Mascarillas obligatorias
Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil seguir los razonamientos de algunos gobernantes. En vista del relajamiento general y de que muchos incumplen la norma de llevar mascarilla en lugares cerrados o en concentraciones de gente, algunos dirigentes auton¨®micos deciden que su uso sea obligatorio en todas partes. ?Qu¨¦ se arregla con eso? ?No ser¨ªa m¨¢s l¨®gico aumentar la vigilancia, incrementar las sanciones y reducir la tolerancia? ?No ser¨ªa m¨¢s sensato y menos complicado controlar m¨¢s los sitios especialmente conflictivos? Es como si el Ayuntamiento de una ciudad, para evitar que algunos aparquen sus coches en...
Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil seguir los razonamientos de algunos gobernantes. En vista del relajamiento general y de que muchos incumplen la norma de llevar mascarilla en lugares cerrados o en concentraciones de gente, algunos dirigentes auton¨®micos deciden que su uso sea obligatorio en todas partes. ?Qu¨¦ se arregla con eso? ?No ser¨ªa m¨¢s l¨®gico aumentar la vigilancia, incrementar las sanciones y reducir la tolerancia? ?No ser¨ªa m¨¢s sensato y menos complicado controlar m¨¢s los sitios especialmente conflictivos? Es como si el Ayuntamiento de una ciudad, para evitar que algunos aparquen sus coches en lugares prohibidos, extendiera la prohibici¨®n de aparcar a todo el casco urbano.
Jaime Tapia-Ruano. Barcelona
A la decisi¨®n de la Generalitat de Catalu?a de imponer la mascarilla, incluso con distancia de seguridad, se han sumado ya otras comunidades aut¨®nomas, y quiz¨¢ lo haga alguna m¨¢s. Me parece bien. Ante la relajaci¨®n de una parte no despreciable de la poblaci¨®n, la distancia de seguridad se ha convertido en un portillo por el que se cuela el incumplimiento insolidario. Las personas sin mascarilla siempre pod¨ªan alegar que manten¨ªan dicha distancia, incluso cuando tal cosa no era posible. De hecho, en algunas personas se aprecia que ni siquiera la llevan por si acaso. Por otro lado, y tras el reconocimiento de la OMS de la posibilidad de contagio por el aire en espacios cerrados, parece evidente que de este virus nada est¨¢ escrito, por lo que ante ¨¦l toda prevenci¨®n es poca.
Gonzalo de Miguel Renedo. Logro?o