Reconstrucci¨®n
La viabilidad pol¨ªtica y la credibilidad ser¨¢n la clave del plan de recuperaci¨®n
La reconstrucci¨®n de la econom¨ªa espa?ola tras la par¨¢lisis causada por la pandemia exige una gesti¨®n pol¨ªtica muy compleja. Las expectativas de que Gobierno, fuerzas pol¨ªticas y Administraciones auton¨®micas y locales la culminen parecen hoy bastante remotas. Las dificultades de la Comisi¨®n de Reconstrucci¨®n para firmar acuerdos significativos indican que la oposici¨®n parece no haber entendido la gravedad de la situaci¨®n y que el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez tampoco se ha fajado para tender puentes, m¨¢s all¨¢ de las obligadas declaraciones ret¨®ricas. La debilidad parlamentaria del Gobierno de coa...
La reconstrucci¨®n de la econom¨ªa espa?ola tras la par¨¢lisis causada por la pandemia exige una gesti¨®n pol¨ªtica muy compleja. Las expectativas de que Gobierno, fuerzas pol¨ªticas y Administraciones auton¨®micas y locales la culminen parecen hoy bastante remotas. Las dificultades de la Comisi¨®n de Reconstrucci¨®n para firmar acuerdos significativos indican que la oposici¨®n parece no haber entendido la gravedad de la situaci¨®n y que el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez tampoco se ha fajado para tender puentes, m¨¢s all¨¢ de las obligadas declaraciones ret¨®ricas. La debilidad parlamentaria del Gobierno de coalici¨®n ¡ªy su misma composici¨®n, un asunto no menor¡ª agrava el sudoku.
El juego de bloqueo, por el que los acuerdos con unos partidos provocan el rechazo de otros, amenaza con acarrear p¨¦simas consecuencias. Porque lo que se juega no son detalles de un plan para la normalidad, sino resolver una situaci¨®n econ¨®mica excepcional: los dram¨¢ticos problemas de un pa¨ªs con reformas pendientes hace a?os, con el turismo gripado, una industria que necesita inversiones gigantescas, una tasa de paro aliviada solo temporalmente por los ERTE, un d¨¦ficit que se desbordar¨¢ y una deuda que se acercar¨¢ al 120% del PIB este a?o. Resulta necesario tambi¨¦n recuperar una reputaci¨®n ante los agentes econ¨®micos ¡ªnacionales e internacionales¡ª que el pa¨ªs ahora mismo no tiene.
La estrategia tiene que partir de un programa de recuperaci¨®n de la econom¨ªa durante los pr¨®ximos a?os (de cinco a siete), aproximadamente al ritmo del paquete presupuestario europeo. El programa deber¨ªa incluir un plan de estabilidad financiera con el fin de establecer las acciones fiscales y de gasto p¨²blico necesarias para corregir el d¨¦ficit y la deuda. El prop¨®sito encierra gran dificultad porque, a diferencia de la crisis de 2008, hay que partir del criterio de que durante los pr¨®ximos a?os es indispensable mantener un gasto social coherente con el ya comprometido e iniciar, desde 2021, planes anuales de inversi¨®n destinados a fortalecer la industria, aumentar la masa cr¨ªtica de las empresas tur¨ªsticas, garantizar el ¨¦xito de la transici¨®n energ¨¦tica y estimular el capital tecnol¨®gico. Todo ello necesita de la aquiescencia de las fuerzas pol¨ªticas, acuerdos con las fuerzas sociales y colaboraci¨®n de los poderes auton¨®micos y municipales.
Un plan tiene valor si allega ideas claras para su aplicaci¨®n y la certeza de que puede financiarse. La primera condici¨®n puede cumplirse fijando los sectores y mercados donde debe invertirse el dinero p¨²blico en concertaci¨®n con la econom¨ªa privada. Ev¨ªtese el error de suponer que la disponibilidad de fondos (las ayudas europeas) es condici¨®n suficiente para estimular el crecimiento y aumentar el empleo de calidad. De poco sirven los fondos sin un plan cre¨ªble para todos los actores econ¨®micos.
La condici¨®n financiera se cumplir¨¢ si se admite que el sistema tributario necesita una reforma dirigida a aumentar la recaudaci¨®n, con criterios de equidad y claridad normativa. Las tasas Google y Tobin son insuficientes. Las l¨ªneas de esa reforma no constituyen un misterio ni tienen por qu¨¦ implicar subidas desmesuradas de impuestos, y menos a¨²n a corto plazo o con trasfondo de bander¨ªa pol¨ªtica. Bastar¨ªa con ajustar la presi¨®n fiscal a la media europea, al ritmo de la recuperaci¨®n, para no asfixiarla. Los principales ajustes consisten en revisar los beneficios fiscales obtenidos a cambio de prestaciones sociales de eficacia dudosa (algo evidente, pero no solo, en el Impuesto de Sociedades), modificar la estructura del IVA, subir los tributos de alcohol y carburantes, fijar un suelo para el Impuesto sobre el Patrimonio en las autonom¨ªas y organizar las tasas medioambientales.
Los partidos han de entender la gravedad de esta recesi¨®n, empezando por los de gobierno. Pese a la ret¨®rica de unidad, las diferencias de fondo entre la socialdemocracia reformista de la vicepresidenta econ¨®mica, Nadia Calvi?o, y ciertos discursos de sus socios de Unidas Podemos son m¨¢s que sustanciales. Y siguiendo por el resto de formaciones pol¨ªticas. De lo contrario, s¨®lo quedar¨¢ el frustrante parcheo pol¨ªtico anual, la destrucci¨®n del tejido empresarial y el empleo, y el regreso a las malas pol¨ªticas de reducci¨®n de rentas y descapitalizaci¨®n inversora.