Desayunos con EL PA?S
El s¨¢bado me suscrib¨ª por fin a la edici¨®n digital de EL PA?S. Ayer domingo volv¨ª a comprar el peri¨®dico en papel en mi quiosco de siempre. Primero porque creo que debo agradecer y apoyar al quiosquero que estuvo al pie del ca?¨®n durante toda la cuarentena transmitiendo una cierta imagen de normalidad que era muy necesaria para m¨ª. Y segundo porque mi desayuno en la terraza, leyendo tranquilamente el peri¨®dico en papel, con su olor y el sonido que hacen las hojas al pasarlas, sigue siendo uno de los mayores placeres para m¨ª. As¨ª que seguir¨¦ comprando EL PA?S los fines de semana y el resto de l...
El s¨¢bado me suscrib¨ª por fin a la edici¨®n digital de EL PA?S. Ayer domingo volv¨ª a comprar el peri¨®dico en papel en mi quiosco de siempre. Primero porque creo que debo agradecer y apoyar al quiosquero que estuvo al pie del ca?¨®n durante toda la cuarentena transmitiendo una cierta imagen de normalidad que era muy necesaria para m¨ª. Y segundo porque mi desayuno en la terraza, leyendo tranquilamente el peri¨®dico en papel, con su olor y el sonido que hacen las hojas al pasarlas, sigue siendo uno de los mayores placeres para m¨ª. As¨ª que seguir¨¦ comprando EL PA?S los fines de semana y el resto de los d¨ªas lo leer¨¦ en la tableta. Que, la verdad, no tiene nada que ver.
Dimitri Fern¨¢ndez Bobrovski. Madrid