Verano raro
Honramos hoy a los muertos del virus mientras los vivos hacemos que todo es como era. No s¨¦ qui¨¦n est¨¢ m¨¢s ciego
Ayer pis¨¦ playa por primera vez este a?o. Bueno, miento. Holl¨¦ arena en febrero para cargar pilas, despu¨¦s de un temporal del diablo que hab¨ªa dejado la cala convertida en una catarata de pedruscos ca¨ªdos de la monta?a sobre el antes id¨ªlico lecho de cantos rodados. Ya entonces hab¨ªa en Espa?a un goteo de ancianos muri¨¦ndose de una neumon¨ªa tonta de esas que pillas y no lo cuentas. Pero no hab¨ªan atado cabos quienes deb¨ªan y viv¨ªamos a la antigua manera de seg¨²n a cada uno le iba la feria. Despu¨¦s vino el aut¨¦ntico hurac¨¢n, el del virus. Y nos encerraron. Y contamos los muertos por miles. Y pe...
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Ayer pis¨¦ playa por primera vez este a?o. Bueno, miento. Holl¨¦ arena en febrero para cargar pilas, despu¨¦s de un temporal del diablo que hab¨ªa dejado la cala convertida en una catarata de pedruscos ca¨ªdos de la monta?a sobre el antes id¨ªlico lecho de cantos rodados. Ya entonces hab¨ªa en Espa?a un goteo de ancianos muri¨¦ndose de una neumon¨ªa tonta de esas que pillas y no lo cuentas. Pero no hab¨ªan atado cabos quienes deb¨ªan y viv¨ªamos a la antigua manera de seg¨²n a cada uno le iba la feria. Despu¨¦s vino el aut¨¦ntico hurac¨¢n, el del virus. Y nos encerraron. Y contamos los muertos por miles. Y perdimos la cuenta. Y casi la esperanza de volver a ser como ¨¦ramos; tan felices o desgraciados, pero cada uno con su pena, y no con la misma y afilada espada pendiendo sobre nuestras vidas y haciendas. No hace ni medio a?o aunque parezca un siglo. Lo peor es que no ha terminado.
Ayer volv¨ª a mi playa como quien vuelve a puerto tras la tormenta y est¨¢ casi como siempre. Han retirado las piedras, han mallado la monta?a y el socorrista, ahora, adem¨¢s de aburrirse, cuenta ba?istas para no rebasar el aforo. No hace falta. No hay ni la mitad de otros a?os y los que estamos no somos los mismos aunque lo parezcamos. No hay gritos, ni carreras, ni aguadillas, y s¨ª una rara sensaci¨®n de bomba en el aire. Por no haber no hay ni canci¨®n del verano y hasta los anuncios de cerveza incitan a salvar el planeta del pl¨¢stico y no a comernos las bocas, que era de lo que iba el est¨ªo antes de que besarse estuviera mal visto. En ese rulo me hallaba ayer inmersa cuando un chaparr¨®n de los gordos nos barri¨® de la arena hasta a los m¨¢s entusiastas. Al volver a casa, ni rastro del corrillo de abuelas que tomaba el fresco el a?o pasado. Ni a preguntar me atrevo, no sea que me contesten. Honramos hoy a los muertos del virus mientras los vivos hacemos que todo es como era. No s¨¦ qui¨¦n est¨¢ m¨¢s ciego.