El test de las estatuas
Si quieres saber la ideolog¨ªa de un individuo, col¨®calo delante de la escultura y f¨ªjate si se inclina ante ella o la derriba
?Quieres saber si esa persona que te gusta es de izquierdas o de derechas? Si se lo preguntas directamente, quiz¨¢s no sea sincera. Pero existe un m¨¦todo infalible para conocer la verdadera ideolog¨ªa de un individuo. Ponle delante el David de Miguel ?ngel ¡ªuna buena foto es suficiente, aunque invitarla a Florencia siempre a?ade un toque de romanticismo¡ª. Si es de izquierdas, quedar¨¢ fascinada por la belleza de la escultura. Si es de derechas, tambi¨¦n, pero, adem¨¢s, se ruborizar¨¢ un poco ante la completa desnudez del David.
Estudiosos de la mente pol¨ªtica, como Jonathan Haid...
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?Quieres saber si esa persona que te gusta es de izquierdas o de derechas? Si se lo preguntas directamente, quiz¨¢s no sea sincera. Pero existe un m¨¦todo infalible para conocer la verdadera ideolog¨ªa de un individuo. Ponle delante el David de Miguel ?ngel ¡ªuna buena foto es suficiente, aunque invitarla a Florencia siempre a?ade un toque de romanticismo¡ª. Si es de izquierdas, quedar¨¢ fascinada por la belleza de la escultura. Si es de derechas, tambi¨¦n, pero, adem¨¢s, se ruborizar¨¢ un poco ante la completa desnudez del David.
Estudiosos de la mente pol¨ªtica, como Jonathan Haidt, han descubierto este tipo de diferencias psicobiol¨®gicas entre las ideolog¨ªas. La gente de izquierdas est¨¢ m¨¢s abierta a las nuevas experiencias mientras que la de derechas es m¨¢s consciente. Por eso, suelen ser progresistas los emprendedores, pero conservadores los empresarios.
La izquierda es mejor para crear, la derecha para gestionar. Y, en general, la historia reciente de Espa?a, como la de cualquier otra democracia occidental, se ajusta bastante a esta regla. La izquierda empuja los presupuestos p¨²blicos y los cambios sociales, evitando la osificaci¨®n. La derecha mantiene las cuentas y el orden, evitando la disoluci¨®n. Como el yin y el yang, un pa¨ªs requiere un permanente di¨¢logo entre la izquierda y la derecha.
Pero los puentes se est¨¢n quebrando. La tensi¨®n entre la fuerza liberadora y la disciplinadora, que Bertrand Russell consideraba el motor de la civilizaci¨®n, se ha recalentado. Hoy, el yin habla con el yin y el yang con el yang. El objetivo no es comunicarse con los otros, sino se?alarse ante los unos.
Por ejemplo, si un progresista quiere luchar contra la homofobia y el racismo, lo peor que puede hacer es izar la bandera arco¨ªris justo en el ¨²nico lugar de todo el municipio prohibido por una resoluci¨®n judicial, o destrozar el monumento a un personaje hist¨®rico controvertido. En lugar de atraer al dudoso, al individuo que tiende al orden pero que ve con simpat¨ªas estas demandas, lo aliena. Pero el objetivo del activista no es ir m¨¢s all¨¢ del movimiento, ampliando su base social, sino pasar lista a la tropa, expulsando a los traidores y adelgazando el apoyo popular.
As¨ª que debemos cambiar el test de la pol¨ªtica. Si quieres saber la ideolog¨ªa de un individuo, col¨®calo delante de la estatua y f¨ªjate si se inclina ante ella o la derriba.@VictorLapuente