Hay que superar el pensamiento occidental
No se puede crear otro mundo con la misma matriz que nos ha llevado al abismo
La pandemia ha impuesto la necesidad imperiosa de producir reflexi¨®n y cambio. Pensadores han escrito ensayos a la velocidad de la emergencia. Pero hay que entender qui¨¦nes tienen el privilegio de ser escuchados. Basta pasearse por la prensa y la academia para darse cuenta de que son los pensadores afiliados a la tradici¨®n occidental. Aun cuando se oponen a ella, su cr¨ªtica se estructura a partir de una forma de ver el mundo y de verse en el mundo. Se impone una pregunta: ?Es posible crear otro tipo de sociedad con la misma estructura de pensamiento y de lenguaje que nos ha llevado al abismo?...
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La pandemia ha impuesto la necesidad imperiosa de producir reflexi¨®n y cambio. Pensadores han escrito ensayos a la velocidad de la emergencia. Pero hay que entender qui¨¦nes tienen el privilegio de ser escuchados. Basta pasearse por la prensa y la academia para darse cuenta de que son los pensadores afiliados a la tradici¨®n occidental. Aun cuando se oponen a ella, su cr¨ªtica se estructura a partir de una forma de ver el mundo y de verse en el mundo. Se impone una pregunta: ?Es posible crear otro tipo de sociedad con la misma estructura de pensamiento y de lenguaje que nos ha llevado al abismo?
Creo que no. Necesitamos entender el tiempo de la pandemia como un tiempo de silencio para escuchar otras voces. ?Cu¨¢les? Precisamente las que se han acallado violentamente en los ¨²ltimos cinco siglos, como las de los pueblos originarios y los descendientes de los esclavos que vinieron de lo que los europeos llamaron ?frica, las voces de aquellos que han resistido a los sucesivos intentos de borrarlos con el proceso de colonizaci¨®n y de destrucci¨®n capitalista.
Un ejemplo. El economista brit¨¢nico Kenneth Boulding sol¨ªa distinguir entre la econom¨ªa del vaquero y la econom¨ªa del astronauta. El vaquero ve el mundo como un espacio abierto que se puede explotar de forma interminable. El astronauta entiende el planeta como una nave espacial, un espacio finito donde ser¨ªa necesario gestionar los recursos tambi¨¦n finitos. Hoy, Donald Trump y Jair Bolsonaro ser¨ªan representantes de esa dinast¨ªa de vaqueros que ha destruido el planeta durante siglos, mientras que los cient¨ªficos que llaman la atenci¨®n sobre la emergencia clim¨¢tica tendr¨ªan a su favor unas pocas d¨¦cadas de pensamiento de astronauta para convencer a una poblaci¨®n moldeada por los vaqueros. Pensadores ind¨ªgenas como Ailton Krenak y Davi Yanomami posiblemente no ver¨ªan ning¨²n sentido en esta distinci¨®n, ya que se entienden a s¨ª mismos como naturaleza y no como otra cosa.
Forma parte de la perversi¨®n neoliberal obligar a los l¨ªderes ind¨ªgenas a vagar por Europa pidiendo apoyo para detener el exterminio de sus pueblos. Siempre est¨¢n, de alguna manera, en una posici¨®n subalterna, sometidos a la lengua y a la l¨®gica dominantes, que impide el di¨¢logo real entre los mundos. Si queremos evitar que vuelva una normalidad mort¨ªfera para la mayor¨ªa, debemos usar la ventana de silencio que ha abierto la pandemia para escuchar a los pensadores de los mundos que han vivido varios apocalipsis, y que han sobrevivido. Estos pueblos saben lo que todos, amenazados por el virus y la crisis clim¨¢tica, quieren saber: c¨®mo crear una sociedad capaz de vivir sin destruirse a s¨ª misma y a los otros, c¨®mo vivir despu¨¦s del fin del mundo.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza.