Prohibido jugar
Entre los aspectos m¨¢s asombrosos de la respuesta a la pandemia est¨¢ que lo primero que cerramos fueran las escuelas y que probablemente sea de lo ¨²ltimo que vayamos a abrir
En todos los debates en Espa?a hay un momento en el que se dice que el problema est¨¢ en la educaci¨®n. Entonces uno sabe que la conversaci¨®n ha llegado a la nada. La educaci¨®n solo interesa de verdad cuando puede convertirse en batalla cultural o disputa teol¨®gica. En la desescalada hemos hablado de comercios, turismo, terrazas y f¨²tbol, pero no hay una idea clara para la educaci¨®n, ni ahora ni para el curso que viene.
Durante seis semanas los ni?os estuvieron encerrados sin que hubiera una explicaci¨®n. Se dec¨ªa que eran vectores de contagio, pero los estudios no sostienen esa idea. El d...
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En todos los debates en Espa?a hay un momento en el que se dice que el problema est¨¢ en la educaci¨®n. Entonces uno sabe que la conversaci¨®n ha llegado a la nada. La educaci¨®n solo interesa de verdad cuando puede convertirse en batalla cultural o disputa teol¨®gica. En la desescalada hemos hablado de comercios, turismo, terrazas y f¨²tbol, pero no hay una idea clara para la educaci¨®n, ni ahora ni para el curso que viene.
Durante seis semanas los ni?os estuvieron encerrados sin que hubiera una explicaci¨®n. Se dec¨ªa que eran vectores de contagio, pero los estudios no sostienen esa idea. El descontento se atribu¨ªa a padres caprichosos: los ni?os, al parecer, no ten¨ªan derechos. Le¨ªamos observaciones sobre los efectos del confinamiento en los adultos, pero tambi¨¦n le¨ªamos que a los ni?os no les afectaba. Todos pensamos que las experiencias de los primeros a?os son decisivas, pero en ese caso pod¨ªamos hacer una excepci¨®n, como Janis Joplin con Leonard Cohen. Si repasamos nuestra biograf¨ªa, el confinamiento de los ni?os resulta claustrof¨®bico y el encierro de los adolescentes, un infierno.
El apa?o de la escuela a distancia, a menudo disfrazado del optimismo tecnol¨®gico que sirve para vender mercanc¨ªa averiada, contribuye a incrementar las desigualdades. No todos los padres tienen las mismas posibilidades, los mismos recursos de tiempo, formaci¨®n, inter¨¦s, acceso a libros o tecnolog¨ªa. Un maestro, por entusiasta que sea, tiene menos instrumentos para comunicarse o detectar los problemas. Puede producir estr¨¦s en los ni?os y una carga adicional incluso en padres que puedan teletrabajar. La carga se suele distribuir de forma asim¨¦trica en relaci¨®n con el g¨¦nero.
Hay muchas razones para lamentar el descuido de la educaci¨®n. Entre ellas est¨¢n la adquisici¨®n de conocimientos de los alumnos y su importancia para la sociedad y el hecho de que la educaci¨®n contribuye a aumentar la igualdad de oportunidades. Tambi¨¦n que es bueno para los menores perder de vista a sus padres un rato y relacionarse con otros ni?os y con otros adultos. Una funci¨®n esencial de la escuela es la socializaci¨®n. Muchas veces no recuerdas cu¨¢ndo aprendiste algo o se te olvida un contenido, pero de los amigos del colegio te acuerdas toda la vida. Entre los aspectos m¨¢s asombrosos de la respuesta a la pandemia est¨¢ que lo primero que cerramos fueran las escuelas y que probablemente sea de lo ¨²ltimo que vayamos a abrir, y que entretanto hayamos prohibido jugar a los ni?os. @gascondaniel