Infamia reconcentrada
Llamando a la pandemia ¡®kung flu¡¯, Trump consigue aglutinar en dos s¨ªlabas la negaci¨®n del contagio y el desprecio por los extranjeros
Dos monos¨ªlabos. Dif¨ªcil concentrar tanta infamia en un eslogan tan corto: Kung flu. La expresi¨®n autorizada por Trump para designar al virus lo tiene todo. De una parte, la teor¨ªa de la conspiraci¨®n china y la xenofobia que expresa. De la otra, la denegaci¨®n de la pandemia, una mera gripe (flu), como la gripesinha de Bolsonaro, y la ridiculizaci¨®n sobrentendida de las mascarillas y de las medidas de distancia social, rechazadas por la bravuconer¨ªa trumpista para no ser tachada de cobarde.
Es la mala leche concentrada de un in¨²til comandante en jefe en mitad de la ...
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Dos monos¨ªlabos. Dif¨ªcil concentrar tanta infamia en un eslogan tan corto: Kung flu. La expresi¨®n autorizada por Trump para designar al virus lo tiene todo. De una parte, la teor¨ªa de la conspiraci¨®n china y la xenofobia que expresa. De la otra, la denegaci¨®n de la pandemia, una mera gripe (flu), como la gripesinha de Bolsonaro, y la ridiculizaci¨®n sobrentendida de las mascarillas y de las medidas de distancia social, rechazadas por la bravuconer¨ªa trumpista para no ser tachada de cobarde.
Es la mala leche concentrada de un in¨²til comandante en jefe en mitad de la derrota. Ha perdido todo control sobre la pandemia. Los hechos lo desmienten uno detr¨¢s de otro. El virus sigue avanzando. La Casa Blanca ya no vela por el pa¨ªs, la salud y el bienestar de los ciudadanos, y solo quiere evitar los efectos electorales de una carnicer¨ªa aut¨¦ntica, no como la que Trump se invent¨® en el discurso de toma de posesi¨®n para el nuevo comienzo de su presidencia.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud sab¨ªa lo que se hac¨ªa en 2015 cuando aprob¨® una directiva sobre la denominaci¨®n de las enfermedades contagiosas. Quer¨ªa evitar nombres ofensivos para grupos culturales, sociales, nacionales, profesionales o ¨¦tnicos. Sus intenciones eran exactamente las contrarias de Trump, que quiere maximizar los efectos negativos de las denominaciones, para utilizarlas en la exculpaci¨®n de sus propias responsabilidades y en la atribuci¨®n de culpas a enemigos y adversarios.
Trump utiliza la expresi¨®n ¡°virus de Wuhan, chino¡± e incluso ¡°asi¨¢tico¡±, con el l¨®gico enfado del Gobierno de Pek¨ªn, pero tambi¨¦n de los ciudadanos estadounidenses de origen asi¨¢tico. En sus delirantes actuaciones se pregunta incluso por el significado de covid-19, intrigado por la cifra, en un expl¨ªcito reconocimiento de la eficaz neutralidad de una denominaci¨®n que solo nos dice que se trata de una enfermedad (desease), el tipo de virus que la provoca (coronavirus) y el a?o en que surgi¨® (2019).
En el mundo de Trump no hay libertad de expresi¨®n sin ofensa. Ni comunicaci¨®n sin dominaci¨®n. L¨¢tigo insultante contra los d¨¦biles y c¨¢ntico de exaltaci¨®n de s¨ª mismo, para eso sirven las palabras de este ego delirante y autoritario. Ni humor ni iron¨ªa. Solo desprecio y tergiversaci¨®n. Adaptadas a los latigazos de un tuit, alcanzan la perfecci¨®n con esa breve expresi¨®n que se lanza como una bomba de fragmentaci¨®n sem¨¢ntica, con capacidad para herir y agraviar por todos los flancos.