Europa, paso a paso
La Uni¨®n se ha construido con sus tropezones y sus avances. Que no se olviden los l¨ªderes europeos de la solidaridad y de las gentes de a pie
Hasta hace poco no hab¨ªa o¨ªdo hablar de Nacho Dean, un joven que ha dado la vuelta al mundo a pie y, no contento con eso, poco despu¨¦s ha conectado a nado los cinco continentes. Aventura, superaci¨®n, motivaci¨®n, voluntad¡ Dos haza?as que merece la pena recordar a menudo. El primer espa?ol en hacerlo y uno de los primeros en todo el mundo.
Me fascinan las historias de viajes a pie. Andar permite realmente palpar el terreno, absorber el paisaje y entrar en el cuerpo a cuerpo (figurado) con sus gentes. Disfrut¨¦ mucho con el recorrido por Afganist¨¢n del entonces joven diplom¨¢tico brit¨¢nico ...
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Hasta hace poco no hab¨ªa o¨ªdo hablar de Nacho Dean, un joven que ha dado la vuelta al mundo a pie y, no contento con eso, poco despu¨¦s ha conectado a nado los cinco continentes. Aventura, superaci¨®n, motivaci¨®n, voluntad¡ Dos haza?as que merece la pena recordar a menudo. El primer espa?ol en hacerlo y uno de los primeros en todo el mundo.
Me fascinan las historias de viajes a pie. Andar permite realmente palpar el terreno, absorber el paisaje y entrar en el cuerpo a cuerpo (figurado) con sus gentes. Disfrut¨¦ mucho con el recorrido por Afganist¨¢n del entonces joven diplom¨¢tico brit¨¢nico Rory Stewart, despu¨¦s de comenzar la ofensiva occidental tras el 11 de septiembre y que plasm¨® en un delicioso libro, The Places in Between.
Pero tengo predilecci¨®n por los viajes por Europa. Europa est¨¢ llena de caminantes, de gente de a pie, literalmente, que han recorrido su geograf¨ªa andando. No en vano, una parte de su historia se vertebr¨® en torno al Camino de Santiago.
Uno de mis favoritos es Patrick (Paddy) Leigh Fermor, otro brit¨¢nico. Aventurero, vividor, h¨¦roe de guerra, escritor, pol¨ªglota¡ Con 19 a?os, en 1933, atraves¨® el continente desde Holanda hasta Estambul, con unas botas, unas monedas y unas cartas de recomendaci¨®n. Y pese a la dureza del ambiente ¡ªen pleno ascenso del nazismo¡ª conoci¨® la generosidad, la solidaridad y la hospitalidad de las gentes europeas. Despu¨¦s, a lo largo de su vida, public¨® varios libros, como El tiempo de los regalos, que se consideran entre los mejores en la literatura de viajes. La historiadora Artemis Cooper recogi¨® sus peripecias no hace mucho en una interesante biograf¨ªa.
Leigh Fermor pudo disfrutar entonces de la acogida que desde el siglo XII se hab¨ªa brindado a los estudiantes que peregrinaban de una ciudad universitaria a otra, de un monasterio a otro, en busca del saber. Nuestros erasmus son hoy fieles herederos de esta tradici¨®n. El programa de la Uni¨®n Europea que m¨¢s ha contribuido a fabricar ciudadanos aut¨¦nticamente europeos.
El tren se ha convertido en el sustituto de la caminata en ese periplo. Desde hace d¨¦cadas, gracias a Interrail, el billete ¨²nico que permite viajar por un gran n¨²mero de pa¨ªses, decenas de miles de j¨®venes han recorrido el continente. Muchos de ellos han visto frustrados sus planes en este verano sin viajes, pero, virus mediante, los retomar¨¢n en cuanto puedan. Las fronteras se han diluido para ellos.
Cuando ustedes lean esto, los l¨ªderes europeos estar¨¢n debatiendo sobre los planes de futuro para la Uni¨®n. Para salir de esta crisis pand¨¦mica y m¨¢s all¨¢. As¨ª se ha construido Europa, paso a paso, con sus tropezones y sus avances. Que no se olviden de la solidaridad y de las gentes de a pie.