El desaf¨ªo de Bolivia
Es importante rebajar las tensiones revanchistas para garantizar la limpieza de las elecciones presidenciales
El aplazamiento de las elecciones presidenciales decretado en Bolivia por el Tribunal Supremo Electoral enfrenta al pa¨ªs sudamericano a un nuevo desaf¨ªo. El organismo posterg¨® por segunda vez la votaci¨®n, prevista inicialmente en mayo y despu¨¦s fijada para el 6 de septiembre, hasta el 18 de octubre. La decisi¨®n, adoptada hace 10 d¨ªas, responde a criterios de salud p¨²blica por la pandemia del coronavirus, que no ha alcanzado su pico y ya ha colapsado los servicios sanitarios. El hecho de que esos comicios vayan a poner fin a la interinidad del actual Gobierno ha contribuido a alimentar el enfre...
El aplazamiento de las elecciones presidenciales decretado en Bolivia por el Tribunal Supremo Electoral enfrenta al pa¨ªs sudamericano a un nuevo desaf¨ªo. El organismo posterg¨® por segunda vez la votaci¨®n, prevista inicialmente en mayo y despu¨¦s fijada para el 6 de septiembre, hasta el 18 de octubre. La decisi¨®n, adoptada hace 10 d¨ªas, responde a criterios de salud p¨²blica por la pandemia del coronavirus, que no ha alcanzado su pico y ya ha colapsado los servicios sanitarios. El hecho de que esos comicios vayan a poner fin a la interinidad del actual Gobierno ha contribuido a alimentar el enfrentamiento entre el gabinete de Jeanine ??ez y el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del expresidente Evo Morales, y sus bases.
Si no hay otros cambios de fecha, los bolivianos volver¨¢n a las urnas un a?o despu¨¦s de las elecciones que desencadenaron esta crisis. Esa convocatoria se celebr¨® en un clima de profunda divisi¨®n y con un conflicto de legitimidad iniciado en 2016, cuando un refer¨¦ndum cerr¨® la puerta a Morales a presentarse de nuevo despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada en el poder. Su derrota no impidi¨® que la justicia le permitiera finalmente volver a concurrir. Las acusaciones de fraude que siguieron a esa votaci¨®n, con un dudoso escrutinio que dur¨® cuatro d¨ªas, la presi¨®n de la oposici¨®n, de instancias internacionales como la Organizaci¨®n de los Estados Americanos y del Ej¨¦rcito desembocaron en la renuncia del l¨ªder ind¨ªgena.
En noviembre asumi¨® el poder un gabinete provisional que ten¨ªa la misi¨®n de convocar nuevas presidenciales. Desde entonces las tensiones sociales, alentadas por la red de organizaciones y sindicatos del MAS, no han remitido. La pandemia de la covid-19 enturbi¨® el horizonte al resultar especialmente duras las medidas de confinamiento en un pa¨ªs con una informalidad laboral por encima del 80%, seg¨²n Naciones Unidas. Morales se niega a hacerse a un lado y no ha renunciado a influir desde Argentina, donde reside, mientras el candidato de su partido, el exministro Luis Arce, se enfrenta a una posible inhabilitaci¨®n que agravar¨ªa la brecha.
El mapa pol¨ªtico boliviano, sin embargo, es m¨¢s complejo que una simple confrontaci¨®n entre dos polos. En el Gobierno de la presidenta interina hay ministros que han tenido una clara posici¨®n revanchista, los llamados comit¨¦s c¨ªvicos de Santa Cruz y Potos¨ª est¨¢n dominados por la ret¨®rica evang¨¦lica ultraconservadora, pero ampl¨ªsimos sectores de la poblaci¨®n ya manifestaron hace un a?o su voluntad de cambio, de pasar la p¨¢gina del MAS. Su principal rival de entonces, el expresidente Carlos Mesa, vuelve a presentarse y puede aprovechar ahora su perfil moderado. La responsabilidad de todos, a la espera de las pr¨®ximas elecciones, es rebajar la tensi¨®n que envuelve esa cita.