Europa podr¨ªa alterar el tr¨¢gico equilibrio de Venezuela
Un acuerdo humanitario tendr¨ªa importancia en s¨ª, pero tambi¨¦n podr¨ªa tener la capacidad de encaminar en otra direcci¨®n el conflicto venezolano que se encuentra estancado en la actualidad
Hubiera sido gracioso, si no fuera tan tr¨¢gico. Un variopinto equipo de mercenarios entrenados por exboinas verdes estadounidenses intent¨® entrar en Venezuela por la fuerza. Infiltrados claramente por el servicio de inteligencia venezolano, el ataque fue r¨¢pidamente neutralizado. Todav¨ªa no quedan claras las consecuencias pol¨ªticas. No obstante, los acontecimientos ponen de manifiesto el nivel de desesperaci¨®n que ha alcanzado la situaci¨®n. Numerosos levantamientos militares que han sido doblegados; cuatro intentos de negociaci¨®n fracasados; un Gobierno con poca popularidad atornill¨¢ndose en e...
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Hubiera sido gracioso, si no fuera tan tr¨¢gico. Un variopinto equipo de mercenarios entrenados por exboinas verdes estadounidenses intent¨® entrar en Venezuela por la fuerza. Infiltrados claramente por el servicio de inteligencia venezolano, el ataque fue r¨¢pidamente neutralizado. Todav¨ªa no quedan claras las consecuencias pol¨ªticas. No obstante, los acontecimientos ponen de manifiesto el nivel de desesperaci¨®n que ha alcanzado la situaci¨®n. Numerosos levantamientos militares que han sido doblegados; cuatro intentos de negociaci¨®n fracasados; un Gobierno con poca popularidad atornill¨¢ndose en el poder; y una desafortunada oposici¨®n que, incapaz de plantear un verdadero reto al poder, pierde apoyos.
Entretanto, Venezuela es particularmente vulnerable a la pandemia de la covid-19.
Seg¨²n el Comit¨¦ Internacional de Rescate, el pa¨ªs solo cuenta con ocho camas hospitalarias por cada 100.000 habitantes y apenas 84 camas UCI para una poblaci¨®n total de 30 millones de habitantes. Hasta el momento, Venezuela ha evitado lo peor de la pandemia, pero no est¨¢ claro cu¨¢nto tiempo aguantar¨¢ hasta que las tr¨¢gicas cifras del crecimiento exponencial desborden las ya de por s¨ª menoscabadas instituciones m¨¦dicas y de salud p¨²blica.
La crisis econ¨®mica que acompa?a la pandemia es probablemente una mayor amenaza. Venezuela est¨¢ comercializando su petr¨®leo por debajo del coste de producci¨®n y los env¨ªos de remesas desde el extranjero, que se hab¨ªan convertido en un elemento central de la econom¨ªa venezolana, se han visto disminuidas notablemente. A esto hay que sumarle que el Departamento del Tesoro de EE UU se ha centrado ahora en poner trabas a las operaciones swaps de intercambio de petr¨®leo por gasolina, a trav¨¦s de las cuales el Gobierno de Maduro manten¨ªa un suministro m¨ªnimo en el pa¨ªs. Esto est¨¢ impidiendo que los trabajadores sanitarios puedan acudir a su trabajo, que se retrase el reparto de ayuda humanitaria y ha obligado a agricultores a dejar que sus cosechas se pudran en el campo.
En medio de esta iteraci¨®n nueva dentro de una crisis perpetua, existen importantes voces de la sociedad civil que hacen un llamado para que se alcance un acuerdo humanitario que permita dejar de lado la pol¨ªtica y as¨ª poder abordar las necesidades m¨¢s urgentes de la poblaci¨®n. Una tregua podr¨ªa permitir a la oposici¨®n ¨Cque cuenta con acceso a considerables recursos en cuentas bancarias que han sido congeladas fuera de Venezuela¨C atender las necesidades humanitarias dentro del territorio venezolano, controlado por Nicol¨¢s Maduro. Un acuerdo entre los dos gobiernos de Venezuela podr¨ªa permitir que el pa¨ªs tuviera acceso a recursos de los bancos multilaterales de desarrollo.
Un acuerdo humanitario tendr¨ªa importancia en s¨ª, pero tambi¨¦n podr¨ªa tener la capacidad de encaminar en otra direcci¨®n el conflicto venezolano que se encuentra estancado en la actualidad. Procesos de resoluci¨®n de conflictos en otros contextos han demostrado que la colaboraci¨®n a peque?a escala sobre cuestiones humanitarias puede generar la confianza y la predisposici¨®n para tratar temas m¨¢s importantes.
A pesar del inter¨¦s entre los componentes m¨¢s moderados, tanto del chavismo como de la oposici¨®n, y de los sondeos que, de forma consistente, ponen de manifiesto que una mayor¨ªa de venezolanos preferir¨ªa un acuerdo pol¨ªtico entre ambos bandos, la posibilidad de dicho acuerdo se ha visto frustrada por el mismo tr¨¢gico equilibrio que ha conducido a Venezuela a su crisis actual.
El Gobierno de Maduro parece incapaz de reconocer y comprometerse ideol¨®gicamente con una fuerza pol¨ªtica alternativa y no se puede confiar en que no quiera sacar provecho de un acuerdo celebrado de buena fe. Los intereses de Maduro en alcanzar un acuerdo son todav¨ªa relativamente bajos, dado el apoyo que recibe de aliados internacionales como Rusia. La oposici¨®n se ve supeditada a la campa?a de ?presi¨®n m¨¢xima? del gobierno estadounidense, y atribuirse el m¨¦rito de cualquier acuerdo, pudiera crear tensi¨®n con la administraci¨®n Trump as¨ª como con los miembros pertenecientes a la l¨ªnea dura de la di¨¢spora venezolana, que son muy ruidosos en las redes sociales.
La Uni¨®n Europea tiene potencial para romper este tr¨¢gico equilibrio. El a?o pasado, el Grupo de Contacto Internacional (GCI), compuesto por varios gobiernos de pa¨ªses de la UE y latinoamericanos, result¨® fundamental para sentar las bases y crear apoyo internacional en torno a la idea de establecer negociaciones, mientras que muchos de los interesados, como EE UU, mostraron su oposici¨®n. Podr¨ªa hacer lo mismo este a?o. Si el GCI presionara a que ambos lados acepten el fracaso de su ?Plan A?, podr¨ªa hacer que se tomaran las negociaciones m¨¢s seriamente. Si los pa¨ªses de la UE urgieran a las Naciones Unidas a desempe?ar un papel m¨¢s firme en el conflicto, se podr¨ªa poner en marcha un acuerdo humanitario que pusiera l¨ªmite a los intereses pol¨ªticos entorno al mismo. Y si la UE facilitara las negociaciones entre los interesados internacionales, en particular entre los EE UU y Rusia, se podr¨ªa producir una reorganizaci¨®n del patrocinio internacional que ha reducido el inter¨¦s de las partes por llegar a un acuerdo.
Como el alto representante para la Pol¨ªtica Exterior Josep Borrell ha se?alado, la p¨¦rdida de hegemon¨ªa de los EE UU ha creado un espacio para un nuevo orden multipolar, y ?en ese nuevo orden que habr¨¢ que construir por encima de cierto desorden, Europa puede tener un papel?. La crisis de Venezuela presenta una oportunidad importante para que Europa desempe?e dicho papel en el mundo. Hacerlo no ser¨¢ f¨¢cil, pero, en este momento, el Grupo de Contacto Internacional cuenta con m¨¢s legitimidad y apoyo en la zona para promover una soluci¨®n pol¨ªtica significativa que cualquier otro pa¨ªs o coalici¨®n que est¨¦ intentando poner soluci¨®n a la crisis venezolana.
No existen los milagros en conflictos tan complejos como el de Venezuela, pero existe un precio ante la inacci¨®n: dejar el conflicto en manos de los actuales actores nacionales e internacionales podr¨ªa permitir que este equilibrio tr¨¢gico y sus millones de v¨ªctimas venezolanos sigue arraigando.
David Smilde es profesor de Relaciones Humanas Charles A y Leo M Favrot de la Universidad de Tulane y asesor principal en Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos; Geoff Ramsey es director para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos.