Al rescate de L¨ªbano
La explosi¨®n en Beirut ha revelado la terrible situaci¨®n de un pa¨ªs sacudido por una profunda crisis
La explosi¨®n de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, inexplicablemente almacenadas en el puerto de Beirut desde hace seis a?os, ha sido la gota que faltaba para colmar el vaso. Al balance tr¨¢gico de m¨¢s de 130 muertos y unos 5.000 heridos, la destrucci¨®n del puerto comercial y los numerosos da?os sufridos por la capital libanesa, debe a?adirse la irresponsabilidad, por negligencia o por corrupci¨®n, de las autoridades portuarias que permitieron el desembarco y el almacenamiento durante tanto tiempo de una carga tan peligrosa.
No es una cat¨¢strofe casual, fruto de un azar desgraciado, si...
La explosi¨®n de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, inexplicablemente almacenadas en el puerto de Beirut desde hace seis a?os, ha sido la gota que faltaba para colmar el vaso. Al balance tr¨¢gico de m¨¢s de 130 muertos y unos 5.000 heridos, la destrucci¨®n del puerto comercial y los numerosos da?os sufridos por la capital libanesa, debe a?adirse la irresponsabilidad, por negligencia o por corrupci¨®n, de las autoridades portuarias que permitieron el desembarco y el almacenamiento durante tanto tiempo de una carga tan peligrosa.
No es una cat¨¢strofe casual, fruto de un azar desgraciado, sino la expresi¨®n m¨¢s dolorosa del estado en que se encuentra la econom¨ªa arruinada del pa¨ªs, su moneda depreciada hasta l¨ªmites insoportables y sus instituciones desprestigiadas y paralizadas por el reparto sectario del poder entre las distintas facciones religiosas y ¨¦tnicas. L¨ªbano es un pa¨ªs hundido, parasitado por las potencias que se disputan la hegemon¨ªa en la regi¨®n, con un Estado m¨¢s ficticio que efectivo, que contrasta con la cultura y la vitalidad de su poblaci¨®n, su conciencia pol¨ªtica y su sentido de ciudadan¨ªa, expresado en la solidaridad de los voluntarios que han salido al rescate de los damnificados.
El paulatino hundimiento de un pa¨ªs que fue modelo para la regi¨®n, exhibido incluso como la Suiza de Oriente Pr¨®ximo, no es un caso ex¨®tico ajeno a las circunstancias europeas. Al contrario, concentra todos los conflictos que atenazan la regi¨®n: la disputa entre israel¨ªes y palestinos, el combate entre comunitarismo religioso y laicismo, la guerra civil isl¨¢mica entre sun¨ªes y chi¨ªes y, dentro del sunismo, la competencia entre el fundamentalismo de la monarqu¨ªa saud¨ª y el islamismo pol¨ªtico de los Hermanos Musulmanes. Adem¨¢s de importar todos los conflictos y todas las contradicciones, L¨ªbano ha acogido a los refugiados de todas las guerras del vecindario, a 300.000 palestinos despose¨ªdos por la ocupaci¨®n israel¨ª y a un mill¨®n y medio de sirios, expulsados por la brutalidad del presidente sirio Bachar el Asad.
Es evidente el fracaso del modelo de reparto del poder entre las minor¨ªas cristiana, sun¨ª y chi¨ª. El pa¨ªs necesita una refundaci¨®n, en la que se prescinda de la entera clase pol¨ªtica, corro¨ªda por el sectarismo y la corrupci¨®n. Urge investigar las causas de la cat¨¢strofe y depurar las responsabilidades, y esto se debe hacer por parte de autoridades internacionales independientes. Urge todav¨ªa m¨¢s la ayuda humanitaria, financiera, sanitaria y organizativa para la reconstrucci¨®n, en mitad de la pandemia y de una crisis econ¨®mica de severidad acrecentada por la crisis pol¨ªtica. La Uni¨®n Europea, y Espa?a en concreto, deben comprometerse a fondo, siguiendo el gesto solidario del presidente franc¨¦s Emmanuel Macron, el primer pol¨ªtico desplazado al escenario de la cat¨¢strofe antes incluso que los dirigentes pol¨ªticos libaneses.