La elecci¨®n del BID y la agenda pospandemia
Aplazar la elecci¨®n unos meses permitir¨¢ a los pa¨ªses escuchar propuestas y ponerse de acuerdo
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) afronta una nueva etapa marcada por el impacto de la pandemia y por la elecci¨®n de un nuevo presidente. En una controvertida decisi¨®n, Estados Unidos present¨® por primera vez un candidato a presidirlo, rompiendo as¨ª una tradici¨®n de 60 a?os. Pero incluso m¨¢s que una tradici¨®n, existe un compromiso expl¨ªcito en 1959 del expresidente de EE UU Dwight Eisenhower de que el BID ser¨ªa presidido por un latinoamericano, como consta en el libro A Long and Winding Road: the Creation of the Inter American Development Bank de los autores Victoria del Campo y Euge...
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El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) afronta una nueva etapa marcada por el impacto de la pandemia y por la elecci¨®n de un nuevo presidente. En una controvertida decisi¨®n, Estados Unidos present¨® por primera vez un candidato a presidirlo, rompiendo as¨ª una tradici¨®n de 60 a?os. Pero incluso m¨¢s que una tradici¨®n, existe un compromiso expl¨ªcito en 1959 del expresidente de EE UU Dwight Eisenhower de que el BID ser¨ªa presidido por un latinoamericano, como consta en el libro A Long and Winding Road: the Creation of the Inter American Development Bank de los autores Victoria del Campo y Eugenio D¨ªaz-Bonilla.
No sorprende entonces que esta decisi¨®n haya sido cuestionada por un grupo pol¨ªticamente transversal de expresidentes de la regi¨®n, como son Fernando Enrique Cardoso, Ricardo Lagos, Julio Mar¨ªa Sanguinetti, Juan Manuel Santos y Ernesto Zedillo. Tambi¨¦n han manifestado su cuestionamiento un conjunto significativo de excancilleres y exministros de Hacienda latinoamericanos. La elecci¨®n est¨¢ prevista para septiembre pr¨®ximo, pero hay buenas razones para postergarla algunos meses.
Las extraordinarias y cambiantes circunstancias que vive el planeta obligan a discutir y generar un acuerdo respecto de una nueva agenda del BID en la recuperaci¨®n de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Para esto, candidatas y candidatos a liderarlo deben hacer sus planteamientos en detalle y rigor, y los pa¨ªses miembros que eligen deben evaluar los argumentos con seriedad y calma. La postergaci¨®n es una medida extraordinaria, ?pero no son estos tiempos extraordinarios que requieren reflexi¨®n?
La multilateral con sede en Washington DC ha jugado un rol hist¨®rico en el progreso de la regi¨®n. Desde 1959 ha fortalecido su presencia como motor del desarrollo, con esfuerzos orientados a ayudar y coordinar las acciones de sus pa¨ªses miembros. La lucha contra la pobreza y la desigualdad, junto a los esfuerzos para eliminar brechas por diversidad y g¨¦nero, siempre velando por un desarrollo sostenible, promoviendo las alianzas p¨²blico-privadas, han sido y deben seguir siendo los pilares estructurales del trabajo del BID. Estas son ¨¢reas cr¨ªticas para una regi¨®n que transit¨® desde la crisis subprime hasta el boom de los commodities y la cuarta revoluci¨®n industrial en poco m¨¢s de una d¨¦cada. Pero frente a la crisis actual el desaf¨ªo futuro incluye todo lo anterior y mucho m¨¢s.
La pandemia y la compleja situaci¨®n de salud p¨²blica y econ¨®mica que de ella se ha generado, con ca¨ªdas hist¨®ricas en el producto de la regi¨®n, obligan a redoblar los esfuerzos de apoyo social e innovar en materias estrat¨¦gicas. Esto probablemente amplificar¨¢ ¡ªojal¨¢ transitoriamente¡ª las desigualdades en distintos ¨¢mbitos, incluso en aquellos pa¨ªses que hab¨ªan realizado avances sociales s¨®lidos. El BID puede contribuir a aminorar los efectos de que lo que se anticipa ser¨¢ un periodo de retroceso y menor crecimiento global.
Ante esto, las acciones de la instituci¨®n deber¨ªan considerar principios articuladores. Primero, por supuesto, impulsar una agenda social enfocada en reducir las negativas consecuencias sanitarias, econ¨®micas y sociales de la covid-19. Para esto el BID debe desarrollar un plan de aceleramiento, ampliaci¨®n y flexibilizaci¨®n de algunas de sus asistencias financieras, que contemple una revisi¨®n de procedimientos internos. Debe tambi¨¦n apoyar en el dise?o y financiaci¨®n de los programas de recuperaci¨®n econ¨®mica de la regi¨®n, con el acento puesto en proteger los ingresos de las personas, fomentar la creaci¨®n de empleos, potenciar la actividad econ¨®mica (especialmente a las pymes), dar incentivos para la inversi¨®n privada y contribuir a financiar la inversi¨®n p¨²blica. Y, por supuesto, la f¨¦rrea defensa de la democracia debe ser tambi¨¦n parte esencial de esta agenda. La regi¨®n no solo requerir¨¢ de un importante apoyo del Estado, sino adem¨¢s de la capacidad, esfuerzo y libertad de toda su poblaci¨®n.
Desde una perspectiva de m¨¢s largo plazo, pospandemia, ser¨¢ tambi¨¦n necesario abordar el inmenso desaf¨ªo para las finanzas p¨²blicas que han significado las agresivas y necesarias medidas de expansi¨®n del gasto p¨²blico. A esto se suma el apoyo al proceso de desarrollo inclusivo que incorpore pilares sustentables y econom¨ªa circular. Y, por supuesto, no claudicar de la apuesta de que el capital humano ser¨¢ el motor del desarrollo futuro de la regi¨®n. Finalmente, como toda instituci¨®n inserta en la cuarta revoluci¨®n industrial, el banco se enfrenta al desaf¨ªo de modernizarse para adaptarse a un nuevo siglo.
El BID puede contribuir con una potente agenda desarrollada a partir de una estrategia innovadora que permita a Am¨¦rica Latina y el Caribe acotar los efectos de la pandemia y reactivarse. Es el trabajo que deber¨¢ llevar a cabo quien quiera ser el o la nueva l¨ªder de la instituci¨®n. Posponer la elecci¨®n algunos meses permitir¨¢ a los pa¨ªses miembros escuchar propuestas y ponerse de acuerdo en esta crucial y ambiciosa agenda.
Felipe Larra¨ªn Bascu?¨¢n fue gobernador del BID y ministro de Hacienda de Chile en 2010-2014 y 2018-2019, y es profesor titular PUC Chile; CLAPES UC.