir la embestida nazi y el fin del mundo o mejor a迆n, aparece y desaparece en la novela la misteriosa Daphne Theodofanous que adopta varias personalidades y nombres de novela para corretear a los malhechores de una trama que no pienso echar a perder en estos p芍rrafos, pues prefiero escudri?ar mi propia enfermedad lectora al ir pasando p芍ginas convencido de que la novelita habla de las garras del propio Vladimir Putin como siniestro Belezb迆 titiritero de la negra trama Trump, tan edulcorada con risible imbecilidad e imperdonable o descarado prop車sito de terminar de joder al mundo tal como lo conocemos.
Parece p芍rrafo de Poirot leer esta novela escrita por una octogenaria donde se funden la CIA y la KGB, el MI5 ingl谷s y la neblina de Par赤s con un detalle enigm芍tico en un panda de peluche, unos documentos secretos y un instante de hero赤smo que se realiza en el aeropuerto de Frankfurt, al paso de un pasajero que pasa por otro en un avi車n an車nimo hacia la niebla de Londres y las p芍ginas se van llenando de intriga y de eso que llaman suspense, sazonado por los juicios quiz芍 ya muy distorsionados de la genial autora que al paso de los a?os se le perdonan por este raro sortilegio de asociar sus enredos con los tropiezos trepidantes del presente.
Es m芍s, sostengo que s車lo le falta a?adir el surrealismo sangriento del narcotr芍fico mexicano, la err芍tica e improvisada dizque transformaci車n de cuarta, el estercolero y la negada corrupci車n del Tren Maya, los jueces que se eligen por t車mbola y la megamamada de un aeropuerto monumental en medio de la Nada (tambi谷n llamada Pachuca) al servicio de dos o tres aviones (uno de ellos de h谷lice) para completar el debraye y sin mucho trabajo imaginar que Agatha Christie resucita con p芍rrafos la presencia de aventureros 角 la Indiana Jones, nazis de diente de oro y Donald J. Trump integrante de un nefando complot donde parecer赤a incre赤ble escucharle elogios al F邦hrer, desear que de veras existiera su hijo Sigfrido como aria de 車pera de Wagner y anhelar los desfiles al paso de ganso.
Es inconcebible que ni Agatha Christie pudo imaginar que el presidente electo de the Good ol*USofA es abiertamente admirador (y c車mplice o s迆bdito) del estaliniano Putin y del caricaturesco coreano del Norte peinado con bacinica. Es incre赤ble que una novela de hace ya tantos a?os se ligue de manera siniestra al sinsentido del horror de hoy, pero tambi谷n es encomiable que la gran Dama del Crimen haya dejado toda su obra atada y bien atada ante un tel車n de elevada calidad, obras maestras y muchos libros indispensables alineados junto con un mont車n de cuentos e historias que si bien no se conservan en letras de oro s赤 logran el sortilegio de amenizar la tensi車n del terror de todos los tiempos: hablo del Mal en la enrevesada mentalidad de quienes siguen conspirando en pro de la avaricia, el dolor ajeno y el brillo enga?oso del poder.
Agatha Christie nos confirma -para que no olvidemos- desde sus ochenta a?os y desde su merecida eternidad que nos podemos volver delicados aspirantes a la detecci車n de las huellas en un crimen, volvernos heroicos caballeros o valientes damas al filo de una acogedora chimenea hablando en pro de la libertad y de lo Bueno, Bello y Verdadero en contra de todo lo Malo, Horrible y Mentiroso de este mundo enrevesado donde parecer赤a que lo imaginado se queda corto ante la contundente realidad, pero no hay que temer ser aplastados por Trump en tanto nos defienda con sutil verbo la Gran Dama Agatha Christie tejedora de tramas contra todo terror.