Nissan abandona su f¨¢brica catalana
Espa?a paga un alto precio por carecer de una industria nacional con ra¨ªces propias. Las ra¨ªces de una industria son las investigaciones realizadas por sus diversas ramas en competencia con el mercado internacional. En Espa?a se encuentran representadas como ¡°sucursales¡± grandes empresas europeas, japonesas y americanas. A estas empresas se les podr¨ªa definir con la etiqueta de ¡°hu¨¦spedes¡±, lo que significa que ofrecen un trabajo ¡°eventual¡± que se mantiene seg¨²n el dictado de la casa matriz.
Espa?a se permite el lujo de que sus cerebros, investigadores, matem¨¢ticos, inform¨¢ticos o inge...
Espa?a paga un alto precio por carecer de una industria nacional con ra¨ªces propias. Las ra¨ªces de una industria son las investigaciones realizadas por sus diversas ramas en competencia con el mercado internacional. En Espa?a se encuentran representadas como ¡°sucursales¡± grandes empresas europeas, japonesas y americanas. A estas empresas se les podr¨ªa definir con la etiqueta de ¡°hu¨¦spedes¡±, lo que significa que ofrecen un trabajo ¡°eventual¡± que se mantiene seg¨²n el dictado de la casa matriz.
Espa?a se permite el lujo de que sus cerebros, investigadores, matem¨¢ticos, inform¨¢ticos o ingenieros produzcan ideas en el extranjero, ideas que necesitar¨ªa el pa¨ªs urgentemente, ya que el turismo y la agricultura solo ofrecen puestos de trabajo eventuales. Si Espa?a quiere ¡°jugar¡± en el certamen mundial econ¨®mico, tendr¨ªa que introducir un cambio radical en su mentalidad industrial.
Andr¨¦s Mart¨ªn, N¨²remberg (Alemania).