El pa¨ªs de la exclusi¨®n

Espa?a es uno de los pa¨ªses que han sufrido mayores da?os sanitarios y econ¨®micos desde que se desencaden¨® la pandemia del coronavirus. Los econ¨®micos se han a?adido a las consecuencias todav¨ªa no superadas de la Gran Recesi¨®n, concretadas en m¨¢s pobreza, m¨¢s paro, m¨¢s precariedad, m¨¢s desigualdad y menor protecci¨®n social (por los recortes en sanidad o educaci¨®n). Todos estos efectos se han agravado en los ¨²ltimos meses tras el colapso de la econom¨ªa global. La casi totalidad de los ciudadanos, quiz¨¢ con la excepci¨®n de los m¨¢s ancianos, no ha conocido nunca una situaci¨®n tan dram¨¢tica como e...

Espa?a es uno de los pa¨ªses que han sufrido mayores da?os sanitarios y econ¨®micos desde que se desencaden¨® la pandemia del coronavirus. Los econ¨®micos se han a?adido a las consecuencias todav¨ªa no superadas de la Gran Recesi¨®n, concretadas en m¨¢s pobreza, m¨¢s paro, m¨¢s precariedad, m¨¢s desigualdad y menor protecci¨®n social (por los recortes en sanidad o educaci¨®n). Todos estos efectos se han agravado en los ¨²ltimos meses tras el colapso de la econom¨ªa global. La casi totalidad de los ciudadanos, quiz¨¢ con la excepci¨®n de los m¨¢s ancianos, no ha conocido nunca una situaci¨®n tan dram¨¢tica como esta, llegada de repente.

En el caso de Espa?a, su gente, como en la crisis anterior, vuelve a sufrir m¨¢s que la media de su entorno, dada su prematura infecci¨®n y el estricto confinamiento, pero tambi¨¦n debido a una estructura productiva y un censo empresarial mucho m¨¢s vulnerables. En este contexto, las autoridades han dispuesto de un margen de maniobra del gasto p¨²blico mucho menor que en el resto de Europa. El resultado ya se observa en t¨¦rminos de un insoportable desempleo y una elevad¨ªsima tasa de mortalidad de las peque?as empresas.

La exclusi¨®n social vuelve a emerger en nuestro pa¨ªs con toda su crudeza y lo hace castigando sobre todo a los segmentos de menores rentas y menor capacidad defensiva: la tasa de pobreza severa asciende al 12,4% de la poblaci¨®n (el doble que la media europea); un 26,1% de la poblaci¨®n total est¨¢ en riesgo de pobreza y en 120.000 de los hogares sin ning¨²n ingreso viven ni?os, lo que da idea de la extensi¨®n de la pobreza infantil. El pa¨ªs de la exclusi¨®n forma parte del pa¨ªs real.

El objetivo de proteger a la parte m¨¢s d¨¦bil de la poblaci¨®n tiene que ser multipartidista y es una buena labor para la comisi¨®n de reconstrucci¨®n

La aprobaci¨®n de un ingreso m¨ªnimo vital en el Consejo de Ministros trata de responder con eficacia, aunque sea parcialmente, a esta coyuntura. Los destinatarios de esta nueva prestaci¨®n de la Seguridad Social ser¨¢n aquellos que no dispongan de ingresos suficientes para la supervivencia, 850.000 familias con 2,3 millones de personas. Tendr¨¢ car¨¢cter permanente, por lo que entra a formar parte de las prestaciones b¨¢sicas del Estado de bienestar, junto a las pensiones, la educaci¨®n, el seguro de desempleo, la dependencia, la negociaci¨®n colectiva¡­ Se trata por tanto de una decisi¨®n central de la pol¨ªtica econ¨®mica, un paliativo que reducir¨¢ en parte la gravedad de la situaci¨®n, pero que en modo alguno solventar¨¢ el problema que afrontar¨¢ nuestro pa¨ªs en los pr¨®ximos a?os. Aun cuando se d¨¦ el mejor de los escenarios de una r¨¢pida recuperaci¨®n econ¨®mica ser¨¢ necesario convenir en actuaciones presupuestarias multianuales espec¨ªficas, tendentes a reducir cuanto antes y de forma significativa este drama de la exclusi¨®n, para evitar males peores.

El gasto p¨²blico no resolver¨¢ completamente la marginaci¨®n social de millones de espa?oles, pero su contribuci¨®n es central. Por ello tambi¨¦n lo es que la ciudadan¨ªa asuma la necesidad imperiosa de aumentar la recaudaci¨®n tributaria con el fin de que sea compatible con los compromisos de saneamiento de las finanzas p¨²blicas. Recorrido existe, dada la menor presi¨®n fiscal existente en nuestro pa¨ªs y la mayor importancia de la econom¨ªa sumergida (fraude fiscal) cuando se comparan con el promedio europeo. Ello no excluye esa otra exigencia de la pol¨ªtica econ¨®mica que es el aumento del crecimiento potencial de la econom¨ªa y su asentamiento en bases menos vulnerables que las exhibidas hasta ahora. Ser¨¢n necesarias sin duda reformas, pero la necesidad de avanzar en la eficiencia y modernizaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola no puede excluir la protecci¨®n de los millones de espa?oles que han quedado en la cuneta del sistema econ¨®mico. Anteponer una cosa a la otra es un ejercicio de miop¨ªa pol¨ªtica que ha quedado completamente desautorizado por la realidad, y por recomendaciones como, por ejemplo, las del Banco de Espa?a. Est¨¢ en lo cierto el gobernador cuando advierte de que la pol¨ªtica fiscal no solo es ¡°la herramienta m¨¢s adecuada como primera l¨ªnea de defensa¡±, sino tambi¨¦n la forma de ¡°garantizar un m¨ªnimo de equidad, para repartir entre el conjunto de la sociedad los costes que una parte de la ciudadan¨ªa ya est¨¢ soportando de una forma muy directa¡±.

Un objetivo tal, que adem¨¢s de mejorar el bienestar de la parte econ¨®micamente m¨¢s d¨¦bil de la poblaci¨®n reducir¨ªa ese malestar latente y la desafecci¨®n creciente en la misma, ha de ser multipartidista. La discusi¨®n parlamentaria del ingreso m¨ªnimo vital puede ser una ocasi¨®n para fortalecer la confianza de los excluidos, pero tambi¨¦n la de inversores espa?oles y extranjeros. El desmantelamiento de algunas multinacionales del autom¨®vil que observamos estos d¨ªas es una se?al negativa m¨¢s. Se tratar¨ªa, finalmente, de fortalecer la democracia. Una buena labor para la comisi¨®n de reconstrucci¨®n, que es para lo que fue creada.