Sentencia antieuropea
Urge una toma de posici¨®n clara no solo del propio Banco Central Europeo, sino tambi¨¦n del Tribunal de la UE
El Tribunal Constitucional alem¨¢n, con sede en Karlsruhe, dict¨® ayer una pol¨¦mica sentencia que supone el riesgo de alimentar a los nacionalismos ultras porque pone en jaque al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea como supremo int¨¦rprete del derecho de la Uni¨®n.
La decisi¨®n ata?e a un asunto concreto, como es la legalidad de los programas de expansi¨®n cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE), por los que compr¨® y sigue comprando bonos p¨²blicos. No es algo menor. Deja en el alero su operativa, que permiti¨® inyectar 2,6 billones de euros al ¨¢rea euro bajo el mandato de Mario Dragh...
El Tribunal Constitucional alem¨¢n, con sede en Karlsruhe, dict¨® ayer una pol¨¦mica sentencia que supone el riesgo de alimentar a los nacionalismos ultras porque pone en jaque al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea como supremo int¨¦rprete del derecho de la Uni¨®n.
La decisi¨®n ata?e a un asunto concreto, como es la legalidad de los programas de expansi¨®n cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE), por los que compr¨® y sigue comprando bonos p¨²blicos. No es algo menor. Deja en el alero su operativa, que permiti¨® inyectar 2,6 billones de euros al ¨¢rea euro bajo el mandato de Mario Draghi. Y aunque la propia sentencia niega que cuestione las capacidades del Banco Central Europeo, contradice su indispensable potencia de fuego contra la crisis de la pandemia.
La pol¨ªtica del BCE bajo la direcci¨®n de Draghi increment¨® el an¨¦mico crecimiento continental y acab¨® con la fragmentaci¨®n del mercado financiero europeo. Tambi¨¦n sold¨® las enormes brechas en las primas de riesgo que perjudicaban a los socios m¨¢s d¨¦biles, para cuyas empresas y ciudadanos los tipos de inter¨¦s resultaban mucho m¨¢s caros que para los dem¨¢s. Facilit¨® as¨ª la correcta ¡°transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria¡±, por ejemplo, de manera que las reducciones de tipos alcanzaran por igual a todos los rincones de la eurozona.
El efecto inmediato de esta decisi¨®n del tribunal alem¨¢n es su requerimiento a las instituciones del pa¨ªs, Gobierno y Congreso, para que pidan explicaciones al BCE sobre si se excedi¨® al lanzar su plan de compras, sin ¡°proporci¨®n¡± (sin analizar sus efectos negativos). No solo eso: los anima a una acci¨®n ¡°activa¡± en ¡°contra¡± del mismo, autorizando al Bundesbank para que pasado un plazo de tres meses pueda romper la disciplina del BCE a este respecto, lo que parece muy grave.
Sin embargo, no es eso lo peor de esta sentencia. Lo m¨¢s discutible es que contradice a su propio superior en temas de derecho europeo, el Tribunal de Justicia de la UE (con sede en Luxemburgo), al que antes consult¨® en v¨ªa prejudicial. Y que pone en entredicho su competencia con la teor¨ªa de que, como los Estados son ¡°los due?os¡± de los tratados, pueden esquivar su jurisprudencia si, al juicio particular de ellos, se excede. Es una teor¨ªa dif¨ªcil de compartir por las instituciones europeas porque, aunque los Gobiernos sean los firmantes de los tratados, el derecho comunitario tiene confiada su interpretaci¨®n como suprema instancia al Tribunal de Luxemburgo. As¨ª lo establece el Tratado de la Uni¨®n (art¨ªculo 19). Urge una toma de posici¨®n clara no solo del propio Banco Central Europeo, sino tambi¨¦n del Tribunal de la UE.