De h¨¦roes y de hero¨ªnas
Los h¨¦roes colectivos ya sabemos quienes son, aparecen como esenciales hasta en el BOE. De los otros esperamos solo, y nada menos, liderazgo y buenas pol¨ªticas
Anda la pol¨ªtica espa?ola buscando desesperadamente h¨¦roes y villanos. Instalada en la confrontaci¨®n permanente, en el blanco y negro, no concibe otra manera que la oposici¨®n al otro. Y esa necesidad de ser el positivo o el negativo de la foto rota de un pa¨ªs condenado a ser dos mitades se refleja en siglas pero, sobre todo, en los nombres propios.
Ya ha fracasado, por imposible, la estrategia de la derecha de convertir en hero¨ªna a Isabel D¨ªaz Ayuso, transmutada en una mezcla de mater dolorosa e influencer que ignora a su experta en Salud P¨²blica, da comida chatarra a los...
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Anda la pol¨ªtica espa?ola buscando desesperadamente h¨¦roes y villanos. Instalada en la confrontaci¨®n permanente, en el blanco y negro, no concibe otra manera que la oposici¨®n al otro. Y esa necesidad de ser el positivo o el negativo de la foto rota de un pa¨ªs condenado a ser dos mitades se refleja en siglas pero, sobre todo, en los nombres propios.
Ya ha fracasado, por imposible, la estrategia de la derecha de convertir en hero¨ªna a Isabel D¨ªaz Ayuso, transmutada en una mezcla de mater dolorosa e influencer que ignora a su experta en Salud P¨²blica, da comida chatarra a los ni?os pobres, abandona reuniones, posa en medio de la desgracia y disparata sobre la incidencia de la altura de los techos de los hospitales en la curaci¨®n del coronavirus o sobre el nombre de la covid-19.
Pero tampoco un l¨ªder en las ant¨ªpodas, no solo ideol¨®gicas sino de car¨¢cter, como Pedro S¨¢nchez, tiene las hechuras de h¨¦roe en la era de la incertidumbre, pese a la historia de resiliencia que es su biograf¨ªa pol¨ªtica. En este momento de mucha fragilidad an¨ªmica en toda la sociedad, le falta empat¨ªa, lo que en televisi¨®n se llama traspasar la pantalla, y le sobra desconfianza para compartir objetivos y estrategia.
Con nuestro hist¨®rico complejo de inferioridad, nos encanta se?alar lo bien que lo hacen otros en una epidemia en la que pr¨¢cticamente nadie acierta, porque si muchos lo hicieran no ser¨ªa pandemia. Incluso la evidencia de que pa¨ªses gestionados por mujeres est¨¢n obteniendo buenos resultados parte, desgraciadamente, de una muestra tan peque?a que resulta imposible sacar conclusiones. Aunque recomiendo el art¨ªculo en este peri¨®dico de Marta Fraile sobre por qu¨¦ en esos pocos pa¨ªses las l¨ªderes son capaces de tomar decisiones dr¨¢sticas y dif¨ªciles, pero comunicarlas con precisi¨®n, sencillez y espontaneidad.
No, salvo para los fan¨¢ticos, es dif¨ªcil se?alar h¨¦roes en esta crisis monumental. Ser¨¢ porque, como escribe Jorge Carri¨®n en The New York Times a prop¨®sito de esa imagen ic¨®nica de nuestras conversaciones confinadas a trav¨¦s de las plataformas, ¡°en plena pandemia, sin nadie que asuma el liderazgo mundial, sin h¨¦roes que no sean colectivos, las im¨¢genes que mejor representan la realidad son las pantallas divididas en celdas¡±.
Los h¨¦roes colectivos ya sabemos qui¨¦nes son, aparecen como esenciales hasta en el BOE. De los otros esperamos solo, y nada menos, liderazgo y buenas pol¨ªticas.