Epidemiolog¨ªa social y movimiento antivacunas
Muchas personas siguen impert¨¦rritas con su fr¨ªvola visi¨®n de la realidad del dolor
La pandemia del coronavirus interpela a todos y pr¨¢cticamente en todos los aspectos de nuestra vida, desde los h¨¢bitos de comportamiento hasta las decisiones sobre cuestiones complejas que afectan a nuestras convicciones, modos y estilos de vida. Es pronto todav¨ªa para poder pronosticar si esta pandemia va a cambiar el mundo o a qu¨¦ dominios de nuestras vidas pueda llegar, sea en el campo de lo econ¨®mico, lo pol¨ªtico, lo sanitario, e incluso las relaciones ¨ªntimas. Sin embargo, ya se vislumbra que, en algunos ¨¢mbitos sociales, habr¨¢ diferentes repercusiones en funci¨®n de c¨®mo evolucione la cov...
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La pandemia del coronavirus interpela a todos y pr¨¢cticamente en todos los aspectos de nuestra vida, desde los h¨¢bitos de comportamiento hasta las decisiones sobre cuestiones complejas que afectan a nuestras convicciones, modos y estilos de vida. Es pronto todav¨ªa para poder pronosticar si esta pandemia va a cambiar el mundo o a qu¨¦ dominios de nuestras vidas pueda llegar, sea en el campo de lo econ¨®mico, lo pol¨ªtico, lo sanitario, e incluso las relaciones ¨ªntimas. Sin embargo, ya se vislumbra que, en algunos ¨¢mbitos sociales, habr¨¢ diferentes repercusiones en funci¨®n de c¨®mo evolucione la covid-19. Todo depender¨¢ de lo que hayamos asumido o dejado de lado de esta experiencia insospechada.
Una de las cuestiones sobre las que se podr¨ªa esperar un cambio de actitud es en el movimiento antivacunas, dada la necesidad de que aparezca la ansiada vacuna que acabe con esta dichosa plaga y que est¨¢ ocupando de manera cooperativa, como nunca se hab¨ªa visto antes, a cient¨ªficos de todo el mundo. No obstante, parece por ahora que la corriente anti-vacunas no se da por aludida, de tal manera que no les ha hecho rectificar, antes al contrario, muchos de sus seguidores siguen impert¨¦rritos e impermeables con su fr¨ªvola visi¨®n de la realidad del dolor.
Algunas informaciones aparecidas las ¨²ltimas semanas dan muestras de dicha situaci¨®n. Javier Sampedro (EL PA?S, 30 de abril de 2020) se?ala: ¡°Por los pocos datos que tenemos en Espa?a, esta corriente de pensamiento no supone un grave problema aqu¨ª (tal vez un 6% de padres antivacunas). Contrariamente hay otros pa¨ªses en que s¨ª se supone tal realidad, comenzando por Estados Unidos¡±. Tambi¨¦n la revista ConSalud del 25 de abril de 2020 da ejemplos de ello. Es el caso del tenista Novak Djokovic, que advirti¨® de que si la competici¨®n se reanudaba en los pr¨®ximos meses y alguien le ¡°forzaba¡± a vacunarse para poder viajar, retrasar¨ªa su vuelta al tenis. La rapera brit¨¢nica M.I.A. tambi¨¦n se ha unido al tenista serbio en el rechazo a la vacunaci¨®n. En su cuenta de Twitter, la rapera public¨® que si tuviera que elegir entre la vacuna o un chip, elegir¨ªa la muerte.
?Qu¨¦ nos puede decir la epidemiolog¨ªa social frente a esta pandemia? ?C¨®mo aborda el movimiento antivacunas? La epidemiolog¨ªa social centra su estudio en los factores sociales como causas ¨²ltimas de la salud comunitaria. No cabe duda que la covid-19 ha afectado de forma muy dispar a los distintos colectivos poblacionales por causas que van desde las econ¨®micas hasta las geogr¨¢ficas. La pregunta es si la salud, incluso la muerte en algunos casos, de los ni?os no vacunados por decisi¨®n de sus padres corresponde a la explicaci¨®n de la epidemiolog¨ªa social en sentido estricto.
Hay que decir que la decisi¨®n de no vacunar a los hijos no est¨¢ causada, al menos en nuestras sociedades occidentales, por falta de medios materiales o de conocimiento, sino por esnobismo, en el mejor de los casos. Afortunadamente, disfrutamos de una sanidad universal que, aunque mejorable, cubre la salud de sus ciudadanos y, muy especialmente, la de los menores. Adem¨¢s, la negaci¨®n sistem¨¢tica a vacunar a los menores es una falta de consideraci¨®n con todos aquellos que viven en pa¨ªses en los que la atenci¨®n sanitaria no est¨¢ asegurada y no pueden ser vacunados, siendo v¨ªctimas de enfermedades y muerte prematura. Los motivos del negacionismo son, fundamentalmente, ideol¨®gicos, llegando incluso al fanatismo. ?Podemos seguir diciendo, entonces, que los problemas de salud y muerte de los ni?os no vacunados corresponden a determinantes sociales de la salud como lo entiende la epidemiolog¨ªa social? Tomando los factores sociales en sentido amplio, s¨ª, pero ser¨ªa un grave error ignorar la responsabilidad directa de sus inductores y sus practicantes.
As¨ª las cosas, es responsabilidad de la sociedad tomar cartas en el asunto. No podemos quedar impasibles ni ser condescendientes con conductas que ponen en peligro a los menores. La responsabilidad es de todos, empezando por la clase pol¨ªtica, que es la que tiene en sus manos que la vacunaci¨®n sea obligatoria, pero tambi¨¦n de las autoridades sanitarias y educativas, que deben evitar que los padres se dejen convencer por falsos curanderos y todo tipo de fake news y exageraciones sobre la vacunaci¨®n.
Hay que plantear la cuesti¨®n desde el campo de la ¨¦tica y la responsabilidad moral de los adultos implicados en estas decisiones. En primer lugar, los padres que, consciente o inconscientemente, est¨¢n arriesgando la salud de sus hijos en aras de ideolog¨ªas o creencias religiosas absolutamente da?inas. Puede que algunos padres piensen que a sus hijos no les pasar¨¢ nada porque todos los dem¨¢s ni?os est¨¢n vacunados, pero esta es una actitud ego¨ªsta e injusta que no se deber¨ªa consentir. Y tambi¨¦n hay que pedir responsabilidad a los que desde posiciones privilegiadas intelectualmente dan p¨¢bulo a estas posiciones e intentan persuadir a los padres de que no vacunen a sus hijos.
Anna Estany es profesora de Filosof¨ªa de la Ciencia y ?ngel Puyol es profesor de ?tica, ambos en la UAB. Son autores de Filosof¨ªa de la epidemiolog¨ªa social (Plaza y Vald¨¦s).