Casa de locos
Las memorias de Bolton son un documento riguroso que refleja los errores garrafales, la ignorancia suprema de la geograf¨ªa pol¨ªtica y las intempestivas y a menudo desconcertantes iniciativas de Trump
Aunque la Casa Blanca trat¨® por todos los medios de impedir la publicaci¨®n de las memorias de John Bolton, consejero del presidente Trump para la Seguridad Nacional entre abril de 2018 y septiembre de 2019, el libro, titulado The Room Where It Happened (El cuarto donde aquello sucedi¨®), acaba de salir en Estados Unidos, luego de ser autorizado por los jueces.
Se trata de un grueso ensayo en el que Bolton cuenta con lujo de detalles su experiencia de trabajar un a?o y medio junto a Trump y lo critica con severidad, dando ejemplos abundantes de lo que todos ya sab¨ªamos: que el pres...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Aunque la Casa Blanca trat¨® por todos los medios de impedir la publicaci¨®n de las memorias de John Bolton, consejero del presidente Trump para la Seguridad Nacional entre abril de 2018 y septiembre de 2019, el libro, titulado The Room Where It Happened (El cuarto donde aquello sucedi¨®), acaba de salir en Estados Unidos, luego de ser autorizado por los jueces.
Se trata de un grueso ensayo en el que Bolton cuenta con lujo de detalles su experiencia de trabajar un a?o y medio junto a Trump y lo critica con severidad, dando ejemplos abundantes de lo que todos ya sab¨ªamos: que el presidente de Estados Unidos carece de la preparaci¨®n m¨¢s elemental para ocupar el cargo que tiene y los errores y contradicciones que por esa misma raz¨®n comete cada d¨ªa, pese a la popularidad que obtuvo en los primeros a?os de su Gobierno y que parece haber perdido, hasta el extremo de que, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, lo derrotar¨ªa en las elecciones de noviembre el dem¨®crata Joe Biden.
La expectativa que este libro ha despertado en Estados Unidos y en el mundo se debe, sobre todo, a que John Bolton es un conservador ultra, pero culto y bien informado, que colabor¨® en cargos importantes con los Gobiernos de Ronald Reagan y George Bush, del que fue embajador en las Naciones Unidas. Tanto en sus trabajos p¨²blicos como en sus comentarios en Fox News, Bolton ha defendido siempre las opciones m¨¢s extremas ¡ªcomo, por ejemplo, en el caso de Israel, la capitalidad de Jerusal¨¦n para el Estado sionista, la ocupaci¨®n militar de Cisjordania y, ahora, su anexi¨®n¡ª y, desde que gan¨® las elecciones presidenciales, Donald Trump se?al¨® que tendr¨ªa un cargo importante en su Gobierno. En efecto, fue nombrado consejero para la Seguridad Nacional, encargado de orientar diariamente al presidente en cuestiones internacionales, acompa?arlo en sus viajes, y, junto con el secretario de Estado, de coordinar y dar un sentido coherente a la pol¨ªtica internacional de Estados Unidos.
Lo primero que descubri¨® Bolton en su nuevo trabajo fue que al presidente Trump le disgustaban los gruesos bigotes de morsa que ¨¦l lleva y, lo segundo, lo despistado que suele estar en cosas tan elementales como la situaci¨®n de Finlandia, de la que el mandatario norteamericano cre¨ªa, ingenuamente, que no s¨®lo no era un Estado independiente sino que formaba parte de Rusia. Aunque errores tan garrafales, que documentan una ignorancia suprema de la geograf¨ªa pol¨ªtica, aparecen a menudo en las memorias de Bolton, estas no tienen para nada el car¨¢cter chismogr¨¢fico y delator que muchos lectores esperaban. Es, por el contrario, un documento riguroso, pr¨¢cticamente d¨ªa al d¨ªa, de su experiencia de tener que informar, primero, y luego, manejar las intempestivas y a menudo desconcertantes iniciativas del presidente Trump (corregir sus errores, se dir¨ªa) en las que suele incurrir y que han marcado su gesti¨®n gubernamental.
John Bolton pertenece a una familia obrera de Maryland y estudi¨® Derecho en Yale gracias a becas y pr¨¦stamos. Desde muy joven fue republicano y defendi¨® las opciones m¨¢s conservadoras y reaccionarias, con argumentos, es preciso decirlo, bastante m¨¢s s¨®lidos de los que suele usar aquel gremio pol¨ªtico. Desde muy joven se declar¨® seguidor de las tesis del fil¨®sofo e historiador irland¨¦s Edmund Burke y su primer libro, en el que explica sus convicciones pol¨ªticas, Surrender Is Not an Option (La rendici¨®n no es una opci¨®n), fue un best seller. Este libro tambi¨¦n lo ser¨¢ y quiz¨¢s, lo m¨¢s divertido del asunto, es que, por la oposici¨®n a Trump, la izquierda se haya apresurado a celebrarlo.
