Argentina se libera
El Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez consigue renegociar parte de su deuda
El Gobierno argentino no ha ahorrado la euforia en la presentaci¨®n del acuerdo con tres grupos de acreedores que permitir¨¢ reestructurar unos 66.000 millones de d¨®lares de deuda y situar el vencimiento de una parte de los bonos en 2029, 2030 y 2038. El acuerdo con los acreedores, que se cumplir¨¢ el 24 de agosto, permitir¨¢ a la econom¨ªa nacional ahorrarse en torno a 33.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos diez a?os. Podr¨ªa decirse que la gesti¨®n del presidente, Alberto Fern¨¢ndez, y de su ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Guzm¨¢n, ha despejado (o mejor, desplazado) una de las grandes dudas de la ec...
El Gobierno argentino no ha ahorrado la euforia en la presentaci¨®n del acuerdo con tres grupos de acreedores que permitir¨¢ reestructurar unos 66.000 millones de d¨®lares de deuda y situar el vencimiento de una parte de los bonos en 2029, 2030 y 2038. El acuerdo con los acreedores, que se cumplir¨¢ el 24 de agosto, permitir¨¢ a la econom¨ªa nacional ahorrarse en torno a 33.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos diez a?os. Podr¨ªa decirse que la gesti¨®n del presidente, Alberto Fern¨¢ndez, y de su ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Guzm¨¢n, ha despejado (o mejor, desplazado) una de las grandes dudas de la econom¨ªa argentina, que es la posici¨®n del pa¨ªs en los mercados internacionales de deuda. El problema, ciertamente peliagudo, est¨¢ resuelto por el momento. Con la salvedad de que Buenos Aires tiene que negociar ahora la reestructuraci¨®n del pr¨¦stamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI); la firma del acuerdo con los prestamistas privados aleja el default y refuerza la posici¨®n de la tercera econom¨ªa latinoamericana, as¨ª que probablemente, las conversaciones con el Fondo ser¨¢n poco dram¨¢ticas.
Un pacto con los acreedores mejora sin duda la imagen de Argentina ante los inversores y, como se ha repetido, la aleja del default. Pero en muy pocos casos est¨¢ justificada la euforia, una mercanc¨ªa que se vende bien en el ¨¢mbito pol¨ªtico, y este no es uno de ellos. El Gobierno de Fern¨¢ndez solo ha resuelto la primera de las inc¨®gnitas de una situaci¨®n econ¨®mica compleja y atosigante. El pa¨ªs est¨¢ en recesi¨®n desde 2018 y las proyecciones para este a?o arrojan una contracci¨®n del PIB del 12%. M¨¢s desempleo privado y m¨¢s pobreza podr¨ªan ser el resumen de la situaci¨®n. Los dos problemas (entre muchos) a los que se enfrentan Fern¨¢ndez y Guzm¨¢n requieren de un cambio dr¨¢stico en la pol¨ªtica econ¨®mica que necesitar¨ªa, para rendir alg¨²n beneficio, m¨¢s de un mandato. Uno es la situaci¨®n del peso, sobrevaluado y sostenido con reglas muy restrictivas de control de capitales. El Gobierno asegura que flexibilizar¨¢ el control cuando mejore la econom¨ªa, pero esta es una condici¨®n en s¨ª misma contradictoria, porque para que aumente el crecimiento tambi¨¦n es necesario rectificar la pol¨ªtica de cambio. Y ese es el problema, porque Guzm¨¢n sabe que si se deval¨²a el peso empeorar¨¢ la deuda.
El segundo problema es de fondo y tiene que ver con una recaudaci¨®n fiscal ineficiente y un gasto p¨²blico sometido a pocos controles. El d¨¦ficit est¨¢ en torno al 6%. Presidente y ministro de Econom¨ªa tienen que resolver la inc¨®gnita fiscal, no solo para corregir el d¨¦ficit, que puede ser una de las condiciones que le exija el FMI, sino tambi¨¦n para elevar el margen de maniobra del Ejecutivo para luchar contra la pobreza. Que en Argentina es una amenaza real.