Becas m¨¢s justas
El objetivo no es premiar a los m¨¢s inteligentes o a los que m¨¢s se esfuerzan, sino contrarrestar las desigualdades sociales de partida
La reforma del sistema de becas aprobado por el Gobierno no solo aumentar¨¢ la partida destinada a las ayudas, sino que propiciar¨¢ un reparto m¨¢s acorde con las necesidades sociales. Esto es algo especialmente importante en un momento en el que la ca¨ªda de ingresos por la crisis del coronavirus puede dificultar el acceso de muchos estudiantes a la educaci¨®n no obligatoria. La partida destinada a becas aumenta un 22% y alcanzar¨¢, si se aprueban los Presupuestos, los 1.900 millones de euros. Es de destacar que el mayor esfuerzo recaiga en las ayudas no universitarias, que aumentan un 40%, pues el...
La reforma del sistema de becas aprobado por el Gobierno no solo aumentar¨¢ la partida destinada a las ayudas, sino que propiciar¨¢ un reparto m¨¢s acorde con las necesidades sociales. Esto es algo especialmente importante en un momento en el que la ca¨ªda de ingresos por la crisis del coronavirus puede dificultar el acceso de muchos estudiantes a la educaci¨®n no obligatoria. La partida destinada a becas aumenta un 22% y alcanzar¨¢, si se aprueban los Presupuestos, los 1.900 millones de euros. Es de destacar que el mayor esfuerzo recaiga en las ayudas no universitarias, que aumentan un 40%, pues el abandono escolar tiene en estas etapas repercusiones muy graves. Con una tasa de abandono del 17% frente al 10% de la media europea, es importante que la pol¨ªtica de becas est¨¦ orientada a reducir esa brecha.
La reforma rectifica aspectos fundamentales del sistema impuesto por el ministro Jos¨¦ Ignacio Wert, del PP, pero en otros se queda a medio camino. Con la excusa de propiciar la excelencia acad¨¦mica, Wert impuso una nota media de 6,5 a los universitarios y de 5,5 a los no universitarios para obtener parte de las ayudas. A partir de ahora se exigir¨¢ un 5. Aunque es bueno promover la cultura del esfuerzo, el objetivo de un sistema de becas no es premiar a los m¨¢s inteligentes o a los que m¨¢s se esfuerzan, sino contrarrestar las desigualdades sociales de partida. Resulta por tanto injusto exigir un mayor rendimiento a quienes se encuentran en peor situaci¨®n econ¨®mica. Tambi¨¦n es muy positivo que se haya aumentado el umbral de ingresos para obtener las becas de m¨¢xima cuant¨ªa, desde los actuales 13.900 euros anuales para una familia de cuatro miembros a 18.600.
Es cuestionable, en cambio, que se mantenga una de las partes m¨¢s pol¨¦micas de la reforma de Wert, la divisi¨®n de la beca en una cuant¨ªa fija, que se otorga en funci¨®n de la renta, y otra variable, en la que tambi¨¦n cuenta la nota. Este sistema permite establecer una partida fija cada a?o, mientras que si el ¨²nico criterio de concesi¨®n es econ¨®mico, la partida podr¨ªa crecer en funci¨®n de las necesidades sociales. Pero lo que da seguridad al Gobierno a la hora de ajustar el gasto p¨²blico se convierte en una fuente de incertidumbre para los becarios, que no saben cu¨¢nto recibir¨¢n hasta bien avanzado el curso. Este sistema puede dejar fuera a muchos estudiantes de familias que no pueden adelantar el dinero. Deber¨ªa ser posible un sistema de pago que asegure la cuant¨ªa de la beca al inicio del curso y con la flexibilidad suficiente para atender todos los casos que cumplan los requisitos econ¨®micos. Esta reforma debe considerarse, por tanto, una propuesta susceptible de mejora.