John Bolton llegaba a su oficina en la Casa Blanca a las seis de la ma?ana y all¨ª tomaba desayuno con autoridades diplom¨¢ticas y militares; era la primera reuni¨®n de trabajo del d¨ªa. En teor¨ªa, su labor consist¨ªa en trazar las grandes l¨ªneas de la pol¨ªtica de Estados Unidos en el ¨¢mbito internacional; en verdad, su obligaci¨®n era sobre todo tratar de entender lo que el presidente Trump quer¨ªa en este dominio y tratar de poner orden y excusar y dar alg¨²n sentido coherente a las infinitas metidas de pata que el jefe del Estado comet¨ªa a diario en este campo.
Lo que cuenta es perfectamente explicable. Como generalmente no sab¨ªa d¨®nde estaba parado, el presidente Trump desconfiaba de todo el mundo ¡ªsalvo, quiz¨¢s, de su hija Ivanka y de su yerno, un par de intrusos¡ª y prestaba mucha m¨¢s atenci¨®n a la prensa, y, sobre todo, a la televisi¨®n, que a los grandes asuntos del d¨ªa. Las reuniones con sus m¨¢s estrechos colaboradores se caracterizaban, sobre todo, por la abundancia de feroces palabrotas que profer¨ªa, y por el frenes¨ª con que desped¨ªa y cambiaba a sus asesores. Que Bolton permaneciera a su lado m¨¢s de un a?o y medio fue algo milagroso. Al final lo oblig¨® a renunciar acus¨¢ndolo de haber abusado de viajar demasiado utilizando los aviones militares, acusaci¨®n disparatada cuando uno lee estas memorias, donde Bolton especifica con enfermiza pulcritud los viajes de trabajo que hizo y las condiciones en que viaj¨®.
El libro desarrolla todos los temas internacionales importantes en los que Bolton intervino, de Libia a China, de Ir¨¢n a Cuba, de Rusia a la Uni¨®n Europea, de Afganist¨¢n al Reino Unido, y, la verdad, el lector queda mareado con esa fren¨¦tica actividad que, por lo dem¨¢s, era poco valorada por Trump, cuando no brutalmente contradicha por sus salidas intempestivas ante la prensa, que, luego, los asesores, y sobre todo Bolton, deb¨ªan enmendar cuidadosamente, sin que pareciera que desment¨ªan a su jefe. El caos que documenta este libro sin humor, y en el que el mal humor fatalmente asoma, permite llamar a la Casa Blanca, sin exageraci¨®n alguna, una verdadera casa de locos.
Por razones obvias, las cerca de cincuenta p¨¢ginas que Bolton dedica a Venezuela ten¨ªan un inter¨¦s especial para quien escribe esta columna. Uno advierte, desde el primer momento, que tanto Trump como sus principales colaboradores, se vieron sorprendidos con la enorme oposici¨®n a Maduro, que parec¨ªa apoyar a Guaid¨®, y, de inmediato, acordaron respaldarlo, pero, eso s¨ª, descartando de entrada una acci¨®n militar contra el r¨¦gimen chavista. Como se recordar¨¢, pese a este acuerdo, el presidente Trump amenaz¨® una y otra vez con una acci¨®n armada a Maduro, sabiendo perfectamente que ¨¦sta estaba descartada de antemano y que sus bravatas carec¨ªan de toda consistencia. Por otra parte, en aquellas reuniones privadas y secretas, Trump mostraba cierto escepticismo con la figura de Guaid¨®, y, m¨¢s bien, cierta simpat¨ªa secreta por Maduro, ¡°ese duro¡±, la misma que, pese a todo, le merec¨ªa Putin, el nuevo zar de Rusia. Bolton analiza, con rigor, las dif¨ªciles relaciones que Trump ha mantenido con sus viejos aliados de Europa Occidental, y su inclinaci¨®n sistem¨¢tica por celebrar encuentros con dictadorzuelos medio locos, como el gordinfl¨®n que conduce Corea del Norte con mano de hierro o el nuevo amo de Rusia.
?Qu¨¦ suceder¨¢ ahora en Estados Unidos si una mayor¨ªa del pueblo estadounidense confirma en las elecciones de noviembre a Trump en el poder? Yo creo que ser¨ªa una gran desgracia para Estados Unidos en particular y para el mundo libre en general. Por su ignorancia y por su arbitrariedad, Trump ha conseguido que su pa¨ªs se distancie de sus aliados tradicionales y se acerque, m¨¢s bien, a sus enemigos, sin siquiera darse cuenta cabal de que as¨ª proced¨ªa. Este es el testimonio m¨¢s importante de esta memoria de John Bolton. De ser as¨ª, por cuatro a?os m¨¢s, aquellos ganar¨ªan todav¨ªa m¨¢s terreno del que han conseguido ya en estos primeros cuatro a?os de su Gobierno. Vaya paradoja que un ultra reaccionario norteamericano como John Bolton haya mostrado c¨®mo y por qu¨¦ Trump debe ser derrotado en las elecciones de noviembre.
Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PA?S, SL, 2020. ? Mario Vargas Llosa, 2020.