Ripios
Ahora, los fascistas le han quitado a la bandera el ave carro?era que simboliza el franquismo para apropiarse la defensa de la Constituci¨®n
Borja Mari y a Virucha se les nota mucho no por lo afortunado de sus ripios, sino porque hacen mucho ruido. Pero no son tantos como les gustar¨ªa a sus jefes ni como temen algunos ciudadanos poco acostumbrados a ver a estos salvajes sueltos.
No solo en Madrid, por supuesto, pero s¨ª es cierto que los golpes en las cacerolas han tenido m¨¢s eco si se daban en la calle de N¨²?ez de Balboa, en el ¡°cogollito¡± capitalino descrito por Manuel Longares en Romanticismo, que si se daban en La Alameda de Sevilla.
Algo parecido ha sucedido con las bocinas de los coches que han intentado ...
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Borja Mari y a Virucha se les nota mucho no por lo afortunado de sus ripios, sino porque hacen mucho ruido. Pero no son tantos como les gustar¨ªa a sus jefes ni como temen algunos ciudadanos poco acostumbrados a ver a estos salvajes sueltos.
No solo en Madrid, por supuesto, pero s¨ª es cierto que los golpes en las cacerolas han tenido m¨¢s eco si se daban en la calle de N¨²?ez de Balboa, en el ¡°cogollito¡± capitalino descrito por Manuel Longares en Romanticismo, que si se daban en La Alameda de Sevilla.
Algo parecido ha sucedido con las bocinas de los coches que han intentado bloquear todas las capitales de provincia.
El aparato que suelen poner los medios informativos de la derecha para medir la asistencia a las manifestaciones no ha salido a pasear esta vez, quiz¨¢ porque las cifras eran poco parecidas a las que esperaban. Son unos centenares. En Madrid movieron unos 6.000 coches. Si se les hace el favor de suponer una ocupaci¨®n de cuatro personas por veh¨ªculo, que es mucho, eso da 24.000 manifestantes. No hace mucha falta calcular la gente que iba en los 500 coches de Barcelona. Les falta mucho para llegar a lo que desean.
La ultraderecha en Espa?a es, incluso, menor que en Francia o que en Austria. Y nadie pone en duda que sean pa¨ªses con un alma profundamente europea, lo que hasta el momento se ha identificado con una idea democr¨¢tica de la organizaci¨®n pol¨ªtica. Pero pueden llegar a ser un n¨²mero preocupante si algunas formaciones pol¨ªticas les contin¨²an haciendo el caldo gordo. Lo de Andaluc¨ªa, donde el PP y Cs le han dado a Vox la presidencia de la Reconstrucci¨®n, no es una an¨¦cdota, sino una manera muy tangible de ¡°tocar poder¡±.
Ahora, los fascistas le han quitado a la bandera el ave carro?era que simboliza el franquismo para apropiarse la defensa de la Constituci¨®n. Y se intentan quedar con las tumbas de todos los que fueron asesinados por unos fascistas m¨¢s letales, los de ETA. Es mucho lo que quieren arrebatar a los dem¨®cratas. La soluci¨®n no es ni cerrar bochornosos acuerdos con los herederos de ETA, con Bildu, ni montar frentes, como desean ellos, sino proponer cosas que cambien el pa¨ªs.
A Virucha le va a ser muy dif¨ªcil encontrar, armada de cacerola, un ripio que vaya contra el Ingreso M¨ªnimo.
Mientras, votamos.