Dictadura interminable
Bachar al Asad cumple 20 a?os en el poder en un pa¨ªs destruido
El pasado viernes, el dictador sirio Bachar el Asad cumpli¨® 20 a?os en el poder con un legado en el que sus actos y los efectos de estos hablan por s¨ª mimos. Siria se encuentra todav¨ªa sumida en la guerra civil m¨¢s cruenta del siglo XXI, un conflicto en el que El Asad ha sido acusado por la comunidad internacional de emplear armas qu¨ªmicas y bombardear deliberadamente hospitales y escuelas en zonas insurgentes. En paralelo, la justicia alemana mantiene abierta una investigaci¨®n por la muerte bajo tortura de m¨¢s de 13.000 presos del r¨¦gimen. La mitad de los 23 millones de habitantes del pa¨ªs se...
El pasado viernes, el dictador sirio Bachar el Asad cumpli¨® 20 a?os en el poder con un legado en el que sus actos y los efectos de estos hablan por s¨ª mimos. Siria se encuentra todav¨ªa sumida en la guerra civil m¨¢s cruenta del siglo XXI, un conflicto en el que El Asad ha sido acusado por la comunidad internacional de emplear armas qu¨ªmicas y bombardear deliberadamente hospitales y escuelas en zonas insurgentes. En paralelo, la justicia alemana mantiene abierta una investigaci¨®n por la muerte bajo tortura de m¨¢s de 13.000 presos del r¨¦gimen. La mitad de los 23 millones de habitantes del pa¨ªs se han visto obligados a abandonar sus hogares ¡ªcasi 6 millones han abandonado Siria¡ª y el 80% de la poblaci¨®n vive por debajo del umbral de pobreza.
Se trata de un sangriento colof¨®n para un r¨¦gimen policial del que El Asad no es sino el continuador, puesto que hered¨® el cargo ¡ªun hecho in¨¦dito en la regi¨®n¡ª de manos de su padre, Hafez el Asad, quien a su vez lleg¨® al poder mediante un golpe de Estado en 1970. As¨ª, la familia El Asad ha controlado con pu?o de hierro esta naci¨®n milenaria durante medio siglo. Bachar ha seguido fielmente la pol¨ªtica de su padre: represiva en el interior e intervencionista en los pa¨ªses vecinos. Cualquier expectativa sobre su posible aperturismo ¡ªdada su juventud y formaci¨®n en el extranjero¡ª qued¨® definitivamente enterrada con su sangrienta respuesta a las protestas producidas en 2011 al abrigo de la primavera ¨¢rabe. La guerra civil siria es una consecuencia directa de esta reacci¨®n.
Aunque en curso, El Asad es ya uno de los ganadores de una complicad¨ªsima guerra con multitud de actores. Lo es porque su r¨¦gimen ha sobrevivido gracias al apoyo militar de Rusia e Ir¨¢n y ha cruzado ¡ªal igual, hay que decirlo, que algunos de sus enemigos¡ª todos los l¨ªmites que establecen las convenciones internacionales sobre conflictos. Pero esta supervivencia no lo legitima. Al contrario: ha aumentado la lista de delitos por los que debe rendir cuentas ante la justicia internacional.