Nos ponemos nuestros propios l¨ªmites
El confinamiento ha significado para muchos una oportunidad para aprender cosas nuevas. Mi madre, de 73 a?os, aunque est¨¢ retirada, sigue impartiendo clases a ni?os a trav¨¦s de una plataforma, y tambi¨¦n aprende ingl¨¦s. Para ella ha sido un reto, pero nunca es tarde y lo tiene muy claro. A¨²n recuerdo cuando le ense?¨¦ a entrar en Internet, enviar correos electr¨®nicos y hacer b¨²squedas; necesit¨® meses hasta poder medianamente navegar con facilidad en Internet. Luego tuvo su primer tel¨¦fono inteligente y aprendi¨® a usar aplicaciones; y desde hace cinco a?os maneja su cuenta bancaria online ...
El confinamiento ha significado para muchos una oportunidad para aprender cosas nuevas. Mi madre, de 73 a?os, aunque est¨¢ retirada, sigue impartiendo clases a ni?os a trav¨¦s de una plataforma, y tambi¨¦n aprende ingl¨¦s. Para ella ha sido un reto, pero nunca es tarde y lo tiene muy claro. A¨²n recuerdo cuando le ense?¨¦ a entrar en Internet, enviar correos electr¨®nicos y hacer b¨²squedas; necesit¨® meses hasta poder medianamente navegar con facilidad en Internet. Luego tuvo su primer tel¨¦fono inteligente y aprendi¨® a usar aplicaciones; y desde hace cinco a?os maneja su cuenta bancaria online y, aunque necesita mi ayuda cuando las cosas se complican, se maneja muy bien. Mi madre no tiene miedo a adaptarse a la tecnolog¨ªa, aunque le suponga esfuerzo, porque como bien dice: o te subes al tren o te quedas atr¨¢s. He aprendido muchas cosas en esta coyuntura y una de ellas es que los l¨ªmites muchas veces nos los ponemos nosotros. Experimentemos, lo peor que puede pasar es que no funcione.
Roc¨ªo Rodr¨ªguez. Berl¨ªn (Alemania)