La Espa?a negra
Cada vez comprendo menos c¨®mo se puede amar tanto a Espa?a a la vez que se odia a la mitad de los espa?oles
Cada vez comprendo menos c¨®mo se puede amar tanto a Espa?a a la vez que se odia a la mitad de los espa?oles. Es lo que llevo viendo desde hace mucho, pero sobre todo desde que comenz¨® esta tragedia del coronavirus, que est¨¢ sacando lo mejor, pero tambi¨¦n lo peor, de nosotros.
Desde que comenz¨® esta tragedia que nos asola y que se ha llevado ya a miles de compatriotas, aparte de arruinar econ¨®micamente a muchos m¨¢s, un sector de la sociedad espa?ola se ha lanzado a atacar al Gobierno y a los partidos en los que se apoya como si la culpa del virus la tuvieran ellos. Y, de paso, a insultar...
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Cada vez comprendo menos c¨®mo se puede amar tanto a Espa?a a la vez que se odia a la mitad de los espa?oles. Es lo que llevo viendo desde hace mucho, pero sobre todo desde que comenz¨® esta tragedia del coronavirus, que est¨¢ sacando lo mejor, pero tambi¨¦n lo peor, de nosotros.
Desde que comenz¨® esta tragedia que nos asola y que se ha llevado ya a miles de compatriotas, aparte de arruinar econ¨®micamente a muchos m¨¢s, un sector de la sociedad espa?ola se ha lanzado a atacar al Gobierno y a los partidos en los que se apoya como si la culpa del virus la tuvieran ellos. Y, de paso, a insultar y a vilipendiar a todos los que no comparten su opini¨®n ni su actitud antipatri¨®tica, pese a que ellos se consideren los ¨²nicos patriotas (en eso se asemejan a otros patriotas m¨¢s peque?os, para los que tampoco son catalanes o vascos quienes difieren de sus objetivos). Su furia es tal que ni siquiera se privan de descalificar a los millones de espa?oles que no comparten sus ideas, como reiteradamente les demuestran a la hora de votar. El d¨¦ficit democr¨¢tico de cierta derecha espa?ola, como el de alg¨²n partido independentista, est¨¢ quedando en evidencia en estas circunstancias de excepcionalidad.
En una fecha, la del 2 de mayo, fiesta de la Comunidad de Madrid, uno no puede menos que evocar el cuadro de Goya que ensalza el valor de los espa?oles y su unidad ante cualquier enemigo exterior. La lucha contra los mamelucos ¡ªcomo Los fusilamientos del 3 de mayo, que la complementa¡ª es una obra que retrata como pocas el arrojo de los espa?oles, capaces de enfrentarse a enemigos muy superiores en capacidad o en n¨²mero cuando la situaci¨®n lo requiere. Pero tambi¨¦n, como el propio Goya nos cuenta en sus Pinturas negras, poseedores de un odio cainita que nos lleva a enfrentarnos cada poco a garrotazos entre nosotros o a devorarnos como Saturno a sus hijos, dos motivos que pint¨® para decorar su famosa Quinta del Sordo, entre otros varios en la misma estela. Dicen los cr¨ªticos que con ellos el pintor aragon¨¦s reflej¨® el pesimismo que le produc¨ªa constatar la incapacidad del pueblo espa?ol para superar el impulso autodestructivo con el que escribi¨® su historia y dejar atr¨¢s los enfrentamientos. La historia posterior le dar¨ªa la raz¨®n y se la contin¨²a dando a la vista de lo que estamos viendo: media Espa?a enfrentada a la otra media por culpa de una pandemia que no nos afecta solo a nosotros. Aunque detr¨¢s de ella ¡ªparece evidente¡ª est¨¢ la resistencia de una parte de nuestra sociedad a aceptar los resultados de un sistema, el democr¨¢tico, que se basa en la alternancia del poder, entre otras cosas. ?O es que el Gobierno actual no lleva siendo objeto de ataques feroces desde el mismo d¨ªa en que se constituy¨® y a¨²n antes?
Revisitar la obra de Goya, como la de Cervantes, Quevedo, Solana, Machado, Valle-Incl¨¢n y tantos otros de nuestros escritores y pintores, deber¨ªa servirnos para conocernos a los espa?oles y para corregir todo aquello que nos ha hecho sufrir como pa¨ªs m¨¢s de lo que deber¨ªamos. Ojal¨¢ hoy, en la celebraci¨®n de la fiesta de Madrid, que conmemora los hechos del 2 de mayo de 1808 que Goya plasm¨® en sus lienzos, los discursos vayan en esa direcci¨®n.