Menos aplausos y m¨¢s humanidad
Eso es lo que nos pide Mar¨ªa, enfermera de una UCI, escandalizada por nuestra frivolidad en las calles, tras ver morir a otro paciente y pasar otra jornada laboral bajo unas condiciones que ni siquiera podemos imaginar, embutida en un equipo de protecci¨®n que ha escaseado y ha hecho que se contagien un sinf¨ªn de profesionales como ella. Entretanto, nuestros pol¨ªticos vuelven a sus mezquinas querencias particulares en lugar de ponerlas entre par¨¦ntesis para buscar soluciones conjuntas. Si no sabemos escuchar esta voz, es que no tenemos remedio. Aplaudamos menos y seamos m¨¢s responsables en gene...
Eso es lo que nos pide Mar¨ªa, enfermera de una UCI, escandalizada por nuestra frivolidad en las calles, tras ver morir a otro paciente y pasar otra jornada laboral bajo unas condiciones que ni siquiera podemos imaginar, embutida en un equipo de protecci¨®n que ha escaseado y ha hecho que se contagien un sinf¨ªn de profesionales como ella. Entretanto, nuestros pol¨ªticos vuelven a sus mezquinas querencias particulares en lugar de ponerlas entre par¨¦ntesis para buscar soluciones conjuntas. Si no sabemos escuchar esta voz, es que no tenemos remedio. Aplaudamos menos y seamos m¨¢s responsables en general. Otros, por favor, c¨¢llense al menos.
Roberto Rodr¨ªguez Aramayo. Madrid