La libertad como excusa
El 15M de los pijos, como lo han llamado algunos, sigue al pie de la letra el manual del populismo
?Pudo la tan famosa estos d¨ªas gripe espa?ola influir en el ascenso del nazismo? Es lo que afirma un reciente estudio del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. El documento rastrea la correlaci¨®n entre el declive demogr¨¢fico causado por la pandemia, el menor gasto p¨²blico local, el aumento del desempleo y la crisis econ¨®mica, y el mayor apoyo a partidos extremistas, como el Nacionalsocialista, en determinados lugares de Alemania.
Pese a que sus conclusiones han sido cuestionadas por diversos historiadores del nazismo, el estudio llega en un momento de preocupaci¨®n por el impacto qu...
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?Pudo la tan famosa estos d¨ªas gripe espa?ola influir en el ascenso del nazismo? Es lo que afirma un reciente estudio del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. El documento rastrea la correlaci¨®n entre el declive demogr¨¢fico causado por la pandemia, el menor gasto p¨²blico local, el aumento del desempleo y la crisis econ¨®mica, y el mayor apoyo a partidos extremistas, como el Nacionalsocialista, en determinados lugares de Alemania.
Pese a que sus conclusiones han sido cuestionadas por diversos historiadores del nazismo, el estudio llega en un momento de preocupaci¨®n por el impacto que la crisis del coronavirus pueda tener en el escenario pol¨ªtico, especialmente en Estados Unidos y en Europa. Es cierto que las diferencias entre los momentos hist¨®ricos son abismales. La gripe espa?ola afect¨® sobre todo a hombres j¨®venes, una parte de la poblaci¨®n que ya hab¨ªa sido diezmada por la guerra, mientras el coronavirus amenaza especialmente a los mayores. La econom¨ªa alemana se vio lastrada ¡ªy humillada¡ª por las reparaciones, mientras que la covid-19 ha llegado en medio de la recuperaci¨®n ¡ªm¨¢s marcada en Estados Unidos que en Europa¡ª tras la crisis de 2008.
En el arranque de la pandemia diversas encuestas europeas mostraban un retroceso general de las posiciones populistas: ante un desastre de este tipo, la gente prefiere la seguridad de los cient¨ªficos y los expertos, tan denostados por aquellos.
Pero no hay que perder de vista que el desplome econ¨®mico nunca hab¨ªa sido tan brusco ni tan intenso como ahora y que las nefastas perspectivas ofrecen un potencial caldo de cultivo para las posiciones m¨¢s extremas. De hecho, puede que estemos asistiendo ya a algunas sesiones de calentamiento.
En Estados Unidos, alentadas por el populista en jefe, miles de personas protestan contra el confinamiento, por lo que consideran un asalto a sus libertades individuales; entre ellas, algunos grupos radicales est¨¢n aprovechando para lanzar su mensaje xen¨®fobo y racista.
En Espa?a, la revuelta de las caceroladas utiliza tambi¨¦n como lema el falso dilema de libertad frente a confinamiento; de la decisi¨®n individual frente a la salud colectiva. Amparada en el leg¨ªtimo ¡ªy justificado¡ª derecho a protestar, y espoleada por una excesiva atenci¨®n de los medios, no hace sino profundizar una polarizaci¨®n que viene de lejos.
El 15-M de los pijos, como lo han llamado algunos, sigue al pie de la letra el manual del populismo: el se?alamiento de un enemigo, el exceso de rabia, los s¨ªmbolos, el nacionalismo como vacuna frente a la amenaza, los antiguos fantasmas...
Con un Gobierno que patina en la incoherencia, en la incapacidad de organizar un di¨¢logo constructivo, con un Congreso convertido en un zoco, se aleja a marchas forzadas el breve espejismo de lograr remar todos en el mismo sentido. De momento, el ruido met¨¢lico de las cacerolas est¨¢ acallando el de los aplausos. Mala noticia.