A Ruba
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba ten¨ªa convicciones firmes, lealtades de proyecto, esp¨ªritu cr¨ªtico y a veces ¨¢cido. Pero ten¨ªa tambi¨¦n voluntad y talento para acercar posiciones buscando el inter¨¦s general
Hace un a?o, el 29 de abril, recib¨ª temprano una llamada de Alfredo pregunt¨¢ndome si podr¨ªamos vernos ese d¨ªa, antes de mi salida para Buenos Aires al d¨ªa siguiente. ?l ten¨ªa que viajar a Rep¨²blica Dominicana para unas conferencias, invitado por un ministro amigo suyo, y quer¨ªa saber mi opini¨®n sobre la situaci¨®n pol¨ªtica en aquel pa¨ªs. Tem¨ªa que no tuvi¨¦ramos ocasi¨®n de vernos entre mi vuelta de Buenos Aires y su salida a Rep¨²blica Dominicana. Adem¨¢s, me dijo, ten¨ªa cierta urgencia en hablarme del tema de la mediaci¨®n en la crisis de Venezuela, de los que hab¨ªan intervenido en el final de ETA...
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Hace un a?o, el 29 de abril, recib¨ª temprano una llamada de Alfredo pregunt¨¢ndome si podr¨ªamos vernos ese d¨ªa, antes de mi salida para Buenos Aires al d¨ªa siguiente. ?l ten¨ªa que viajar a Rep¨²blica Dominicana para unas conferencias, invitado por un ministro amigo suyo, y quer¨ªa saber mi opini¨®n sobre la situaci¨®n pol¨ªtica en aquel pa¨ªs. Tem¨ªa que no tuvi¨¦ramos ocasi¨®n de vernos entre mi vuelta de Buenos Aires y su salida a Rep¨²blica Dominicana. Adem¨¢s, me dijo, ten¨ªa cierta urgencia en hablarme del tema de la mediaci¨®n en la crisis de Venezuela, de los que hab¨ªan intervenido en el final de ETA. A¨²n no se conoc¨ªa la gesti¨®n noruega en la crisis venezolana y Alfredo quer¨ªa preguntarme si estar¨ªa dispuesto a hablar con ellos.
Quedamos en mi casa a las 17.30 esa misma tarde del d¨ªa 29 y la conversaci¨®n se prolong¨® hasta las nueve. Yo ten¨ªa que cenar con un grupo de amigos. La charla podr¨ªa haberse prolongado indefinidamente en ese d¨ªa posterior al 28 de abril electoral. S¨¦ que cuesta creer que el motivo de su llamada para que nos vi¨¦ramos ese d¨ªa no fuera hablar del resultado electoral, sino de los dos temas que se?alaba antes. Pero as¨ª era Alfredo, m¨¢s seguro de nuestras coincidencias sobre el escenario pol¨ªtico poselectoral y con menos prisas para comentarlo que por aclarar los otros asuntos.
Un a?o despu¨¦s han ocurrido tantas cosas que nuestro pa¨ªs parece otro, no solo, ni principalmente, porque haya habido unas segundas elecciones el 10 de noviembre de 2019, sino porque nos ha invadido una pandemia que lo ha cambiado todo, que ha marcado un antes y un despu¨¦s, para toda Europa y para todo el mundo que conoc¨ªamos. ?C¨®mo hubiera sido nuestra conversaci¨®n este 29 de abril de 2020? ?Por qu¨¦ derroteros ir¨ªan, Alfredo, tus pensamientos en relaci¨®n con los de un a?o antes?
Me cuesta menos imaginarlo que escribirlo. S¨¦ que, en este prolongado confinamiento en el que estamos, como estar¨ªas t¨² si continuaras entre nosotros, habr¨ªamos hablado cada d¨ªa ¡ªvirtualmente claro, sin el acompa?amiento del caf¨¦ y, por qu¨¦ no decirlo, de esa sustancia humeante que ni t¨² ni yo deber¨ªamos consumir¡ª.
