En las aulas
La ense?anza presencial es fundamental, pero hay que evitar los contagios
Cuando se inicie el nuevo curso en septiembre la mayor¨ªa de los estudiantes llevar¨¢n m¨¢s de seis meses sin haber pisado el aula. Si una cosa ha quedado clara tras este an¨®malo tercer trimestre es que la ense?anza online no puede sustituir la docencia presencial. Puede ser ¨²til para un corto periodo o como actividad complementaria, pero tiene grandes limitaciones. Educar es mucho m¨¢s que impartir conocimientos. La escuela es una comunidad de aprendizaje, pero tambi¨¦n de acogida y socializaci¨®n, indispensable para la maduraci¨®n y el crecimiento personal del alumno. Es adem¨¢s un factor de nivelac...
Cuando se inicie el nuevo curso en septiembre la mayor¨ªa de los estudiantes llevar¨¢n m¨¢s de seis meses sin haber pisado el aula. Si una cosa ha quedado clara tras este an¨®malo tercer trimestre es que la ense?anza online no puede sustituir la docencia presencial. Puede ser ¨²til para un corto periodo o como actividad complementaria, pero tiene grandes limitaciones. Educar es mucho m¨¢s que impartir conocimientos. La escuela es una comunidad de aprendizaje, pero tambi¨¦n de acogida y socializaci¨®n, indispensable para la maduraci¨®n y el crecimiento personal del alumno. Es adem¨¢s un factor de nivelaci¨®n social. Dentro del aula, todos los alumnos tienen las mismas oportunidades de aprender. Fuera de ella, sus posibilidades dependen de los recursos materiales y culturales de cada familia.
Es razonable, por tanto, que el objetivo del pr¨®ximo curso sea garantizar el m¨¢ximo de docencia presencial posible, algo en lo que est¨¢n de acuerdo las comunidades aut¨®nomas, que son las que tienen las competencias en materia educativa. El problema surge a la hora de compaginar ese objetivo compartido con el no menos importante de garantizar las medidas de seguridad. Los ministerios de Sanidad y Educaci¨®n han elaborado unos protocolos de seguridad que las autonom¨ªas rechazan a pesar de que su ¨²ltima formulaci¨®n supone una rebaja de las exigencias inicialmente consideradas.
La resistencia no procede tanto de un desacuerdo con los objetivos sanitarios como de la dificultad de hacer frente a los cambios organizativos y los costes que comportan. Inicialmente, se hab¨ªa previsto un n¨²mero m¨¢ximo de 10 o 15 alumnos por clase y ahora se contempla que puedan ser hasta 20 en infantil y primaria, es decir, hasta los 10 a?os. A partir de esa edad, se plantea que la distancia de seguridad entre pupitres sea de 1,5 metros en lugar de los dos previstos anteriormente.
Obviamente, garantizar la seguridad exigir¨¢ hacer m¨¢s grupos, desdoblar algunas clases, habilitar espacios adicionales para la ense?anza y contratar a m¨¢s docentes. Algunos estudios estiman que cumplir con la recomendaci¨®n de 15 alumnos por aula exigir¨ªa incrementar las plantillas en un 30%, algo que las autonom¨ªas no ven factible con los actuales recursos disponibles. El Gobierno ha habilitado una partida de 2.000 millones que deber¨ªa servir para este cometido; si no fuera suficiente, el debate deber¨ªa ser c¨®mo conseguir los recursos que faltan, en ning¨²n caso rebajar las exigencias de seguridad.
Si bien los ¨²ltimos datos indican que un ni?o tiene la mitad de probabilidades de infectarse que un adulto, y que tampoco son, por raz¨®n de la carga viral, grandes contagiadores, lo cierto es que se infectan y pueden transmitir el virus en su entorno. En la pasada oleada, la mayor parte de los contagios fueron intrafamiliares. Por eso las medidas de seguridad propuestas por los ministerios de Sanidad y Educaci¨®n son muy razonables, y especialmente la relativa a organizar los grupos de forma que sean compartimentos estancos, sin contacto entre ellos, pues en caso de contagio, permitir¨ªa un mejor control de los contactos. No hay que olvidar que el virus sigue circulando. La discusi¨®n ahora no es si habr¨¢ nuevos rebrotes, sino cu¨¢ndo y c¨®mo evitarlos. Las autoridades educativas deben hacer un esfuerzo para que la escuela pueda cumplir su cometido educativo sin contribuir al riesgo de rebrote.