Confusi¨®n tur¨ªstica
La coordinaci¨®n con Europa es decisiva para minimizar los da?os econ¨®micos
El turismo, uno de los motores de la recuperaci¨®n en el sur de Europa tras la crisis financiera de 2008, atraviesa en estos momentos por una situaci¨®n depresiva y confusa. La pandemia ha paralizado los viajes, cerrado los hoteles y castigado severamente a los operadores. Para el turismo europeo, que admite cada a?o en torno a 700 millones de viajeros, la p¨¦rdida puede ser de hasta el 90% de la actividad durante el ejercicio. El problema a?adido a los que se derivan de la pandemia de la covid-19 es un ejercicio desafortunado de confusi¨®n. Mientras el Gobierno de Pedro S¨¢nchez impon¨ªa una cuaren...
El turismo, uno de los motores de la recuperaci¨®n en el sur de Europa tras la crisis financiera de 2008, atraviesa en estos momentos por una situaci¨®n depresiva y confusa. La pandemia ha paralizado los viajes, cerrado los hoteles y castigado severamente a los operadores. Para el turismo europeo, que admite cada a?o en torno a 700 millones de viajeros, la p¨¦rdida puede ser de hasta el 90% de la actividad durante el ejercicio. El problema a?adido a los que se derivan de la pandemia de la covid-19 es un ejercicio desafortunado de confusi¨®n. Mientras el Gobierno de Pedro S¨¢nchez impon¨ªa una cuarentena a los viajeros procedentes del exterior, inmediatamente contestada por Francia con otra rec¨ªproca para viajeros espa?oles, Bruselas intentaba coordinar una salida a la crisis tur¨ªstica mediante unas reglas muy gen¨¦ricas de normalizaci¨®n del transporte entre pa¨ªses.
Las perspectivas del turismo, por el momento, son confusas. Las recomendaciones de la Comisi¨®n carecen de fuerza impositiva, pero el problema principal es que son contradictorias con las decisiones que han tomado algunos Estados. Si la Comisi¨®n desaconseja las cuarentenas, carece de sentido que se impongan; en todo caso, lo m¨¢s adecuado ser¨ªa elaborar un calendario exacto de desmantelamiento de las cuarentenas con el fin de que los ciudadanos y las empresas que operan en el sector sepan a qu¨¦ atenerse. El Gobierno espa?ol podr¨ªa sondear la eficacia de sustituir las cuarentenas, que simplemente desincentivan de ra¨ªz cualquier intercambio tur¨ªstico, por otras medidas de cautela en las entradas de visitantes o de protecci¨®n en restaurantes, bares y hoteles. Si Bruselas no recomienda en el transporte a¨¦reo mantener las medidas de distancia habituales en tierra, lo m¨¢s coherente es no exigirlas, pero reclamar rigurosamente el uso de mascarillas, verificar el funcionamiento de los sistemas de renovaci¨®n del aire en la cabina e imponer las medidas de desinfecci¨®n oportuna que, en esta fase de la pandemia, nunca deben quedarse cortas.
En estos momentos, conocidas las recomendaciones europeas, el problema principal para el turismo, que debe despejarse de forma inmediata, es la confusi¨®n derivada del desajuste, por otra parte l¨®gica, entre las decisiones de los Gobiernos orientadas a controlar la pandemia, y las consecuencias destructivas en ingresos y en empleo que se derivan de la contenci¨®n sanitaria. Los da?os econ¨®micos, considerables, pueden resta?arse a m¨¢s o menos plazo, pero no deben agravarse con indecisiones en el momento m¨¢s inoportuno.
El turismo en Europa va a salir de esta crisis, como de casi todas las crisis, con dos velocidades distintas. La idea de normalizar el transporte y los viajes tur¨ªsticos a trav¨¦s de corredores seguros (uno ser¨ªa por ejemplo el que forman Dinamarca, Alemania, Austria, Suiza, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia) confirma lo inevitable de las distintas velocidades. En ese ritmo divergente influir¨¢n no solo los grados de contagio o la calidad del sistema sanitario, sino tambi¨¦n la capacidad para apoyar desde las finanzas p¨²blicas la supervivencia de las empresas y la disponibilidad de inversi¨®n para financiar planes espec¨ªficos de choque sectorial. Francia acaba de anunciar un programa de 18.000 millones para estimular su mercado tur¨ªstico; e Italia ha hecho lo propio, con un plan de 8.000 millones.
El turismo espa?ol tambi¨¦n necesita un plan de choque, m¨¢s ambicioso que las medidas indirectas en vigor. Por eso hay que aclarar las dudas y despejar las discrepancias con las recomendaciones de contenci¨®n elaboradas por Europa y mantener una relaci¨®n fluida con las empresas que operan en este mercado. No se trata tanto de atender de forma incondicional las reclamaciones del ¨¢mbito tur¨ªstico espa?ol, excesivamente fragmentado y que deber¨ªa ser objeto de una meditada reestructuraci¨®n despu¨¦s de la crisis, sino de entender que la soluci¨®n para la profunda crisis de este sector implica subirse al tren europeo como la v¨ªa m¨¢s prudente de recuperaci¨®n.