En aquel lejano encuentro, empezamos hablando de ¡°nuestra salud¡± en tono de broma, como siempre. El n¨²mero de pastillas que inger¨ªamos cada d¨ªa. La an¨¦cdota de mi asombro cuando Andreotti desplegaba en la mesa del Consejo Europeo hace m¨¢s de 30 a?os varias pastillas de distintos colores que iba tomando durante la comida. Y nosotros hab¨ªamos terminado haciendo algo parecido. Acabaste con una frase de las tuyas, que explican tanto: ¡°T¨² y yo somos supervivientes del Sistema Nacional de Salud que montamos¡±.
Hablamos de la situaci¨®n pol¨ªtica de Rep¨²blica Dominicana, aunque no necesitabas conocerla a fondo para cumplir tus compromisos de conferenciante sobre educaci¨®n, pero ese deseo tambi¨¦n defin¨ªa tu car¨¢cter, tu compromiso pol¨ªtico. Sab¨ªas que no se puede profundizar en un tema tan decisivo como la Educaci¨®n sin conocer el contexto pol¨ªtico social y econ¨®mico en el que hay que desarrollar el proyecto. Adem¨¢s, no quer¨ªas arriesgar un desliz fuera del tema que te llevaba all¨ª. Quer¨ªas la m¨¢xima informaci¨®n. As¨ª operabas siempre en tu acci¨®n como responsable pol¨ªtico y, por eso, pocas cosas escapaban a tu mirada, siempre aguda, siempre cr¨ªtica y siempre leal al proyecto en el que cre¨ªas. Todo lo que hablamos sobre Rep¨²blica Dominicana ha ido pasando, aunque faltan las elecciones presidenciales. Pero, tambi¨¦n, lleg¨® la pandemia y lo alter¨® todo, o casi. Tienen pocos casos y parece que todos importados, con m¨ªnimos contagios internos. Algunos cient¨ªficos dicen que el clima favorece a pa¨ªses como Rep¨²blica Dominicana. No lo s¨¦, pero dicen que al virus que nos ataca no le gusta el calor. El qu¨ªmico que siempre fuiste tendr¨ªa m¨¢s f¨¢cil comprender c¨®mo act¨²a ese virus sobre las c¨¦lulas. Incluso por eso te echar¨¦ de menos.
Poco tiempo empleamos para contestar a tu pregunta sobre mi disponibilidad a hablar de Venezuela con los mediadores que te hab¨ªan preguntado. Entonces, como ahora, porque la tragedia apocal¨ªptica sigue y aumenta, te dije que estaba disponible para echar una mano en la b¨²squeda de una salida.
Y, claro, como la mayor¨ªa pensar¨¢, tambi¨¦n hablamos del resultado de las elecciones de aquel 28 de abril, que hoy, te aseguro, parece muy lejano. No solo por la repetici¨®n de elecciones unos meses despu¨¦s de fracasar la formaci¨®n de Gobierno y complicarse a¨²n m¨¢s las posibles f¨®rmulas de gobierno con estabilidad razonable, sino por ese antes y ese despu¨¦s de la pandemia con la que inauguramos 2020. La conversaci¨®n sobre aquel resultado no fue complicada para nosotros. T¨² hab¨ªas acu?ado aquel Gobierno Frankenstein que se hizo famoso y ve¨ªas, como yo, muy dif¨ªcil conformar una mayor¨ªa estable que pudiera ofrecer gobernanza para un proyecto de Espa?a que no se basara en coaliciones negativas.
Hablamos de c¨®mo superar cuatro largos a?os de inestabilidad, de retrasos en tareas urgentes, de par¨¢lisis en la renovaci¨®n de ¨®rganos decisivos para el funcionamiento de las instituciones, de Presupuestos que se prorrogan una y otra vez, de crisis territorial con comportamientos desleales que niegan un proyecto com¨²n, de todos y para todos los ciudadanos del Estado, o de ese espacio com¨²n compartido que es Espa?a. Es verdad que ten¨ªamos una mirada m¨¢s prudente sobre el resultado, ausente de euforias que consider¨¢bamos injustificadas. Tambi¨¦n lo es que bromeamos sobre los gritos ante la sede de Ferraz: ¡°Con Rivera no¡±. De nuevo tu frase iluminando la escena: ¡°?Cu¨¢ntos habr¨ªa mandado Podemos?¡±. Pero sab¨ªas, o sab¨ªamos, que Rivera hab¨ªa pasado el Rubic¨®n y que era imposible la f¨®rmula de mayor¨ªa que daban las urnas. Tambi¨¦n coincidimos en que nadie la quer¨ªa.
Despu¨¦s, el silencio. El 10 de mayo te fuiste. Dije aquel d¨ªa que ya te echaba de menos. ?Imagina c¨®mo ser¨¢ despu¨¦s de lo que pas¨® el resto de aquel 2019! Pero sobre todo lo que est¨¢ pasando con la pandemia.
Alfredo era el canal, siempre accesible, por el que llegaban a m¨ª muchos compa?eros y compa?eras, muchos amigos responsables de ¨¢reas diferentes. Su muerte cort¨® la comunicaci¨®n entre los dos y otras muchas a trav¨¦s de ¨¦l. Ahora, en el aislamiento, trabajo telem¨¢ticamente, aun reconociendo mi impericia, dependencia de una inteligencia anal¨®gica que est¨¢ siendo sustituida por la inteligencia digital. Echo de menos contarte, sin perder la iron¨ªa, c¨®mo interpretan lo que pienso, poniendo en mi boca no s¨¦ cu¨¢ntas estrategias que no salen de m¨ª. Es frecuente la mentira en la Red y hace da?o. Pero a¨²n m¨¢s da?o hace una verdad ¡ªcomo una frase aislada del contexto¡ª a la que se a?aden rumores, fuentes ¡°pr¨®ximas¡± que pretenden dar credibilidad a la mentira que se propaga.
Pero salgo de esa dimensi¨®n personal de lo que supone tu ausencia. Porque quiero terminar afirmando que alguien como t¨², Alfredo, resulta m¨¢s necesario que nunca en esta pandemia que amenaza a la salud ¡ªprioridad indiscutible¡ª, pero cuyas consecuencias amenazan nuestro modo de vida, nuestra econom¨ªa, nuestro empleo. Nadie tiene ¡°la soluci¨®n¡± hoy en d¨ªa ni para acabar con el virus ni para enfrentar los desaf¨ªos que tenemos por delante.
Por eso hace falta gente con talento para encauzar acuerdos amplios, como demandan los ciudadanos, entre responsables pol¨ªticos ¡ªGobierno y oposici¨®n parlamentaria; Gobierno y comunidades aut¨®nomas y municipios; Gobierno en el Consejo Europeo; Gobierno e interlocutores sociales¡ª. Tenemos, aunque deteriorados, los mimbres constitucionales e institucionales para hacerlo. Y no se trata de UN ACUERDO, sino de una metodolog¨ªa para acordar cada paso que haya que ir dando. Es impresionante pensar que la incertidumbre es la regla para todo. Para combatir y superar la pandemia. Para hacer las pol¨ªticas antic¨ªclicas que necesitamos y necesitaremos por un tiempo que no podemos adelantar y con unos costes que a¨²n no podemos calcular.
Acuerdos sucesivos para ajustar el tiro y mejorar la certidumbre sobre un futuro inmediato que exige que todos vayamos juntos, aunque siempre haya excepciones. Alfredo representaba la capacidad para hacer ese trabajo. Ten¨ªa convicciones firmes, lealtades de proyecto, esp¨ªritu cr¨ªtico y a veces ¨¢cido. Pero ten¨ªa voluntad y talento para acercar posiciones buscando el inter¨¦s general. Para colmo pod¨ªa trabajar 24 horas y atender todos los frentes, aunque se ¡°confinara¡± cuando iba a jugar el Real Madrid.
Pilar nos encarg¨® tu legado documental. Honor y carga que esperamos ir poniendo a disposici¨®n de todos los ciudadanos.
Hasta siempre, Alfredo.
Felipe Gonz¨¢lez es expresidente del Gobierno.