Sal de casa y crea el futuro
No hay raz¨®n para preguntarnos qu¨¦ ser¨¢ de nosotros; solo podemos preguntarnos por lo que queremos que ocurra
El futuro no existe, lo ha borrado el microsc¨®pico virus que ha congelado el mundo. Constatarlo desconcierta, altera nuestro ADN, que no est¨¢ dise?ado para vivir en la incertidumbre. La agenda est¨¢ en blanco. Primero, triunfar sobre la epidemia, al menos conseguir convivir con el pat¨®geno, y luego ya veremos, caminando entre la niebla de los destrozos producidos por la covid-19.
Marc Lilla, profesor de Humanidades de la Universidad de Columbia, explica en The New York Times que no hay raz¨®n para preguntarnos qu¨¦ ser¨¢ de nosotros; solo podemos preguntarnos por lo que queremos que ...
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El futuro no existe, lo ha borrado el microsc¨®pico virus que ha congelado el mundo. Constatarlo desconcierta, altera nuestro ADN, que no est¨¢ dise?ado para vivir en la incertidumbre. La agenda est¨¢ en blanco. Primero, triunfar sobre la epidemia, al menos conseguir convivir con el pat¨®geno, y luego ya veremos, caminando entre la niebla de los destrozos producidos por la covid-19.
Marc Lilla, profesor de Humanidades de la Universidad de Columbia, explica en The New York Times que no hay raz¨®n para preguntarnos qu¨¦ ser¨¢ de nosotros; solo podemos preguntarnos por lo que queremos que ocurra y c¨®mo hacer que ocurra. Crear el futuro. Estos primeros d¨ªas de regreso a lo anterior, cuando voy a ver a mi nieta, me intimida el ?Qu¨¦date en casa! colgado sobre las carreteras por el Gran Estado que se dibuja. Pero acontecen cosas que contienen presagios de ese nuevo, o no tanto, futuro geopol¨ªtico internacional resultante tras la gran calamidad. Utilizar¨¦ tres im¨¢genes para vislumbrarlo.
Minneapolis. El v¨ªdeo dura 60 segundos pero la rodilla y el peso del polic¨ªa, blanco, llevan ya siete aplastando el cuello de George Floyd, afroamericano, detenido junto a un coche. Floyd repite ag¨®nicos ¡°no puedo respirar¡±. Muere. Racismo a¨²n latente en EE UU, violencia policial. Oleada de protestas desde Nueva York a la costa del Pac¨ªfico. Toques de queda en las grandes ciudades, la Casa Blanca asediada. Furia y rabia producto de la combinaci¨®n del homicidio de Floyd, la covid-19 y la depresi¨®n econ¨®mica. Una sociedad enferma y polarizada. EE UU, por primera vez desde 1945, ha abandonado su liderazgo mundial y recupera la imagen del americano feo. El 3 de noviembre los estadounidenses decidir¨¢n qui¨¦n ser¨¢ su presidente: un primer barrunto del futuro. La econom¨ªa, con un paro que alcanzar¨¢ el de la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta, puede hacer presidente a Biden. ?Aceptar¨¢ Trump la derrota?
Gran Asamblea del Pueblo en Pek¨ªn. Codo con codo, 3.000 delegados con mascarillas votan, por 2.787 votos contra 1 y 6 abstenciones, una nueva ley de Seguridad Nacional que le ser¨¢ aplicada a Hong Kong para abortar su estatus legal democr¨¢tico pactado en 1997 tras su descolonizaci¨®n. Xi aprovecha la pandemia para acabar con la autonom¨ªa y avisar a Taiw¨¢n. ?C¨®mo es posible que el capitalismo autocr¨¢tico de China, y la brutal represi¨®n de los disidentes se presenten como el sistema a imitar? Escalada de tensi¨®n entre EE UU y China.
Bruselas. Europa da un paso para ascender al rango de potencia estrat¨¦gica, la tercera entre EE UU y China. Audacia calculada para la Europa de la pr¨®xima generaci¨®n. La presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, anuncia un plan de recuperaci¨®n econ¨®mica frente a la pandemia, valorado en 750.000 millones de euros. No mutualizaci¨®n de la deuda, pero casi. La UE es nuestro mundo, el de los valores democr¨¢ticos, tambi¨¦n el de la solidaridad. Gran noticia para recuperar el orgullo europeo si finalmente se confirma.