Vacunas con bandera
Los esfuerzos de los pa¨ªses por apuntarse el ¨¦xito con el f¨¢rmaco dificultan la lucha anticovid
La vacuna contra la covid publicitada esta semana por el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, es solo la ¨²ltima manifestaci¨®n de un fen¨®meno preocupante que trasciende con mucho al hecho diferencial ruso: el nacionalismo vacunal. Es un dato bien conocido por anteriores pandemias ¡ªlas ha habido, aunque no tan graves¡ª que, ante una situaci¨®n de emergencia sanitaria global, los pa¨ªses ricos optan por pol¨ªticas ego¨ªstas para hacerse con sus dosis de medicamentos, justo en el momento en que m¨¢s deber¨ªan colaborar contra una amenaza que ignora soberanamente sus aduanas y sus intereses miopes. Las fronte...
La vacuna contra la covid publicitada esta semana por el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, es solo la ¨²ltima manifestaci¨®n de un fen¨®meno preocupante que trasciende con mucho al hecho diferencial ruso: el nacionalismo vacunal. Es un dato bien conocido por anteriores pandemias ¡ªlas ha habido, aunque no tan graves¡ª que, ante una situaci¨®n de emergencia sanitaria global, los pa¨ªses ricos optan por pol¨ªticas ego¨ªstas para hacerse con sus dosis de medicamentos, justo en el momento en que m¨¢s deber¨ªan colaborar contra una amenaza que ignora soberanamente sus aduanas y sus intereses miopes. Las fronteras y los nacionalismos son un grave obst¨¢culo para articular pol¨ªticas internacionales inteligentes contra un riesgo planetario, ya hablemos de cambio clim¨¢tico o de contenci¨®n pand¨¦mica. Los pa¨ªses nunca han estado a la altura de esos retos, y siguen sin estarlo.
La vacuna de Putin es una m¨¢s entre las 200 que est¨¢n en desarrollo en el mundo, con una peculiaridad: los cient¨ªficos rusos no la han registrado en la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), ni han publicado sus avances en ninguna revista cient¨ªfica o m¨¦dica, ni est¨¢n en condiciones de garantizar que el f¨¢rmaco sea seguro para la poblaci¨®n. Las t¨¦cnicas que han usado se basan en a?os o d¨¦cadas de una ciencia hecha por otros que, como suele ocurrir con los verdaderos avances conceptuales, no ha sido patentada. La opacidad nacionalista es un concepto no ya ajeno, sino hasta contrario a la ciencia, que es un empe?o internacional y no tolera interferencias pol¨ªticas, aunque a veces le lleve cuatro siglos recibir el perd¨®n del Vaticano.
Pero Putin no est¨¢ solo en su cruzada nacionalista. Hace solo dos semanas que la Casa Blanca anunci¨® sus acuerdos millonarios con las farmac¨¦uticas para recibir un trato preferente si alguna consigue la vacuna. Francia, el Reino Unido, la Uni¨®n Europea en su conjunto, la India y China est¨¢n en movimientos similares. Pero una pandemia es un fen¨®meno global.