El santo botell¨®n
Sin alcohol no hay para¨ªso, o as¨ª parece entenderlo una parte de la juventud, que ha hecho girar su vida social alrededor del santo botell¨®n. Quieren pas¨¢rselo bien, y si les cierran las discotecas, ?d¨®nde van a beber?, se preguntan ansiosos. Lo entienden mal, no se trata de que no se diviertan, sino de que se diviertan de otra manera, sin poner en riesgo a los dem¨¢s. Dif¨ªcil reto con el alcohol de por medio. El coronavirus centra nuestra preocupaci¨®n sanitaria actual, pero quiz¨¢s debiera empezar a inquietarnos la abusiva presencia del alcohol entre los j¨®venes como fin en s¨ª mismo. Hay que ay...
Sin alcohol no hay para¨ªso, o as¨ª parece entenderlo una parte de la juventud, que ha hecho girar su vida social alrededor del santo botell¨®n. Quieren pas¨¢rselo bien, y si les cierran las discotecas, ?d¨®nde van a beber?, se preguntan ansiosos. Lo entienden mal, no se trata de que no se diviertan, sino de que se diviertan de otra manera, sin poner en riesgo a los dem¨¢s. Dif¨ªcil reto con el alcohol de por medio. El coronavirus centra nuestra preocupaci¨®n sanitaria actual, pero quiz¨¢s debiera empezar a inquietarnos la abusiva presencia del alcohol entre los j¨®venes como fin en s¨ª mismo. Hay que ayudar en muchos ¨¢mbitos a esta juventud desbordada, que no acaba de salir de una crisis cuando entra en otra. Invitarles en estos momentos cr¨ªticos a socializar con otros j¨®venes que ocupan camas de UCI en un hospital por coronavirus seguramente contribuir¨ªa a despejar la resaca que nubla sus ojos.
Gonzalo de Miguel Renedo. Logro?o