Mal estilo y ventajismo
Boris Johnson amenaza con imponer aranceles antieuropeos y obstaculizar la inmigraci¨®n de la UE
La revelaci¨®n de que Dominic Cummings, el asesor ¨¢ulico de Boris Johnson sobre todo para las cuestiones del Brexit, rompi¨® el confinamiento obligatorio para los infectados por el coronavirus viajando a Durham ¡ªcomo confirm¨® la polic¨ªa¡ª constituye una an¨¦cdota, pero muy significativa, del estilo que impregna al equipo negociador del futuro tratado bilateral entre el Reino Unido y la Uni¨®n Europea. Su desplante a los periodistas ¡ª¡°?a qui¨¦n le importa si no parece correcto?¡±, les respondi¨®¡ª lo ratifica. Ocurre esto tras una abigarrada serie de actitudes agresivas con la UE a cargo del Gobierno de...
La revelaci¨®n de que Dominic Cummings, el asesor ¨¢ulico de Boris Johnson sobre todo para las cuestiones del Brexit, rompi¨® el confinamiento obligatorio para los infectados por el coronavirus viajando a Durham ¡ªcomo confirm¨® la polic¨ªa¡ª constituye una an¨¦cdota, pero muy significativa, del estilo que impregna al equipo negociador del futuro tratado bilateral entre el Reino Unido y la Uni¨®n Europea. Su desplante a los periodistas ¡ª¡°?a qui¨¦n le importa si no parece correcto?¡±, les respondi¨®¡ª lo ratifica. Ocurre esto tras una abigarrada serie de actitudes agresivas con la UE a cargo del Gobierno de Johnson. En efecto, en poco m¨¢s de una semana ha aireado denuncias, sin pruebas, contra pa¨ªses europeos por no proteger los derechos de sus s¨²bditos en ellos residentes. Ha lanzado una poco diplom¨¢tica diatriba p¨²blica contra las posiciones del negociador europeo, Michel Barnier. Ha amenazado con imponer ¡ªde no mediar acuerdo¡ª aranceles antieuropeos, en la estela de Donald Trump: contra sectores especialmente sensibles, como la automoci¨®n y la hortofruticultura mediterr¨¢nea, y de aplicaci¨®n mucho m¨¢s amplia que la que ten¨ªa prevista.
Tambi¨¦n ha presentado y aprobado en los Comunes una ley que obstaculiza la futura inmigraci¨®n europea, incluida la de los esforzados profesionales sanitarios, si bien tras el esc¨¢ndalo pol¨ªtico y popular se ha resignado a anunciar que rebobinaba en este aspecto concreto. Propone por escrito rebajar la intensidad de los controles aduaneros ¡ªpactados con la UE en el acuerdo de retirada¡ª sobre las mercanc¨ªas brit¨¢nicas llegadas a Irlanda del Norte. Y ha publicado finalmente sus documentos negociadores, como se comprometi¨® en la ¨²ltima ronda, pero mucho despu¨¦s de que lo hiciera la otra parte. Estamos as¨ª ante un Gobierno que se pretende liberal, pero enarbola amenazas proteccionistas. Que hace alarde de compasi¨®n conservadora y se ceba contra los m¨¢s desprotegidos, los inmigrantes. Que se vanagloria de transparencia y es renuente a airear sus propios textos. Que asegura desear un buen acuerdo y hace lo imposible por frustrarlo.
Al menos algunos de sus documentos ya publicados dejan claros sus prop¨®sitos inamistosos. Se cerrar¨¢ a todo pacto serio en cuestiones de impuestos (contra lo que propugna Bruselas, mantener al menos el estatus actual) a fin de ¡°no constre?ir de ninguna manera¡± su ¡°soberan¨ªa fiscal¡±: prefigura as¨ª una competencia fiscal desleal. Y pretende someter a los pescadores continentales en sus aguas a asfixiantes e inseguras renegociaciones anuales (frente a los marcos plurianuales vigentes, con posibles ajustes urgentes, tambi¨¦n con Noruega), mientras su exportaci¨®n de pescado ser¨ªa ¡°cubierta¡± por el libre comercio general con la Uni¨®n. Es lo que suele contener el mal estilo: ventajismo.