Crispaci¨®n
Una sesi¨®n parlamentaria es como una guerra civil virtual y cumplir¨¢ esa funci¨®n sustitutoria mejor si se oyen gritos de batalla y alaridos de dolor
Escandalizarse de que en un parlamento el enfrentamiento pol¨¦mico llegue a ser bronco y su tono nada misericordioso es como reclamar en una sala porno el importe de la entrada porque se ven muchas guarradas. ?Para eso est¨¢n! Una sesi¨®n parlamentaria es como una guerra civil virtual y cumplir¨¢ esa funci¨®n sustitutoria mejor si se oyen gritos de batalla y alaridos de dolor. As¨ª se evitar¨¢ el aut¨¦ntico enfrentamiento civil. Cuanta m¨¢s sangre ret¨®rica corra por el sal¨®n de plenos, menos peligro habr¨¢ de que riegue las calles. Cuando en las Cortes todo el mundo se porta como colegas de pupitre, la ...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Escandalizarse de que en un parlamento el enfrentamiento pol¨¦mico llegue a ser bronco y su tono nada misericordioso es como reclamar en una sala porno el importe de la entrada porque se ven muchas guarradas. ?Para eso est¨¢n! Una sesi¨®n parlamentaria es como una guerra civil virtual y cumplir¨¢ esa funci¨®n sustitutoria mejor si se oyen gritos de batalla y alaridos de dolor. As¨ª se evitar¨¢ el aut¨¦ntico enfrentamiento civil. Cuanta m¨¢s sangre ret¨®rica corra por el sal¨®n de plenos, menos peligro habr¨¢ de que riegue las calles. Cuando en las Cortes todo el mundo se porta como colegas de pupitre, la discordia ¡ªque existe en toda sociedad, queramos o no¡ª romper¨¢ las costuras por donde menos se espere, quiz¨¢ con tr¨¢gicos resultados. Adem¨¢s un Gobierno como el actual, de ¨ªnfima mayor¨ªa apoyada por grupos radicales estrepitosamente opuestos a la unidad territorial y c¨ªvica del pa¨ªs, a la econom¨ªa de mercado, a la familia tradicional, a la monarqu¨ªa, etc¨¦tera, y cuya base ideol¨®gica es llamar al centro derecha, a la derecha extrema derecha y a la extrema derecha fascismo, no parece destinado a la concordia. Es m¨¢s, no la ve¨ªa deseable hasta ahora en que, agobiado por la mala gesti¨®n de la epidemia y urgido por una econom¨ªa electrocutada, necesita la ilusi¨®n del apoyo sumiso de las fuerzas conservadoras en cuyo rechazo bas¨® su anterior estrategia. No crispen, es decir no denuncien al Gobierno que se nutri¨® de denunciarles...
La puerta del sal¨®n de plenos est¨¢ cerrada y dos periodistas aguardan fuera. Se oyen voces: ?traidor! ?Sinverg¨¹enza! ?Corrupto! ?Vendepatrias! ?Facha! ?Inquisidor!... Un plumilla le dice al otro: ¡°Oye, parece que la sesi¨®n est¨¢ siendo brutal¡±. Y el otro contesta: ¡°No, hombre, el pleno no ha empezado todav¨ªa. Ahora est¨¢n pasando lista¡±.